LA FORMULA EXACTA | 30
de mayo de 2005 |
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Para evitar un mayor dolor de cabeza, un primer paso es saber qué se lleva a la boca. Los fabricantes y comercializadores de los medicamentos que se ofrecen en cualquier farmacia o supermercado están obligados a informar al consumidor mediante una etiqueta el contenido de cada pastilla, gota o pomada. Este es un paso para cuidar la salud y el bolsillo. |
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Ricardo Blanco Velázquez A lo largo de la popular Avenida Revolución, en la fronteriza ciudad de Tijuana, el negocio en boga son las drogas. Se venden a toda hora y a la vista de todos. Se trata de farmacias que expenden cualquier tipo de medicamento, sin receta ni preguntas. Aunque peculiar y ubicada en un punto específico del país, la venta sin control muestra una de las caras menos atendidas del comercio de fármacos. Al menos 95 de cada 100 mexicanos adultos se automedican, según un reporte de la Asociación Mexicana de Estudios para la Defensa del Consumidor. Cinco de cada 100 ingresos a un hospital están relacionados con personas que ingieren un medicamento sin saber qué están tomando. Una de las claves está en la etiqueta, el aspecto menos entendido por el consumidor cuando compra en la farmacia. Existe una Norma Oficial Mexicana (NOM) para el etiquetado de medicamentos, publicada en el Diario Oficial de la Federación el 1° de febrero de 2000. En ella se define que "los textos que contiene el etiquetado e instructivo de los medicamentos son la información de carácter sanitario y comercial que identifica cada medicamento o grupo de medicamentos de este tipo, con el objeto de establecer con precisión su correcta identificación en el mercado para su venta y suministro, así como para orientar y advertir al usuario sobre el adecuado y seguro consumo de estos insumos para la salud". Los rótulos deben ser autorizados por la Secretaría de Salud
Según la norma, la etiqueta de los medicamentos debe mostrar con precisión la mayor información posible para el consumidor. Debe estar colocada de forma claramente visible, tanto en la caja como en el envase de los medicamentos. Debe incluir datos como: nombre comercial, sustancia activa y composición de la fórmula. La etiqueta, según la NOM, debe informar al consumidor la dosis recomendada, vía de administración y contraindicaciones. Es vasta la información que la NOM exige que sea colocada en las etiquetas. Pero para un país con un grado promedio de instrucción bajo, de cinco años de educación primaria, la forma en que está expresada significa grandes complicaciones prácticas para el consumidor convencional.Como siempre, la mejor receta es acudir al médico y que sea éste quien indique qué tomar en cada caso. Las organizaciones de consumidores recomiendan que al momento de tener el frasco de un medicamento frente a los ojos se lea la etiqueta como parte indispensable del cuidado de la salud, en especial cuando se toman productos expendidos sin receta, que son los de más uso cuando se opta por no acudir al médico. Este es especialmente el caso de los analgésicos, antinflamatorios, o medicamentos para curar resfriados o padecimientos digestivos. Las regulaciones en México, y en general en el mundo, piden que la información de los medicamentos se muestre siempre en el mismo orden, para facilitar la familiarización del consumidor con ese tipo de datos y para que puedan ser constatados y comparados con mayor facilidad. Una recomendación poco atendida por los fabricantes de medicamentos en el país está relacionada con el lenguaje sencillo y el uso de palabras fáciles de entender, como establece la norma de la Oficina de Drogas y Alimentos de Estados Unidos (FDA, por sus siglas en inglés). Primero se debe tener la costumbre de leer la etiqueta. Ante cualquier duda se debe recurrir al médico. Todos los rótulos deben mostrar información sobre las reacciones secundarias que pueden derivarse del consumo de determinado fármaco y las personas que definitivamente no deben usarlo por tener cierto padecimiento o para las embarazadas. En México no es usual que los medicamentos informen qué tipo de padecimiento o síntomas se pueden prevenir al tomarlos o aplicarlos. Algo más: si aun adquiriendo los fármacos en una farmacia establecida entraña riesgos para quien los usa sin el cuidado debido, un error mucho más grave y un riesgo para la salud es comprar un medicamento en la calle § |