Más de los minimalistas

ENTRE LAS novedades del mundo del minimalismo musical, el disco Minimalist (Virgin Classics), cuya portada es una garigoleada ''m'', ofrece un compendio alucinógeno del gran esplendor de esa música que busca lo máximo con lo mínimo. Los intérpretes son de lujo: la London Chamber Orchestra dirigida por Christopher Warren-Green que reúne obras referenciales y reverenciales de los maestros minimales: Shaker loops, de John Adams, una genialidad encabalgada en cuerdas; Facades, del célebre Felipe Vidrio, o séase don Philip Glass; Eight lines, del grandioso Steve Reich, alumno dilecto de Terry Riley; sigue con otra clásica de Glass poco frecuentada, Company, y culmina en plan grande con The Frontier, de uno de los integrantes menos conocidos de la pléyade minimal: el compositor Dave Heath. Toda la formación filosófica, toda la intención humanística, todos los poderes expresivos, la esfera perfecta de lo hipnótico, lo mántrico, lo elevado y hondo están reunidos en este interesantísimo y glorioso compendio del arte minimal.