Mueren 22 personas, entre ellas un soldado británico, en ataques de la resistencia
Arrestan a 500 presuntos insurgentes en Irak al arrancar la operación Relámpago
Desplegados, 40 mil efectivos en Bagdad
Rechaza Irán que Zarqawi esté en su territorio
Bagdad, 29 de mayo. Cerca de 500 sospechosos fueron detenidos y "numerosas armas" confiscadas en Bagdad al comenzar hoy la operación Relámpago, mientras 22 personas murieron a manos de la resistencia, entre ellas un soldado británico.
"El ejército iraquí instaló puestos de control fijos alrededor de Bagdad, así como retenes, y comenzaron las redadas en la ciudad", declaró hoy una fuente del Ministerio de Defensa iraquí.
"Las operaciones de búsqueda y las redadas permitieron la captura de 500 personas. Además, se descubrieron escondites de armas en numerosas casas", declaró, por su parte, el portavoz del gobierno, Leith Kuba.
La operación, que moviliza a 40 mil soldados y policías, está destinada a contener la violencia en la capital, escenario de frecuentes atentados que en las últimas semanas han dejado 700 muertos.
Kuba afirmó que la situación de seguridad mejoró desde el anuncio de la operación. "Las redes terroristas encuentran dificultades para moverse en Bagdad y otras regiones", dijo. Precisó que la guerrilla desplaza sus operaciones al noroeste de Irak.
Al responder a una pregunta sobre la suerte del extremista jordano Abu Mussab Zarqawi, que según su grupo resultó herido, Kuba no descartó que "esté muerto o haya abandonado el país".
El general de la Fuerza Aérea estadunidense, Richard Myers, jefe del Comando Conjunto, expresó hoy que la información de que Zarqawi está herido es creíble.
A su vez, un portavoz del gobierno de Teherán negó que Zarqawi se haya refugiado en Irán, como afirmó este domingo el diario británico Sunday Times.
Sin embargo, el grupo de Zarqawi aseveró que lanzó una contraofensiva en respuesta a la operación Relámpago. En un comunicado en Internet, la red Al Qaeda en Irak manifestó que su ofensiva es liderada por el extremista jordano, "en respuesta al plan inútil anunciado por los ministros del Interior y Defensa para cerrar Bagdad", plantea el texto.
En el terreno, al menos nueve soldados iraquíes murieron y otros tres resultaron heridos en un atentado suicida contra un puesto de control en el sur de Bagdad.
Al oeste de la capital, la resistencia se enfrentó contra la policía, con saldo de tres muertos, entre ellos dos agentes.
Dos coches bombas estallaron en la capital, uno cerca del Ministerio de Petróleo y otro contra una patrulla de la policía, que dejaron seis iraquíes muertos.
En la localidad de Tuz Jurmatu, al sur de la ciudad petrolera chiíta de Kirkuk, un suicida hizo explotar su vehículo contra un convoy militar estadunidense, causando el fallecimiento de dos iraquíes.
El ejército de Estados Unidos informó del deceso de dos efectivos: un marine el sábado, al explotar una bomba contra su vehículo en el oeste del país, y un soldado el viernes, tras ser herido en un hecho similar al suroeste de Bagdad.
En Madaen, población de sunitas y chiítas al sudeste de Bagdad, un coche bomba estalló matando a dos policías.
Cerca de la localidad de Amara, en la zona de mayoría chiíta del sur del país, los insurgentes atacaron una patrulla británica y un soldado inglés murió, informó el Ministerio de Defensa en Londres. Con esta víctima suman 88 los soldados de Gran Bretaña abatidos desde la ofensiva en Irak el pasado 20 de marzo de 2003.
Por otra parte, de acuerdo con el semanario británico Sunday Times, las fuerzas aéreas de Estados Unidos y Gran Bretaña incrementaron el número de bombardeos en Irak en 2002 para provocar a Saddam Hussein y encontrar pretexto para atacar ese país.
Los bombardeos fueron intensificados a partir de mayo de 2002, seis meses antes de que Naciones Unidas votara la resolución 1441, la cual, según el primer ministro británico Tony Blair, autorizaba una intervención militar contra Irak.