Toby Treves, curador de la exposición del artista inglés que se abrirá el sábado
''Moore abrió las puertas para la escultura en el Reino Unido''
El arte prehispánico fue esencial en su quehacer, indica el investigador a La Jornada
La muestra incluye 22 obras, dos de ellas de gran formato, así como dibujos y acuarelas
Ampliar la imagen Timothy Llewellyn, director de la Fundaci�enry Moore, observa una de las obras del creador brit�co que se exhibir�en el Museo Dolores Olmedo FOTO Carlos Cisneros
Del arte prehispánico, lo que más admiraba Henry Moore era el poder formal de expresión del mismo y la manera en cómo fueron elaboradas las piezas.
Así lo asegura el investigador Toby Treves, curador de la Tate Modern Gallery de Londres y de la muestra Henry Moore y México, que este sábado será inaugurada en el Museo Dolores Olmedo, como se informó el pasado miércoles en estás páginas.
A decir del especialista, el escultor inglés, uno de los artistas más relevantes del siglo XX, nunca trató de evocar a las sociedades ancestrales con su trabajo, en contraposición con otros creadores que en los años 20 sí lo intentaron e inclusive bautizaron sus obras con nombres de deidades de esas culturas.
''Lo que Moore veía, y buscó recuperar, fueron la dignidad y la monumentabilidad de las expresiones artísticas mediante las que las sociedades prehispánicas resaltaron la alta integridad del ser humano", enfatiza.
Influencia del arte maya
De visita en el país, para asistir a la inauguración de esa muestra, Treves reconoce que el arte prehispánico, en particular el de México, fue esencial entre las influencias que determinaron el quehacer de Henry Moore, quien logró ''transmutar el espíritu de aquella tradición en un lenguaje escultórico netamente personal".
Desde joven, siendo estudiante, el escultor trabó contacto con esa manifestación, mediante libros de historia y arte, así como las colecciones del Museo Británico de Londres. El arte maya, y en particular la figura del Chac Mool, lo impresionaron enormemente.
Fue en 1953 cuando al fin pudo apreciar estas manifestaciones artísticas en su contexto natural, durante una visita fugaz de 10 días que realizó a México, invitado por Mathias Goeritz, y durante la cual recorrió varias zonas arqueológicas vecinas a la capital del país, entre ellas Teotihuacán y Xochicalco.
La figura de Moore, de acuerdo con el especialista, es trascendental para el arte británico, al formar parte de una generación de artistas posteriores a la Segunda Guerra Mundial que pugnaron por transformar lo que era la escultura y ahondaron en sus posibilidades más allá de lo tradicional.
''Hasta los años 20, la escultura no era considerada un ala formal del arte, cuando menos en Inglaterra. Situación que cambió gracias al éxito personal e internacional que logró Moore, quien abrió las puertas para la escultura en el Reino Unido y para varios artistas ingleses en otros países."
Lograrlo, sin embargo, no fue fácil debido a la hostilidad de los seguidores de los modelos clásicos occidentales, los cuales cuestionaban y censuraban a quienes se apartaban de ellos, señala el curador, quien con una anécdota ilustra ese panorama:
''Siendo estudiante, un maestro lo criticó al revisar sus bosquejos no basados en la tradición. Le dijo: es obvio que Moore se la pasa viendo basura."
A decir de Treves, el creador nunca se opuso al modelo tradicional de la escultura europea: ''lo único que hizo fue sugerir que la influencia de ésta fuera más moderada y se permitiera estudiar otros modelos y tradiciones".
Inclusive en sus obras, prosigue, puede apreciarse cómo ese modelo clásico convive con otras tradiciones; aunque es algo más sensorial que visual.
Poco es lo que se ha estudiado sobre el rubro ideológico y político en el trabajo de Henry Moore, reconoce el representante de la galería Tate. Empero, precisa que en obras de cierta época pueden encontrarse posiciones críticas respecto de lo que considera injusticias sociales.
Esto puede verse, por ejemplo, en una serie de dibujos en los que retrata a personas que, durante la Segunda Guerra Mundial, debieron refugiarse en las estaciones subterráneas del Metro inglés para protegerse porque el gobierno no construyó albergues suficientes contra los bombardeos.
También son visibles aspectos más propositivos, como la serie de esculturas que por encargo del gobierno hizo sobre la familia para situarlas en espacios públicos, para filtrar la idea de responsabilidad y cohesión sociales.
Simpatía por el modelo comunista
Moore simpatizaba con el modelo comunista. Si bien no hay pruebas fehacientes de que haya militado en el partido, sí expresaba su apoyo por éste. Inclusive en los años 30 sostenía que cualquier persona con conciencia social debía simpatizar con ese modelo político, según Treves.
Acerca de Henry Moore y México, que concluirá exhibición el próximo 9 de octubre, el curador destaca que está organizada de manera cronológica, para observar cómo el escultor desarrolló sus motivos y estilos.
Las obras provienen de las colecciones de la Tate Modern Gallery, la Fundación Henry Moore, recintos canadienses y acervos particulares; suman 22 esculturas, dos de ellas de gran formato, y cerca de 40 dibujos y acuarelas.