No se pagó rescate; pasaron cautivos más de 150 días
Liberan a la periodista francesa Florence Aubenas y a su guía iraquí
Ampliar la imagen Encuentro de Florence Aubenas con su madre, Jacqueline. Observan el presidente Jacques Chirac (derecha) y el padre de la periodista liberada, Benoit FOTO Ap
París, 12 de junio. La periodista del diario Liberation, Florence Aubenas, y su guía iraquí Hussein Hanun, fueron liberados la mañana del sábado después de haber pasado 157 días cautivos en algún lugar de Irak.
"Fue duro", afirmó Aubenas sobre su experiencia como rehén, al llegar hoy al aeropuerto militar parisino de Villacoublay y ser recibida por el presidente Jacques Chirac y sus familiares. La periodista relató que estuvo en un sótano, acurrucada, con los ojos vendados y atada de pies y manos.
Al ser interrogada sobre si compartió su detención en un cuarto con los periodistas rumanos liberados hace tres semanas en el país invadido, respondió que no, y aseveró que el próximo martes dará mayores detalles en conferencia de prensa.
Manejando el humor y la ironía, Aubenas, quien adelgazó durante su cautiverio, admitió haberse conmovido cuando sus captores le permitieron ver una emisión de televisión que le fue dedicada. "Ese día, me desataron las manos y los pies para que la fiesta fuera completa", ironizó. Además agradeció a quienes se movilizaron para su liberación y aunque reconoció ser reacia a este tipo de movilizaciones, agregó: "la próxima vez que hagan una manifestación, iré".
Horas antes, Chirac apareció en televisión para expresar la "felicidad de toda la nación", agradecer "la extraordinaria movilización en Francia y en el extranjero" y confirmar que ambos rehenes gozaban de "buena salud".
Aubenas y Hanun fueron secuestrados el pasado 5 de enero en Bagdad, hecho que conmocionó a Francia ya que su política no intervencionista en la guerra emprendida por el presidente estadunidense, George W. Bush, contra el derrocado líder iraquí Saddam Hussein, hubiera permitido creer que los franceses serían los últimos en correr peligro frente a la resistencia iraquí.
Durante los cinco meses transcurridos desde el secuestro, Francia se movilizó de manera extraordinaria, desde el gobierno, con su ministro de Asuntos Exteriores Michel Barnier y su embajador en Bagdad, hasta el más modesto de los franceses.
Desde hace 157 días la movilización en apoyo a Aubenas llegó a instalar fotografías gigantes de ambos en las fachadas de las alcaldías de la nación francesa y en muchas plazas públicas como la Concordia y Trocadero en París. Se distribuyeron pines y se hicieron brazaletes y calcomanías con sus nombres, se dibujaron perfiles de Florence en fachadas y esquinas, como si el caminante fuera a encontrarse de pronto con ella. Se soltaron globos con sus nombres en playas y parques; corrieron fragatas y pasearon veleros con sus efigies, además no hubo noticiero por radio o televisión que no empezara o terminara con el recordatorio: "nuestra compañera y su guía llevan tantos días detenidos..."
Las más altas autoridades islámicas de Arabia Saudita y países de Africa del norte, de Irak mismo y de las mezquitas de Europa intervinieron ante los raptores. Finalmente, el ex ministro Michel Barnier, a cuyo cargo estuvieron las negociaciones (hasta ser remplazado hace unos días por un reacomodo del gabinete) afirmó que no se pagó por las liberaciones y que Francia pidió a Estados Unidos garantías para los pasos de la liberación que se dieron tras un recorrido de 80 kilómetros a través de Bagdad.
De esta manera Barnier, desmintió a Robert Ménard, secretario general de Reporteros Sin Fronteras, quien la víspera dijo que los captores de Aubenas y Hanoun exigían 15 millones de dólares para soltarlos.