Reditan su obra El Quijote para jóvenes
Felipe Garrido facilita el primer contacto con el ingenioso hidalgo
Ampliar la imagen Una de las ilustraciones de Antonio Albarr�Rivera que se incluyen en el libro Don Quijote de la Mancha, texto adaptado por Felipe Garrido, integrante de la Academia Mexicana de la Lengua
El contacto inicial de Felipe Garrido con El Quijote, de Miguel de Cervantes, fue en la infancia, cuando su padre le leía fragmentos de esa célebre novela.
Para facilitar a los lectores ese primer encuentro con el ingenioso hidalgo, Garrido escribió el libro El Quijote para jóvenes.
El volumen, que ahora edita Nuevo México con grabados de Gustavo Doré, servirá de guía para los lectores que por primera vez se adentren en el mundo del caballero de la triste figura.
''El libro-guía funciona mejor entre los adolescentes,pues brinda una lectura rápida de El Quijote, pero también ayuda a recordar muchas cosas a quienes ya leyeron el texto completo", explica el autor.
Garrido asegura que la lectura en voz alta, es decir, cómo se narran leyendas y cuentos debería ser el primer contacto de los niños con la literatura.
La idea de escribir un libro que resumiera las aventuras de don Quijote y Sancho Panza fue de Eulalio Ferrer, quien invitó a Felipe Garrido a preparar la primera edición, que fue publicada en 1991 por el gobierno de Guanajuato y la reditó en 2001.
La nueva versión de El Quijote para jóvenes, además de incluir algunos grabados de Doré, presenta resúmenes capítulo por capítulo para destacar los rasgos más notables de los personajes y entre paréntesis aparecen ejemplos de la escritura de Cervantes con la intención de comprender mejor el lenguaje del autor español.
Con 40 años en el magisterio, Garrido afirma que lo más importante para que una persona se interese en la lectura es que entienda el texto, porque ''si no entiende lo suficiente estamos perdiendo lectores; siempre mi mayor preocupación ha sido que los estudiantes entiendan lo que leen".
La necesidad de la justicia
En entrevista Felipe Garrido, catedrático de la Universidad Nacional Autónoma de México, explica que es muy fácil apasionarse por El Quijote, pues su característica más importante es que ''se atreve a intentar lo imposible, lo que parece que está fuera de nuestro alcance; ésa es una lección muy importante para los niños, hay que atreverse a realizar lo imposible".
Considera que vale la pena gastar la vida en tratar de imponer la justicia, la cual fue la principal locura de Don Quijote. ''Imagina un mundo, vive en él y está consciente de su imaginación, pues no pierde contacto con la realidad. Decide andar de caballero andante y va haciendo conciencia."
De acuerdo con Garrido, los valores que El Quijote defiende son la honestidad, la lealtad, la fidelidad, el aprecio por la virtud y, sobre todo, la necesidad de justicia.
Al reflexionar sobre lo que descubre en cada lectura de El ingenioso hidalgo, el escritor recordó un ensayo de José Rubén Romero sobre las distintas lecturas de El Quijote, a los 15, 30, 45 y 60 años.
''Romero dice que a la edad de los 60, lo que más le interesaba era la sabiduría vital de la obra de Cervantes. Las reflexiones de don Quijote y Sancho Panza sobre el sentido de la vida, de la amistad, de la relación entre padres e hijos; todo esto que a los niños no les va a importar a esta persona de 60 sí le interesa; además tiene la ventaja de que en cada lectura posterior de El Quijote se recupera la anterior."
Garrido también colaboró en la versión infantil de Don Quijote de la Mancha (Océano), con ilustraciones de Antonio Albarrán y fotografías de Antonio Perea.