La siembra de droga, estrategia contrainsurgente
Montemayor: hay riesgo inminente de violencia
El escritor Carlos Montemayor dijo que la "alerta roja" del EZLN es una advertencia sobre el "inminente estallido de violencia" en una zona de Chiapas donde, en los cinco años de gobierno foxista, se han acumulado tensiones y permanecen intactas las estructuras de grupos paramilitares, que siguen bajo protección de los gobiernos federal, estatal y del propio Ejército Mexicano.
En entrevista con La Jornada destacó que esta alerta, la tercera que emite el EZLN en 11 años, "despoja del pasamontañas a la política embozada de agresión de los paramilitares en Chiapas, detrás de los cuales se ocultan los gobiernos estatal, federal y el Ejército. Es un importante mensaje político, no solo militar o táctico".
De ninguna manera, apunta, puede leerse en este texto la intención de una agresión unilateral del EZLN. "Por el contrario -añade-, lo que se anuncia son planes previos que se irán desplegando como acciones defensivas ante el grado de violencia que fuerzas institucionales eventualmente desplieguen."
Autor de importantes novelas sobre insurgencia en México (Guerra en el paraíso, Las armas del alba, Los informes secretos), Montemayor advirtió, asimismo, sobre la "evidente artificiosidad" del boletín de la Secretaría de la Defensa Nacional, que ayer mismo informó sobre el hallazgo de plantíos de mariguana en zonas bajo control zapatista en los Altos de Chiapas. "La siembra de plantíos en territorios que se planea atacar", señaló, forma parte de los manuales de contrainsurgencia de las fuerzas armadas desde hace años.
Definió el comunicado zapatista como "un mensaje político múltiple", que parte de los "15 minutos" que el candidato Vicente Fox destinaba a la solución del conflicto en Chiapas y que "se convirtieron en cinco años de construcción de una olla de presión peligrosa".
Advertir sobre el peligro de un estallido violento próximo, latente desde hace años por la presencia de paramilitares "alentados, armados, entrenados y protegidos por las fuerzas federales", no equivale al anuncio de acciones bélicas unilaterales por el EZLN, insistió. Reconoció que en ese texto se anuncian "acciones futuras" de esta fuerza de las que deslinda a todos los colaboradores civiles, pero, analiza, "es una estrategia defensiva en razón de estrategias ofensivas que debe resistir".
Consideró que la parte central de la "alerta roja" está en el aviso de que no serán desmanteladas las estructuras de los Caracoles ni las Juntas de Buen Gobierno, sino que van a laborar de manera clandestina y trashumante. "En otras palabras: se harán más fuertes políticamente, se arraigarán más, serán a mediano plazo más indestructibles." Añadió que al marcar ese derrotero para el proyecto que calificó del "corazón político y jurídico de las propuestas del zapatismo", el EZLN confirió a su documento "un altísimo valor político".
Ante el peligro de una nueva etapa de inestabilidad en Chiapas, Montemayor propuso que "la reacción social que requiere un aviso así debe ser no solamente de oposición absoluta a la violencia militar y paramilitar, sino una revaloración de la esencia pacifista, jurídica y social de las juntas".
-La comandancia del EZLN prevé acciones gubernamentales y pide respeto para los civiles que queden al frente de sus comunidades. ¿Hay indicios de ataques del gobierno?
-Hay demasiadas tensiones en la zona: desplazamientos, conflictos de aguas, por tierras, secuestros, que van dejando una estela de tensión creciente. La falta de información nos hace creer que hay estabilidad. La alerta roja está mirando hechos que nosotros nos hemos negado a ver, seguir, rastrear y atender.
"No es posible creer que los paramilitares han seguido haciendo acopio de armas y entrenamiento para nada. Es parte de una estrategia en movimiento. El aparente abandono de destacamentos deja un territorio despejado, 'libre' para la acción de paramilitares. Esto ya sucedió: Acteal."
-La declaración del Ejército Zapatista coincide con un boletín de la Defensa que denuncia la existencia de plantíos de mariguana en zonas zapatistas. ¿Es algo casual o la construcción de un alegato de narcoguerrilla que pudiera justificar una ofensiva armada?
-En documentos discutidos en el seno del Ejército entre octubre y diciembre de 1994, que se presentan en la parte final de mi novela Los informes secretos, se plantean acciones de este tipo como estrategias contrainsurgentes. No sólo se puede sembrar un puño de coca y mariguana en la calle o un domicilio. También se puede llegar a la siembra real en un territorio que se quiere atacar.