Gran Bretaña revienta la iniciativa al negarse a renunciar al llamado cheque británico
Fracasa la cumbre europea; no se logró acuerdo sobre el presupuesto
La UE se encuentra en crisis profunda, sentencia el presidente del bloque continental
Chirac lamenta la intransigencia de Blair
Diferirán seis países la ratificación del texto constitucional
Ampliar la imagen El presidente de la Uni�uropea, Jean Claude Juncker, y el primer ministro de Gran Breta�Tony Blair, en un encuentro, el martes, en Luxemburgo FOTO Ap
Bruselas, sabado 18 de junio. Pese a arduas negociaciones, la cumbre europea de Bruselas cerró este viernes con un rotundo fracaso en su intento por alcanzar un acuerdo sobre el presupuesto 2007-2013, tras el bloqueo de Gran Bretaña, Holanda, Suecia, Finlandia y España a una última oferta de la presidencia luxemburguesa de la Unión Europea (UE), con la consecuente agudización de la crisis por la que atraviesa el bloque continental.
Según fuentes diplomáticas, el presidente en ejercicio de la UE, el primer ministro luxemburgués, Jean Claude Juncker, constató el fracaso definitivo de la cumbre pasada esta medianoche, al admitir: "Europa se encuentra en una crisis profunda".
En medio de una confusión generalizada, los 10 nuevos miembros de la Unión Europea rechazaron aceptar el fracaso y exigieron "nuevos esfuerzos" para lograr un acuerdo. Declararon, incluso, estar dispuestos a recibir menos fondos, si eso ayudaba a destrabar la situación, informaron fuentes de la presidencia del bloque continental.
El presidente francés, Jacques Chirac, apoyó la iniciativa, al declarar a sus colegas: ''estamos en una situación patética''.
Reino Unido, inflexible
Fue el primer ministro británico, Tony Blair, quien rechazó en primer lugar la propuesta final sobre un compromiso presupuestario, justo antes de que los líderes de los 25 reanudaran una última sesión plenaria hacia las 22:45 locales del viernes, indicó un portavoz británico.
''Lo que nos proponen es un cambio garantizado de nuestra rebaja (cheque británico) sin ninguna garantía de cambio del presupuesto europeo'', declaró el portavoz.
Luego, durante la sesión plenaria de los 25, Holanda, Suecia, Finlandia y España se sumaron al rechazo británico.
En una jornada de constantes idas y vueltas, Juncker realizó varias ofertas para intentar destrabar la cuestión. Incluso consiguió un tibio compromiso de Francia, que anunció su disposición a aceptar un principio de acuerdo sobre el rembolso que tiene Londres desde 1984 en los aportes comunitarios.
Pero Blair rechazó de manera tajante cualquier compromiso, entre ellos una oferta de Juncker de congelar el rembolso a un promedio anual de 5 mil 500 millones de euros en el futuro presupuesto, contra 4 mil 600 millones en su anterior propuesta. Sin ningún cambio, el ''cheque británico'' ascenderá a 7 mil 100 millones anuales en el periodo 2007-2013.
El "cheque británico" es un logro de la ex primera ministra de Inglaterra Margaret Thatcher, obtenido en 1984, y que se originó en la cumbre europea de Dublín de 1979, meses después de la llegada de la premier al poder.
La gobernante insistió durante años en que Gran Bretaña, que ingresó en la Comunidad Económica Europea, predecesora de la UE, en 1973, pagaba más de lo que recibía del presupuesto comunitario, y por eso exigió que le devolvieran la diferencia, lo cual logró en la cumbre de Fontainbleau, Francia, de 1984.
Pero ahora el ''cheque británico'' está en la mira del resto de los países de la UE, los cuales subrayan que, tras el declive de su economía en los 80, Gran Bretaña es, en la actualidad, uno de los países comunitarios más prósperos. Sin embargo, la delegación británica aseveró que aún así, el cheque británico ''es totalmente justificado''.
Tras la fallida cumbre, Chirac acusó a Blair de que no se alcanzaran acuerdos.
''Europa conoce de una grave crisis. En realidad estábamos muy cerca de un cuerdo'', expresó en conferencia de prensa.
El gobernante igualmente deploró que Gran Bretaña haya querido conservar la integridad de su cheque.
Como parte de los esfuerzos para sacar el presupuesto continental, Juncker mantuvo encuentros con los líderes de los principales países que bloqueaban la iniciativa; esto es, además de Blair, Jacques Chirac (Francia), Jan Peter Balkenende (Holanda) y Goeran Persson (Suecia).
Para convencer a los británicos, que se negaban a ceder su rembolso si no se revisa la Política Agrícola Común, de la que Francia es la principal beneficiaria, Juncker propuso que la cumbre europea adopte una "declaración" mediante la cual comprometa a los dirigentes de la UE a revisar, entre 2007 y 2008, la estructura del presupuesto europeo.
La presidencia luxemburguesa propuso a Suecia y Holanda, que pedían una reducción de sus aportes al presupuesto comunitario, duplicar las tasas aduaneras que cobran en sus fronteras en nombre de la UE. Pero los belgas se opusieron.
Juncker tenía la difícil misión de combinar las exigencias de los grandes contribuyentes, que quieren aportar menos, y las de los principales beneficiarios, como España y otros países del sur, que temen la fuga hacia el este de la mayor parte de las ayudas a las regiones más pobres.
''Los españoles nos jugamos mucho'' en el presupuesto 2007-2013, había afirmado un responsable del gobierno de España, al cual la presidencia ofreció una nueva propuesta de 2 mil 800 millones de euros en cuatro años. Madrid la consideró ''insuficiente'', pero está dispuesta a continuar las conversaciones, según fuentes españolas.
Constitución a la deriva
Antes de lanzarse a este durísimo debate financiero, los líderes de la UE decidieron el jueves prolongar el proceso de ratificación de la Constitución hasta 2007, y abrir una fase de reflexión y debate, para responder a la crisis originada por el no de franceses y holandeses al tratado constitucional.
Esta negativa atrasa la adopción del documento y la expansión hacia el este de la Unión Europea.
Si bien por el momento se descartó cualquier "renegociación" del texto, una media docena de países que aún deben ratificar el documento, como Dinamarca o Portugal, anunciaron la suspensión de ese procedimiento, tal como hizo Gran Bretaña. Diez países la aprobaron -entre estos España- y las dos naciones mencionadas la rechazaron.
Respecto de las futuras ampliaciones de la UE, sus líderes se limitaron a reafirmar que cumplirán los compromisos asumidos con Rumania y Bulgaria -que se adherirán efectivamente en 2007- y con Turquía, nación con la que se deberían iniciar las negociaciones el 3 de octubre próximo.
Trascendió que en dos párrafos de la declaración final del encuentro se constata el interés de los países comunitarios en mantener nexos saludables con América Latina.
Como consuelo por el fracaso de las negociaciones, el jefe de gobierno italiano, Silvio Berlusconi, estimó el viernes en Bruselas que la UE tiene por delante ''más de un año'' para establecer las perspectivas financieras para el periodo 2007-2013, y negó que la comunidad esté en crisis.
"No creo que Europa esté en crisis. Sobre todo, no hay que dramatizar, porque, en lo relativo al tratado constitucional, tenemos tiempo. Pero hay que explicárselo a los ciudadanos'', sostuvo Berlusconi al ingresar al edificio del Consejo Europeo, después de que se informó oficialmente que no hubo acuerdo.