Usted está aquí: domingo 5 de junio de 2005 Opinión LA VIDA (BREVE) EN SAN LAZARO

LA VIDA (BREVE) EN SAN LAZARO

José Agustín Ortiz Pinchetti

El ex secretario Creel

PUES BIEN, YA CON ánimo sereno reflexionaré sobre el desempeño de Santiago Creel en la Secretaría de Gobernación.

LO POSITIVO: NO FUE poco mérito haber conducido en paz la gobernación del país. Es cierto que dependió más de lo que no hizo, que de lo que hizo. Pero hay omisiones creativas. No fue poca cosa abdicar de funciones de control de los secretarios del viejo régimen. Hombre liberal, obsesionado por quedar bien, cumplió su tarea de "dejar pasar, de dejar fluir".

SU MERITO CRECE si pensamos que lo alcanzó en la difícil etapa de la alternancia. Y tuvo que hacerlo como un novato en la política. Recordemos, su primera experiencia la alcanza a los 40 años, en 1994, como consejero electoral del primer IFE. Sus primeras armas las ejerce entre 1997 y 1999 en la Cámara de Diputados acosado por el PRI y aislado por el PAN. Contendió para la Jefatura del Distrito Federal en 2000 y arrastrado por la estrella de Fox estuvo a punto de alcanzar a AMLO. Así que cuando llegó a la Secretaría de Gobernación, en ese año tenía apenas tres años en la línea de fuego. Los viejos secretarios de Gobernación requirieron de 20 años de entrenamiento intensivo.

Y AHORA VIENE lo negativo: para empezar, no se dio tiempo de adquirir oficio. Se encandiló con su posible candidatura y empezó a actuar desde el principio como si ya estuviera en campaña. Debió esperar en la penumbra dos años, tenía a mano gente leal como Javier Moctezuma, pero prefirió a Diego Fernández de Cevallos, por creer que influiría en el PAN para garantizarle ser el tapado. Preferencia peligrosa, pues como él sabía (lo conversamos varias veces), que Diego es codicioso, despiadado y más cercano a Salinas que a Fox.

SU ERROR MAYOR, como lo señala Agustín Basave, fue confiar en Roberto Madrazo. Todas las experiencias anteriores con Roberto habían sido negativas. Rescató a su candidato en Tabasco, para que el PRI y Madrazo siguieran vivos. Volvió a sufrir traiciones y volvió a ponerse en sus manos. La debilidad fue percibida por sus adversarios y aprovechada para obtener una multitud de ventajas sin contraprestación.

OTRO MACRO ERROR fue meterse en la aventura del desafuero. Es cierto que intentó proponer "salidas", pero implicaban para el jefe de Gobierno meterse en litigios riesgosos y los rechazó. Cuando habría sido tan fácil cancelar el proyecto demostrando las inconsistencias de la acción penal, como finalmente sucedió. Así que sus ofertas de negociación son para quienes las recibimos como maniobras distractoras. Creel organizó la retórica para defender la descalificación y operó con la fracción panista y disciplinó a los disidentes, ¿y si no él, quién?

Y POR ULTIMO, un exceso de obediencia hacia su jefe y amigo Vicente Fox, que no sé si es defecto o virtud. Si Santiago hubiera amenazado con una renuncia/denuncia cuando Fox le dio instrucciones de parar la reforma del Estado o parar la activación del desafuero, Fox hubiera cedido y Santiago sería hoy un candidato mucho más fuerte y viable para el PAN y para afuera.

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