Presentaron La isla de la Pasión, novela de la escritora y periodista colombiana
Laura Restrepo refleja ''la necesidad de AL de encontrarse con su propia historia''
Manuel Arango propone convertir el atolón de Clipperton en Patrimonio de la Humanidad
Ampliar la imagen Laura Restrepo el mi�oles, en el Caf�el Bosque, en Chapultepec, donde present� libro reditado por Editorial Alfaguara FOTO Jos�ntonio L�
Con su nueva obra la escritora Laura Restrepo ha conjurado la soledad de la legendaria isla Clipperton y la ha convertido en un concurrido lugar: allá viajan, uno tras otro, los muchos lectores de su novela La isla de la Pasión ayudados por su imaginación, seducidos por la historia de heroísmo, dignidad, tragedia y amor que relatan sus páginas.
Así lo constató la abundante concurrencia que acudió a la presentación del libro, efectuada la tarde del martes en el Café del Bosque, en Chapultepec.
Un fragmento del documental producido por el empresario Manuel Arango en 2003 acerca del atolón perdido en el océano Pacífico fue el preámbulo de la charla que sostuvieron el propio Arango, Restrepo y Alberto Ruy Sánchez.
La narradora aseguró que su novela (escrita en 1989 y reditada ahora por Alfaguara) refleja ''la necesidad de los latinoamericanos de encontrarse con su propia historia".
Felicidad a pesar de la tragedia
Y es que el atolón Clipperton (otrora territorio mexicano) tiene la cualidad ''de esos lugares míticos que se convierten en símbolos. La isla es la punta del iceberg de muchos problemas culturales inmensos. Por ejemplo, qué significa defender un territorio, qué significa ser héroe o contar una historia; qué debe hacer un periodista que comienza a escribir y de pronto debe llenar huecos como novelista", señaló Ruy Sánchez.
El escritor agregó que, a diferencia del cineasta Emilio Indio Fernández, quien en los años 40 realizó una película sobre la isla, con un tono que llegó al ''paroxismo nacionalista", la mirada de Laura a la historia de los náufragos mexicanos en Clipperton es ''más sosegada. Se trata de un periodismo sensible. A ella lo que le intriga es la felicidad; se pregunta cómo es posible que a pesar de la tragedia se sea feliz."
Comparó a la escritora con un artesano que debe inclusive crear sus propios instrumentos de trabajo, pues ''no existen fórmulas para escribir".
Por tanto, Restrepo entrelazó dos ''hebras narrativas": una proviene de su pluma de reportera, la otra de su mano de escritora.
Al final, quedó un ''libro-trenza'' y cada tira entrelazada tiene un color distinto. La isla de la Pasión está llena de vitalidad porque en la novela se refleja la parte de la vida que posee el escritor", concluyó.
Laura Restrepo compartió con el público algunas anécdotas de sus años de exilio en México: ''fueron días duros. Cuando decidí hacer este libro elegí un tema que tenía que ver con lo que vivía entonces: el sentimiento de exilio, pues la historia habla de separación, de dureza, de desencuentros."
Recordó que no sabía por dónde empezar a investigar, y aunque no es supersticiosa, acudió con un lector de Tarot para preguntarle: "¿dónde está el comienzo de mi historia?"
El hombre, al fin un charlatán, le dio una dirección falsa en Zihuatanejo y hasta allá fue a parar Laura y sus escasos recursos económicos: ''Creo que entonces (y aún ahora) era más real la imaginaria ínsula barataria de Sancho Panza que Clipperton".
No obstante, logró recorrer buena parte de México, entrar ''al corazón de la gente" y de un país que le brindó refugio. El destino marcó la pauta: un día Laura se encontró un rollo de billetes. Eran 400 dólares que le sirvieron para financiar sus viajes por el país.
Después, ''nunca me tomó más de dos horas encontrar a las personas que buscaba, y nunca tuve que hospedarme en un hotel, pues siempre me alojaron en sus casas".
Los fanáticos de la obra de Restrepo y los de la propia Clipperton (atolón que ahora pertenece a Francia) se amalgamaron en la presentación del libro La isla de la Pasión.
Todos querían seguir escuchando tanto los relatos sobre la hechura de la novela, como las vivencias de quienes han podido llegar al lugar, entre ellos, integrantes de la industria pesquera y científicos investigadores.
Expedición científica a Clipperton
Manuel Arango, por su parte, propuso que Clipperton se convierta en Patrimonio de la Humanidad y, así, en una suerte de laboratorio en el que se puedan realizar estudios científicos a escala mundial.
Vivianne Solís, del Instituto de Ciencias del Mar y Limnología de la Universidad Nacional Autónoma de México, comentó detalles acerca de la expedición que un equipo internacional de investigadores realizó en abril pasado, encabezada por el científico francés Jean-Louis Etienne (La Jornada, 19/04/05).
Refrendó la imagen que a los lectores de Laura Restrepo les queda luego de leer La isla de la Pasión: Clipperton ''es una isla mágica, donde sólo viven cientos de miles de pájaros bobos y cangrejos anaranjados. No obstante lo remoto e inaccesible del lugar, se está abriendo el velo que la cubre. Estamos en el amanecer de una nueva era para Clipperton."