Dar a la población marginada acceso real a los servicios de salud, la finalidad
Nuevo esquema sanitario en Chile incluye atención a males más comunes
Anuncia la Ssa incorporación de insuficiencia renal crónica en el Seguro Popular
Con el tratamiento integral para las enfermedades graves más comunes, como el cáncer, lesiones de médula ósea que requieran trasplantes, infarto agudo al miocardio e insuficiencia renal, entre otras, empezará a funcionar en Chile un nuevo sistema de protección social.
La principal finalidad de la estrategia, explicó Alvaro Erazo Latorre, director nacional del Fondo Nacional de Salud (Fonasa) de ese país, es dar acceso real a los servicios de salud a la población más pobre y a los de ingresos medios, entre quienes sobresalen los jubilados y pensionados.
Para ello, las autoridades chilenas emprendieron una reorganización del sistema de servicios de salud, una de cuyas principales novedades es que se obliga por ley a las compañías aseguradoras privadas a proporcionar a los afiliados la misma atención médica, protección financiera y calidad que ofrece la estructura sanitaria pública. No habrá selección adversa, sino que la cobertura será obligatoria para toda la población, señaló el funcionario.
Al participar en el seminario Internacional de los Sistemas de Salud, que organizó la comisión del rubro de la Cámara de Diputados, Erazo Latorre detalló que el programa empezará a operar de manera formal el próximo 1º de julio, con 25 acciones; en 2005 el número se elevará a 40 y para 2007 la atención clínica abarcará 56 padecimientos.
El Fonasa tiene el mismo principio del Seguro Popular de México, comentó Erazo, pero el chileno es un solo seguro público que pretende proteger a los casi 16 millones de chilenos, y de entre los cuales estarán exentos de cualquier tipo de pago quienes perciban menos de 200 dólares como ingreso mensual; éstos representan la mitad de la población total.
Luego de la inauguración del seminario que estuvo a cargo de Marta Sahagún, el secretario de Salud, Julio Frenk Mora, presentó la experiencia mexicana con el Seguro Popular y anunció que a partir de 2006 se incorporará al mismo la atención de la insuficiencia renal crónica, padecimiento que se ubica entre las principales causas de hospitalización en el país.
A su vez, Nidia Milagros Martínez Pití, vicepresidenta de la Comisión de Salud del parlamento de Cuba, resaltó los principales logros de la isla en esta materia, los cuales han sido posibles pese al bloqueo económico impuesto por Estados Unidos y a que en seis años generó pérdidas por más de 2 mil millones de dólares.
Mencionó, entre otros, la cobertura médica de 100 por ciento en comunidades rurales y de 99.9 por ciento del total de partos. Antes de 1959, año de la Revolución cubana, morían 60 niños recién nacidos por cada mil nacidos vivos. Actualmente esta cifra se ha reducido a 5.8 por cada mil.
La expectativa de vida de los cubanos es similar a la de los países desarrollados, con 77 años. En Australia es de 80 y ocupa el quinto lugar de la tabla de mayor esperanza de vida.
En Cuba, igual que las naciones del primer mundo, las principales causas de morbimortalidad son las afecciones crónico degenerativas. Además, las personas que actualmente cumplen 65 años de edad tienen una esperanza de vida de 20 años más, mientras que quienes llegan a los 80 de edad todavía pueden esperar vivir ocho más. Para toda esta población geriátrica, está garantizada la atención médica integral que necesitan, apuntó la funcionaria.
Los éxitos de la medicina cubana también incluyen indicadores como la mortalidad materna, la cual se encuentra en 3.9 por cada mil nacidos vivos y enfermedades como el tétanos, la parotiditis y el paludismo han sido eliminadas de la isla.