Usted está aquí: jueves 2 de junio de 2005 Sociedad y Justicia Advierten tres centrales obreras que impedirán gravar las prestaciones

Unos 15 millones de trabajadores verán reducidos 30% sus ingresos, afirman

Advierten tres centrales obreras que impedirán gravar las prestaciones

UNT, CROC y CT cabildean ley para bloquear la aplicación de la reforma fiscal en 2006

PATRICIA MUÑOZ RIOS

La Unión Nacional de Trabajadores (UNT), la Confederación Revolucionaria de Obreros y Campesinos (CROC) y el Congreso del Trabajo (CT), advirtieron ayer que van a "impedir" la aplicación de la reforma a la Ley del Impuesto Sobre la Renta (ISR) que pretende gravar, a partir del primer día de 2006, todas las prestaciones de los trabajadores, lo que significa la disminución de 30 por ciento de los ingresos que perciben 15 millones de asalariados.

Isaías González Cuevas, líder de la CROC, señaló que el sector obrero "mediante su bancada priísta en la Cámara de Diputados, revertirá esta disposición hacendaria, la cual pretende cargar onerosamente más impuestos a los trabajadores". Incluso señaló que si el presidente Vicente Fox no interviene para dar marcha atrás a esta determinación "tampoco va a pasar su reforma laboral": esa es la condición, aseguró.

Luego de calificar esta reforma al artículo 34 de la Ley de Hacienda como "el más fuerte atentado contra el sindicalismo nacional", el dirigente sostuvo que las principales centrales obreras están dispuestas a "salir a la calle" o incluso a recurrir a los organismos internacionales para denunciar este grave castigo que se pretende infligir a las prestaciones de los trabajadores, la cual afectará también a las empresas y orillará a muchas de ellas a cerrar o a realizar más despidos.

Esta organización, dijo, se suma a la propuesta del Congreso del Trabajo para defender una iniciativa ante la Cámara de Diputados para revertir esta reforma

En otro foro, el presidente colegiado de la UNT, Francisco Hernández Juárez, y el líder de la Alianza de Tranviarios, Benito Bahena, apuntaron que los sindicatos independientes buscarán por su parte negociar con legisladores y que incluso ya consensan con el PRD una iniciativa de ley para contrarrestar o evitar la aplicación de dicha reforma. Anunciaron que más allá de las movilizaciones que puedan llevar a cabo, "de ser necesario recurrirán al amparo masivo" contra la aplicación de estos gravámenes.

Bahena, de la Alianza Nacional de Tranviarios, quien ayer coordinó el pleno de la reunión de la UNT, dio a conocer un primer cálculo del daño económico que significará para los trabajadores esta disposición, al señalar que el "golpe es tan duro y devastador" que significará una disminución "de tajo" de 30 o 33 por ciento de los ingresos que actualmente perciben los trabajadores.

Según la referida reforma, se aplicarán impuestos a los vales de despensa, la ayuda para renta, el transporte, el fondo de ahorro, los pagos por productividad, y en total a 18 prestaciones que reciben los asalariados; se afectarán todos los contratos colectivos de trabajo, se les quitará a los sindicatos su mejor arma de negociación y labor que son la conquista de prestaciones, y como consecuencia las empresas no van a contratar más personal por el costo impositivo además de que se creará inflación, explicó.

Hernández Juárez planteó que hay una gran preocupación por esta modificación fiscal que realmente "pasó de noche para la mayoría de los diputados y senadores " y la aprobaron sin darse cuenta de la gravedad de la misma. Dijo que al parecer ya hay un acuerdo con el PRD para presentar una iniciativa que dé marcha atrás a la reforma y que a la vez proponga que se "grave más a los que más ganan y no a los menguados ingresos de los trabajadores".

En última instancia, si no se logra revertir esta situación, se convocará a los sindicatos democráticos del país para que recurran a "amparos masivos", señaló.

Por su parte el CT ya acordó una iniciativa para impedir la aplicación de este impuesto; está buscando sentar en una mesa de diálogo al presidente Fox con el sector obrero para señalarle la "gravedad" de esta disposición; y por otra parte, empezó a cabildear con los diferentes grupos parlamentarios para promover que se "enmiende este error" que castigará a trabajadores y empresas.

 
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