¿LA FIESTA EN PAZ?
Los sabios de mayo
IMPERDONABLE NO EVO-CAR , cada mayo a los dos diestros más sabios que ha conocido la historia de la tauromaquia en el siglo XX: José Gómez Ortega, Gallito o Joselito, aunque en este caso los diminutivos mal disimulen a un auténtico demonio de luces, y Fermín Espinosa Saucedo Armillita Chico.
ENTRE JOSE Y Fermín existen similitudes y diferencias que se antojan increíbles si no fuera porque la historia las avala. El sevillano nace en Gelves el 8 de mayo de 1895; el coahuilense, en Saltillo el 3 mayo de 1911. Ambos son Tauro, símbolo de energía, combatividad viril y carácter, mucho carácter, si bien en muy distintas vertientes.
COMO MATADOR JOSELITO torea íntegras siete temporadas, más el final de la de 1912 y el comienzo de la de 1920, sumando 12 años como torero. En esas siete temporadas españolas Gallito actúa en 647 corridas, lo que arroja un impresionante promedio de 92 tardes por año. Esta cifra es fundamental para entender la hiperactiva carrera joselista que saturará el ambiente taurino de una conflictuada España y dará la pauta para una creciente comercialización de la Fiesta, iniciando de paso el sospechoso plusmarquismo de cien corridas o más por temporada.
ARMILLITA, CON UN regreso fugaz a los ruedos por razones económicas, en que ac-tuará en sólo 15 tardes, torea 836 corridas las cuales, divididas en 20 años, dan un discreto promedio de 41 festejos anuales. A ambos Tauros pues les sobra el talento y la casta, pero su embestida habrá de tener diferente son.
EN SU VERTIGINOSA carrera, Gallito sufre seis cornadas y muere a raíz de la última, a los 25 años 8 días de edad. A lo largo de su prolongada trayectoria Armillita recibirá una sola cornada grave y fallecerá de muerte natural a los 67 años. El llamado Maestro de maestros estará en activo 17 años más que José y le sobrevivirá 42 años. Torea un total de 836 corridas en México, España, Francia, Portugal, Perú, Venezuela, Colombia e incluso en Cuba. Sostendrá además su categoría de primera figura, que no salarial, ante cuatro generaciones de toreros. Es también la única figura que ha actuado como único espada en las Plazas de Madrid, México, Lima y Caracas y, al decir del crítico español Filiberto Mira, tiene en su haber la faena más poderosa realizada en los últimos 50 años en la plaza de Sevilla.
PESIMOS ESCOLARES LOS dos, sólo cursaron algunos años de educación primaria. Ambos son mestizos: José, gitano y español; Fermín, indígena y español. Ambos tuvieron un padre y unos hermanos mayores toreros. Ambos son superdotados, intuitivos y de largo repertorio en la lidia. Ambos son medianos pero eficaces estoqueadores, si bien Fermín nunca dejó ir vivo un toro de los cerca de dos mil que enfrentó, mientras que a José se le van dos en 1915. Por su tremenda precocidad torera, ambos pasan de la infancia a la madurez sin conocer casi la adolescencia. Ambos sufrirán serios contratiempos con la figura femenina, y ambos, en fin, sabrán responder con excepcional sabiduría y variado celo a las exigencias de hombres y bestias antes de nacer a la inmortalidad.