Usted está aquí: martes 7 de junio de 2005 Estados Inviable, el desarrollo turístico de Punta Maguey, según expertos

La explotación de las playas Cacaluta y Carrizalillo alterará la biodiversidad de la zona, advierten

Inviable, el desarrollo turístico de Punta Maguey, según expertos

El proyecto también violenta el Programa de Manejo del Parque Nacional Huatulco, aseguran

MIREYA CUELLAR/ II ENVIADA

Ampliar la imagen Bah�de Cacaluta, una de las �as del Parque Nacional Huatulco que ser�alterada por el proyecto Punta Maguey FOTO La Jornada

Bahías de Huatulco, 6 de junio. Punta Maguey, como territorio del Parque Nacional Huatulco, presenta un "uso incompatible con el turístico", señala el análisis técnico-científico del proyecto que impulsa el Fondo Nacional de Fomento al Turismo (Fonatur), realizado por investigadores de los Institutos de Recursos y de Ecología de la Universidad del Mar (de Oaxaca) y de la Universidad Nacional Autónoma de México.

Establece que la demanda de agua, las 39 habitaciones, un comedor, tres plantas de tratamiento de aguas (que generan residuos peligrosos con categoría de biológico-infecciosos), descarga de aguas tratadas al mar y la instalación de equipos de aire acondicionado alterarán la riqueza biológica de la zona por su cercanía a sitios "estratégicos en la conservación": humedales, arrecifes, población de especies en peligro de extinción, como el caracol púrpura y las tortugas marinas.

El uso que se pretende hacer de las playas Cacaluta y Carrizalillo, actualmente casi vírgenes, -donde los visitantes del complejo turístico que ahí se pretende instalar podrán tomar el sol- afectará la biodiversidad de la zona costera, donde se encuentran arrecifes coralinos de unas 6.4 hectáreas de extensión sólo en el caso de Cacaluta. La afectación se puede dar de dos formas, señalan los especialistas en el estudio que hicieron llegar al consejo asesor del Parque Nacional Huatulco:

Los afluentes generados por las plantas de tratamiento arrastrarán lodos con cantidades elevadas de nutrientes y no se eliminarán metales pesados. La disposición de cerca de 30 mil litros diarios de aguas tratadas en la laguna de Zanate provocará eutrofización -incremento de sustancias nutritivas- de las aguas y deterioro del sistema lagunar, con la posibilidad de rebosarlo durante la época de lluvias y verter su contenido en el mar.

Arrastre de los fertilizantes por lluvias o por riego (según el proyecto se adquirirán para mantener cierta vegetación en la zona turística). Es previsible que se infiltren en las aguas subterráneas y sean arrastrados por las lluvias a la laguna Zanate y a la zona marina aledaña al proyecto. Dado que las mareas y corrientes tienden a diseminarlos, pueden deteriorar los sistemas arrecifales mejor conservados del Pacífico mexicano, como los de Huatulco.

Punta Maguey fue elegida erróneamente para el proyecto turístico desde el punto de vista de la conservación del paisaje, apunta el estudio, pues en este lugar se encuentra la divisoria de aguas de la microcuenca del río Cacaluta y Cacalutilla, que permite la recarga de humedales y acuíferos.

Si se daña este territorio también repercutirá en la vegetación y la fauna, debido a que esta última llega en busca de agua. Hay registro -lo consigna la manifestación de impacto ambiental- de que venados, jabalíes, zorras, loros, aguilillas, tigrillos, armadillos y otras especies usan la laguna de Zanate como abrevadero. La descarga de aguas tratadas y residuos de fertilizantes en ella tendría "impacto negativo" para todas estas especies.

Además, a la playa de Cacaluta llegan a desovar cuatro especies de tortugas marinas catalogadas como en peligro de extinción: la blanca, golfita, carey, aunque no es su zona de anidación, también se tienen reportes de la presencia de la tortuga laúd.

El análisis firmado por los investigadores Gerardo E. Leyte Morales y Oswaldo Morales plantea también que el proyecto violenta el Programa de Manejo del Parque Nacional Huatulco (PNH), dado que "en la zona de uso restringido UR1 (donde se ubicarán las habitaciones) sólo se permite la construcción de infraestructura temporal de bajo impacto, exclusivamente para la investigación científica y monitoreo del ambiente, por lo que no procede la construcción de infraestructura turística de ningún tipo".

En las zonas catalogadas como UR1 del PNH se prohíbe modificar ecosistemas, reducir la cubierta vegetal o extraer organismos. Sin embargo, el proyecto Punta Maguey explícitamente describe que una de las acciones será remover casi dos hectáreas de árboles y cubierta vegetal.

En concreto se propone el derribo de árboles inferiores a 10 metros, pero, dado que el ecosistema corresponde a la selva baja caducifolia, el arbolado típico no es mayor de ese tamaño por lo que no habría limitantes para derribar la vegetación nativa.

 
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