"AL debe mirar en toda dirección para negociar, sobre todo hacia EU"
Recomienda el BID a los gobiernos progresistas no imitar privatizaciones
Asunción, 21 de junio. La ola de gobiernos progresistas en América Latina surgió por la falta de respuesta a las demandas sociales de las políticas aplicadas en los 90, sostuvo el titular del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), Enrique Iglesias, en una entrevista publicada este martes en Asunción.
"Existe una oleada de gobiernos progresistas que son el producto de la falta de respuesta de las reformas a las demandas sociales", afirmó el titular del BID, refiriéndose a las iniciativas puestas en práctica la década pasada y en especial las privatizaciones, en declaraciones al matutino ABC.
Iglesias viajó a la capital paraguaya para asistir a la 28 Cumbre de Presidentes del Mercosur, que finalizó el lunes.
Calificó de "comprensible" la aparición de gobiernos de dicha tendencia y consideró que "estos gobiernos, que llegan muchas veces con críticas a lo hecho en el pasado, son gobiernos que respetan ciertos elementos fundamentales. Saben que no se puede jugar con la macroeconomía", precisó.
Observó que de todos modos, en materia de apertura, estos gobiernos han impulsado cambios fundamentales. "Todos están procurando exportar más, integrarse, abrirse al mundo, de manera que donde se nota el cambio es en la sensibilidad por darle un contenido más social a las políticas".
Lo que hay que hacer, según Iglesias, es corregir lo que no ha funcionado bien y "no imitar las privatizaciones que no han servido".
"No son elementos religiosos, son instrumentos. Es importante que los países hagan reformas, el mundo cambia en forma espectacular. Privatizar es una forma de modernizar las economías y adaptarse a las nuevas exigencias", puntualizó.
Comentó que las reformas de los 90 fueron incompletas y desarrolladas sin un marco legal adecuado, de ahí su fracaso, pero añadió que, lejos de renunciar a ellas, "hay que profundizarlas".
Indicó que ninguno de los nuevos gobiernos "progresistas" se animaría a poner en juego cuestiones básicas como el superávit fiscal, la estabilidad macreoeconómica y la apertura comercial.
"No conozco país del mundo que se haya desarrollado sin abrirse al mundo", enfatizó y mencionó como ejemplo a China y Corea. Destacó que América Latina debe mirar en todas direcciones para negociar, especialmente hacia Estados Unidos.
Dijo que los modelos que se acercan más a la línea del futuro son los de Chile y México, que tienen acuerdos en todas partes. "Creo que negociar colectivamente nos agranda la capacidad para hacerlo", concluyó.