Usted está aquí: domingo 5 de junio de 2005 Política Pendiente aún, el respeto absoluto a garantías

Entrevista a JORGE MADRAZO CUELLAR, EX OMBUDSMAN NACIONAL

Pendiente aún, el respeto absoluto a garantías

Una fuerte tradición autoritaria que se negaba al cambio fue uno de los principales obstáculos que encaró el ex titular de la CNDH en su momento, pero señala en su favor que se dio un importante avance contra la impunidad

Contrasentido, hacer jurídicamente obligatorias las recomendaciones

Ampliar la imagen El entrevistado en imagen de archivo FOTO Mar�Luisa Severiano

VICTOR BALLINAS

El ex presidente de la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) Jorge Madrazo Cuéllar -1993-1996- dice a La Jornada que la lucha por el respeto completo de los derechos humanos "no se ha ganado", pero se ha avanzado gran trecho. Sostiene que siempre ha habido tentación de pensar que las recomendaciones se hagan obligatorias, pero el día que eso ocurra, el ombudsman (defensor del pueblo, en sueco) dejará de ser tal, y entonces formaría parte de los órganos del Poder Judicial. No es ése el camino, el titular de la CNDH tiene sólo un instrumento para salir adelante con su misión, y ese instrumento es la sociedad, para hacer cumplir sus recomendaciones.

Entrevistado telefónicamente, el ahora cónsul en Seattle, Estados Unidos, resalta que con la creación de la CNDH, que este lunes cumple 15 años, quedó claro que la defensa de estos derechos es responsabilidad de la sociedad organizada y el Estado. La concreción de la CNDH significó un fuerte impulso institucional para profundizar en la difusión y protección de estas garantías.

-¿Cuáles fueron los obstáculos que encaró como ombudsman?

-La resistencia a la institución y a sus tareas vino de la ignorancia, de la falta de conocimiento de su naturaleza, de una fuerte tradición autoritaria que se negaba al cambio. Hubo resistencia desde el poder, incluso del Poder Judicial, que decía "¿por qué ahora hay una instancia no jurisdiccional que va a venir a hacer el trabajo que nosotros hacíamos históricamente a través del amparo?", pero también hubo resistencias de los organismos civiles de defensa de los derechos humanos que perdieron el monopolio de la protección de esas garantías. No se han terminado esas resistencias, aunque vamos muy avanzados.

-¿Considera que se logró frenar la impunidad?

-En procuración de justicia y corporaciones policiacas indudablemente se dio un importante avance contra la impunidad. Sobre todo generó en los servidores públicos la reflexión sobre la conveniencia de pensar dos veces las cosas antes de hacerlas. También les quedó claro que sí era posible que las violaciones a los derechos humanos de los ciudadanos trascendieran y vieran la luz pública, con el consecuente riesgo de ser castigados y evidenciados. Pero en lo que se refiere a procesar penalmente a todas las personas que delinquen, es decir a servidores que violan los derechos humanos, desde luego los resultados no han sido los mismos.

-¿Qué ha cambiado en violaciones de derechos humanos desde el inicio de la CNDH hasta hoy?

-En cuanto a la tortura creo que a escala federal está erradicada y en materia local cada vez se presenta como una verdadera excepción. Algunas otras violaciones, como la desaparición forzada y los tratos degradantes, creo que desde hace tiempo ya no se registran. La violación a los derechos humanos forma parte de las miserias y las debilidades humanas. Sus modalidades cambian y sus formas de expresión también. El gran reto es sembrar en la mente de los mexicanos (gobernantes y gobernados) que sólo respetando y defendiendo los derechos humanos tenemos futuro como nación. Igualmente debe existir la convicción de que aquel que se salga de la regla de respetar esos derechos será castigado en el marco de un proceso penal con plenas garantías de defensa.

-¿Qué propone para que gobiernos y funcionarios públicos cumplan las recomendaciones?

-Ante todo hay que dejar de pensar que las recomendaciones se hagan obligatorias jurídicamente, eso sería un contrasentido. La fuerza de las recomendaciones y, por tanto, su cumplimiento, depende del apoyo de la opinión pública. Es esta fuerza enorme lo que debe producir su cumplimiento. Lo que hace falta es la capacidad para generar con intensidad esas corrientes de opinión pública. El éxito que la CNDH ha tenido se debe en importante medida al talento, valor y patriotismo de su fundador Jorge Carpizo.

Madrazo hace un sucinto recuento de su papel como ombudsman nacional: en enero de 94 tuvo que intervenir ante la aparición del movimiento armado de Chiapas. "Yo decía que era muy extraño que estando el conflicto militar se haya determinado la presencia del ombudsman allí. Fue complicado, difícil e inédito. Otra cosa importante lo constituye el consejo de la comisión; si lo revisamos respecto a cómo están otros ombudsman, prácticamente ninguno tiene un órgano colegiado como el de la CNDH.

"Me tocó, por ejemplo, revisar las decisiones de las comisiones estatales; fue muy difícil, porque algunos ombudsman decían '¿cómo es que somos presidentes de las comisiones y alguien más nos va a revisar?', pero esto lo tenía que hacer porque así se estableció en la Constitución, con la reforma de 1992 que elevó a rango constitucional a la CNDH, creada el 6 de junio de 1990."

-¿La creación de la CNDH realmente fue para defender derechos, o para legitimar el gobierno cuestionado por el proceso electoral de 1988?

De manera tajante responde: "Fue una decisión de Estado ante un problema serio de violaciones a derechos humanos que existía en el país, no era algo inventado; había que buscar mecanismos más frescos e innovadores para profundizar en el respeto a los derechos humanos.

-¿Consideran las organizaciones no gubernamentales (ONG) que la CNDH ha respondido las expectativas?

-Siempre ha existido alguna susceptibilidad en las ONG dedicadas al respeto y defensa de los derechos humanos. De pronto vieron que también un organismo del Estado tenía la encomienda de la defensa y respeto de estos derechos. Aquí se trata de sumar, de ver cómo se puede complementar la visión de la CNDH con la de las ONG. Unidos necesitamos sacar el movimiento de derechos humanos más exitoso para el país. Y la invitación sigue siendo la misma desde el 6 de junio de 1990 -creación de la CNDH-: sumar en lugar de restar.

-Desde su creación la CNDH ha comprobado violaciones a derechos humanos por elementos del Ejército, que han abusado de indígenas; elementos de la PGR por tortura, malos tratos, y las detenciones arbitrarias que ocurren en todas las corporaciones policiacas. En el sector salud las esterilizaciones forzadas de indígenas, hombres y mujeres; los abusos contra indígenas. ¿Considera que la CNDH ha podido frenar estas denigrantes violaciones?

-Desde luego la lucha por la preservación y el respeto completo a los derechos humanos no se ha ganado, pero creo que hemos avanzado un gran trecho, no sólo ha sido por el trabajo de la CNDH, hay que reconocerlo y decirlo, también por el trabajo de la sociedad civil organizada que incluso trabajaba desde antes de la creación de la CNDH en la materia, y espero que con la creación de la CNDH estos organismos sigan con su importante trabajo, porque hay que sumar. Hay algunos problemas que teníamos desde 1990, que si no han desaparecido, están ahora más acotados. Un ejemplo es la tortura o la desaparición forzada de personas, ahí hay avances indiscutibles. Desde luego en México no se ha acabado, como en muchas partes del mundo, este tipo de violaciones. En el caso de abusos masivos que se vivían en los 90, por ejemplo en las corporaciones policiacas o en la procuración de justicia han disminuido, pero todavía falta un gran trecho.

-¿El Ejército es todavía una resistencia?

-Nunca he estado en favor de un ombudsman militar, para decirlo claramente. No debe haber una instancia especial para las violaciones a derechos humanos cometidas por las fuerzas armadas. Debe ser el ombudsman nacional quien se encargue de buscar que en esas fuerzas se preserven los derechos humanos.

-¿Está usted de acuerdo en que las vulneraciones cometidas por militares deben ser juzgadas por el fuero común?

-Valdría la pena promover un amplio debate en la sociedad civil para saber cuál es el futuro de los fueros especiales que prevé la Constitución, entre ellos el de guerra, pero, repito, hay que verlo en un marco más amplio.

"Para mí ha sido un timbre de orgullo haber trabajado en la CNDH, primero como visitador general y luego como titular. La CNDH es imprescindible en el futuro del país, ojalá y se siga fortaleciendo por el bien del mismo."

 
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