Usted está aquí: viernes 17 de junio de 2005 Cultura Consternación mundial por la muerte de Carlo Maria Giulini

''Gran heredero de Toscanini'', dijo Riccardo Muti

Consternación mundial por la muerte de Carlo Maria Giulini

DPA

Roma, 16 de junio. Italia llora hoy la muerte del director de orquesta Carlo Maria Giulini, fallecido el miércoles a los 91 años.

''Era el gran heredero de Toscanini", dijo el director Riccardo Muti. ''Estoy seguro de que pasará a la historia de la música de orquesta del siglo XX como uno de los más grandes".

Giulini será enterrado este viernes en Bozen, en el sur de Tirol, donde pasó parte de su infancia y juventud, informaron hoy medios italianos.

El artista pasó los últimos años de su vida en una clínica para enfermos terminales en Brescia, norte de Italia.

La famosa frase del maestro: ''Soy un servidor de la música'', apareció hoy en prácticamente todos los obituarios. El diario Corriere della Sera calificó a Giulini de ''último humanista de la música".

En sus tiempos de esplendor en los años 50 y 60, Giulini trabajó con la mayoría de las grandes orquestas sinfónicas del mundo. Dirigió en Berlín, Viena, Londres, Nueva York y Chicago.

Especialista en Verdi

Carlo Maria Giulini, nacido en 1914 cerca de Bari, en el sur de Italia, fue director titular de la Scala de Milán entre 1952 y 1956, donde trabajó, entre otros, junto a Luchino Visconti y Franco Zeffirelli, como directores de escena, y dirigió producciones inolvidables con figuras como la soprano griega María Callas.

''El maestro que hizo grande a la Callas", tituló hoy el diario La Repubblica, en referencia a la legendaria producción de La Traviata, de 1955.

Giulini estudió violín en la prestigiosa Academia de Santa Cecilia, en Roma, y fue en su orquesta intérprete de viola. Finalmente se decidió por la carrera de director y debutó en 1944 en un concierto con motivo de la celebración de la liberación de Roma, de la ocupación nazi.

Como director de ópera, se estrenó en 1945 en Bérgamo, con La Traviata, de Verdi.

Después de su partida de la Scala de Milán dirigió, entre otras, la ópera del Covent Garden de Londres, donde destacó con Don Carlo y Falstaff, de Verdi. Una y otra vez entusiasmaba como especialista en Verdi e intérprete de Mozart.

A partir de 1967, Carlo Maria Giulini se centró en los conciertos y trabajó en la Orquesta Filarmónica de Los Angeles.

 
Compartir la nota:

Puede compartir la nota con otros lectores usando los servicios de del.icio.us, Fresqui y menéame, o puede conocer si existe algún blog que esté haciendo referencia a la misma a través de Technorati.