Usted está aquí: sábado 4 de junio de 2005 Ciencias Papalote presenta la fragilidad de los arrecifes coralíferos en un documental

Papalote presenta la fragilidad de los arrecifes coralíferos en un documental

La fragilidad de los ecosistemas, en este caso, el de los arrecifes coralíferos, se pone de manifiesto en el documental que presenta el Museo del Papalote a partir de esta semana.

Coral reef, la aventura, es el título del fantástico filme en el que se da a conocer la delicada situación a la que están sometidas las cadenas de corales en los mares del mundo. La sobrepesca, la contaminación de las costas y el aumento de la temperatura marina a causa del calentamiento global, contribuyen decisivamente a la paulatina destrucción -en los pasados cuatro años, 10 por ciento de los arrecifes ha muerto- de los antiquísimos corales, las más grandes estructuras vivientes, que proporcionan hogar a casi una cuarta parte de la vida marina, aunque tan sólo ocupan uno por ciento del lecho marino.

Imágenes inimaginables, tomadas por los expertos Michele y Howard Hall, premiados en múltiples ocasiones, en la conocida Gran Barrera de Coral en aguas del Pacífico Sur, la cadena más extensa del mundo, casi 2 mil kilómetros, despiertan en el público la sensibilidad por el cuidado de los arrecifes de coral en donde, como bien sentencia la literatura especializada, los paisajes y criaturas más fascinantes, diversos y misteriosos del planeta existen escondidos a nuestra vista.

Comunidades de pescadores de las islas Fiji son captadas, entre otras escenas, en su labor de guardianes de estos fantásticos sistemas de vida formados hace más de 100 millones de años. Los niños isleños, se dice en la narración, son un semillero de futuros buenos biólogos marinos, aunque, como atinadamente señaló Adolfo Gasca Gracia, director del Instituto de Ciencias del Mar y Limnología de la Universidad Nacional Autónoma de México, presente en la función inaugural, aquí en México hay también excelentes biólogos marinos con reconocimiento mundial.

Ni rocas ni plantas

Literalmente, una cortina de tiburones grises, no muy bravos, como se descubriría después, se ve cuando huye de los intrusos exploradores; un pulpo que utiliza su poder de camuflaje; un robusto pez que al sentirse amenazado cambia sus manchas, o un diminuto camarón en busca de alimento, forman parte del alucinante mundo documentado en 45 minutos.

Los corales son animales marinos -no rocas ni plantas- y los hay de dos tipos: duros y blandos.

Aunque no se presenta en el filme, cabe señalar que frente a las costas mexicanas, en el mar Caribe, desde Cancún hasta Honduras, se encuentra la segunda cadena coralífera del mundo.

De los corales, que protegen las playas de la erosión y de los daños ocasionados por las tormentas, se pueden obtener en laboratorio recursos médicos, como los compuestos químicos utilizados en los antihistamínicos, antibióticos o medicamentos para enfermedades que van del asma al sida, así como su aplicación en adhesivos y prótesis humanas.

Por ahora la defensa de los arrecifes a escala mundial corre a cargo de los esfuerzos de la organización Reef check y de la Red Global de Monitoreo de Arrecifes de coral de la ONU.

El documental, cuya proyección es patrocinada por la línea de autobuses ADO, estará en pantalla hasta febrero del año próximo, de lunes a viernes a las 10:30, 12:30. 14:30, 16:30 y 18:30 horas. Con una función adicional los jueves, sábados y domingos, a las 20:30 horas, y los precios de acceso son de 55 pesos para niños y 65 para adultos.

El museo ofrecerá funciones especiales para 8 mil niños de comunidades urbanas marginadas.

Jaime Whaley

 
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