Los salarios de los sectores de menores y medianos ingresos podrían perder 40%
A partir del próximo año pagarán impuestos las prestaciones sociales
A partir del primero de enero de 2006, el salario neto de millones de trabajadores de menores y medianos ingresos se verá reducido debido a la fijación de impuestos a prestaciones sociales básicas, que significarán gravámenes de hasta 40 por ciento del impuesto sobre la renta (ISR).
Ante ello, el Congreso del Trabajo (CT) y la Unión Nacional de Trabajadores (UNT), entre otras organizaciones, anunciaron un plan de movilización para oponerse a las modificaciones a la Ley del ISR, aprobadas en noviembre de 2004.
La opción es presentar una iniciativa en la Cámara de Diputados, posiblemente en noviembre próximo, que revierta los gravámenes a las prestaciones de previsión y seguridad social, la mayoría de estas incluidas en los contratos colectivos de trabajo, las cuales habían permanecido exentas de impuestos.
Un análisis del sector obrero del Revolucionario Institucional advierte que la reforma en cuestión "dista mucho de los objetivos propuestos" por el gobierno federal (simplificación administrativa, entre otros) y, en cambio, en los hechos afecta los contratos colectivos, la estructura sindical y a los propios trabajadores.
En principio porque encarecerá la nómina de las empresas y disminuirá el ingreso disponible de los trabajadores. Los de menores ingresos empezarán a pagar impuestos, y los del segmento intermedio se gravarán con una "sobretasa" de hasta 40 por ciento, mientras que para los altos ejecutivos y mandos medios y superiores de la burocracia la tasa efectiva de impuestos se reducirá.
"La pretensión de integrar la base gravable con prestaciones de previsión social -hasta ahora exentas- significará elevar los costos para las empresas, inhibirá la creación de empleo y finalmente afectará la productividad", según el análisis del PRI.
Al acumular la totalidad de prestaciones que percibe el trabajador se afectan derechos sociales y se incrementarán los salarios integrados, base de cotización del IMSS, Infonavit y Ahorro para el Retiro, "con un consecuente desequilibrio económico en la estructura laboral".
El CT convocó a sindicalistas, académicos y a representantes de la iniciativa privada a participar en un foro, a realizarse el próximo 6 de julio, así como a una reunión de trabajo con legisladores el próximo martes, a fin de emitir un documento de análisis que coadyuve a la determinación que habrán de tomar los diputados en esta tema.
Los diputados del sector obrero priísta -cuyas organizaciones integran el CT- así como dirigentes de la UNT, aseguraron que la iniciativa de reforma a diversos artículos y fracciones de la Ley del Impuesto Sobre la Renta "no pasará", toda vez que "ningún sindicato está dispuesto" a aceptar el gravamen en prestaciones sociales, sustento de la enmienda referida.
"Estamos unidos en torno a ese tema", señaló Enrique Aguilar Borrego, dirigente de la federación de empleados bancarios y vicepresidente de Asuntos Económicos del CT, convocante al foro del 6 de julio.
En tanto, el líder de los telefonistas y presidente colegiado de la UNT, Francisco Hernández Juárez, adelantó que "ya hay un acuerdo en principio con el PRD para presentar una iniciativa que dé marcha atrás a la reforma al ISR".
La iniciativa perredista será presentada en el próximo periodo ordinario de sesiones de la Cámara de Diputados, y el planteamiento central es evitar que se apliquen impuestos a las prestaciones sociales a partir del próximo año. "Por ello se espera que (la iniciativa) tendrá un amplio consenso".
Al igual que Aguilar Borrego, el dirigente de la UNT coincidió en señalar que en ese tema se espera el apoyo de todas las centrales obreras, incluidos los llamados sindicatos corporativos. Incluso, se propone en la estrategia de defensa la promoción de "amparos colectivos" de los trabajadores a fin de evitar que esta reforma disminuya sus ingresos.
El CT advirtió que la enmienda en cuestión no sólo perjudicará el ingreso real de los trabajadores sino que sería un detonante de mayores índices inflacionarios, porque en las revisiones contractuales los sindicatos exigirían a los patrones mayores aumentos salariales.
Hasta el momento no existe una cifra o monto preciso de la merma para los empleados; sin embargo, la afectación sería para millones de asalariados que ganen entre 7 y 14 mil pesos, y para el grupo con ingresos entre 19 y 30 mil pesos.
Las consideraciones anteriores fueron presentadas por el CT al presidente Vicente Fox y, el pasado miércoles, al nuevo titular de la Secretaría del Trabajo y Previsión Social, Francisco Javier Salazar.