Asalto, móvil del crimen para la PGJE; fue venganza: testigos
Matan a regidor panista en la Costa Chica
Acapulco, Gro., 11 de junio. Eduardo Jiménez Ramos, regidor panista de Cuajinicuilapa -región de la Costa Chica- fue asesinado por dos pistoleros en una dulcería de su propiedad, que se localiza a menos de 100 metros de la alcaldía.
Aunque testigos indicaron que fue por venganza, el procurador general de Justicia de Guerrero, Eduardo Murueta Urrutia, aseguró que el asesinato lo cometieron asaltantes, quienes "iban por el dinero que tenía; él se defendió, trató de resistirse al asalto y todavía golpeó a uno de los asaltantes mientras que el otro hampón le disparó".
Murueta Urrutia aseguró que los supuestos asaltantes "salieron rumbo a Oaxaca; ya tenemos el nombre de uno de ellos; va hacia allá el perito para hacer el retrato hablado y para checar el otro, pero estamos sobre el asunto. Las autoridades de Oaxaca están colaborando".
La cabecera municipal de Cuajinicuilapa se encuentra a 30 minutos por carretera de Ometepec, donde la tarde del jueves fue asesinado el perredista Marino Rentaría Marín, dirigente del Movimiento Indígena por la Autonomía (MIA), quien hace cuatro años encabezó a un grupo de amuzgos para ocupar un predio de Carlos Mateo Aguirre, hermano del ex gobernador Angel Aguirre Rivero, señalados de ser caciques y latifundistas.
Sobre este crimen, el secretario de Gobierno, Armando Chavaría Barrera, dijo que "lamentablemente se debió a un conflicto por la posesión de un predio. Hay el alegato de si es ejidal o propiedad privada; lo cierto es que varias familias están allí desde hace cuatro años. Hubo intromisión de otros ciudadanos de filiación priísta, y los que están en el predio desde hace cuatro años son perredistas".
Chavaría Barrera, compadre del ex gobernador Aguirre Rivero y director del Instituto Nacional para la Educación de los Adultos durante su gobierno, descartó que conflictos de caciques en la región de la Costa Chica hayan provocado la muerte del líder perredista y del MIA. "No puedo asegurar que sea entre caciques", respondió.
Sin embargo, hay antecedentes en la prensa local de que los líderes del MIA habían solicitado la intervención del secretario general de Gobierno ante las amenazas de muerte de grupos contra los indígenas que reclaman el predio al que consideran ejidal y no propiedad privada de Carlos Mateo.
Sobre el señalamiento que hizo Lauro García Vázquez, también dirigente del MIA, de que el funcionario les "cerró la puerta", Chavarría Barrera respondió que nunca se le solicitó audiencia para tratar ese tema.
"Lamento que haga declaraciones de ese tipo, porque nunca he tenido la visita de Lauro en la secretaría. A la gente le consta, los que van, pues los recibo, solamente les pido un poco de paciencia, pero normalmente atiendo a todos", añadió.
"No fue un conflicto realmente político, sino por la posesión del predio. Hubo este desenlace y se están haciendo las investigaciones. Hubo confrontación entre dos grupos de ciudadanos, de indígenas que desde hace cuatro años se encuentran en posesión de un predio", dijo.
Chavarría Barrera aseguró que el asesinato no quedará impune y que el gobierno estatal actuará con rigor y prontitud para castigar "a quien resulte responsable, sin importar nombres".
La esposa del profesor asesinado, Aída Reyes García, dijo que quienes atacaron a su marido, los priístas Domingo Guerrero Matías y Candelaria Martínez Carreto, lo agredieron a machetazos en la cabeza, y que fue Mario Martínez Morales quien le disparó con una pistola.