La fiscal especial se negó a investigar el secuestro
El asesinato de Airis Estrella pudo evitarse, afirma diputada
Comisión legislativa señala negligencia de autoridades
El asesinato de la niña Airis Estrella Enríquez en Ciudad Juárez, uno de los casos más recientes y sonados, pudo evitarse si las autoridades judiciales hubieran actuado de manera profesional e iniciado de inmediato su búsqueda, pero se negaron a levantar la averiguación previa al momento de la desaparición de la menor. Trece días después se encontró su cadáver, con huellas de tortura y violación, y es una historia que desgraciadamente se repite.
Esa valoración forma parte de un informe de la Comisión Especial para el Seguimiento de las Investigaciones de los Feminicidios en Ciudad Juárez, en el que se informa de la lenta y errática actuación de las autoridades judiciales en los 26 crímenes de género que se han registrado en lo que va del año.
La presidenta de ese órgano del Congreso, la diputada perredista Marcela Lagarde de los Ríos, advirtió que los asesinatos de mujeres son evitables, siempre y cuando se apliquen políticas públicas para prevenir y evitar la "violencia homicida contra niñas y mujeres".
En ese contexto, lamentó que el titular de la Procuraduría General de la República, Daniel Cabeza de Vaca, no haya respondido al exhorto formulado por la Cámara de Diputados para crear una fiscalía especializada en delitos violentos contra mujeres, que atienda ese tipo de problemas en todo el país.
En el informe de esa comisión destaca que de los 26 homicidios cometidos en Ciudad Juárez, sólo en 14 de ellos las autoridades encontraron un probable responsable y sólo nueve están detenidos.
Por lo que se refiere a la niña Airis Estrella Enríquez Pando, de siete años, cuyo cuerpo fue encontrado el pasado 15 de mayo, dentro de un tambo rellenado con cemento, las autoridades señalaron que murió a causa de un traumatismo craneoencefálico, es decir, por fuertes golpes en la cabeza.
Sin embargo, en el informe se destaca que de acuerdo con datos extraoficiales, todo el cuerpo de la menor estaba severamente golpeado y adicionalmente presentó heridas producidas por arma blanca y evidencias de ataque sexual.
Según los dictámenes forenses, tenía entre 10 y 13 días de fallecida, dato relevante porque sus padres acudieron ante las autoridades desde el mismo día de su desaparición, el 2 de mayo, ya que unos niños habían observado cómo desde un automóvil un hombre robusto ofreció a la pequeña una muñeca Barbie, y cuando ella se acercó a recoger el juguete, la subió a la fuerza al vehículo y se la llevó.
A pesar de ese testimonio y de la denuncia de los padres, la fiscal especial en Ciudad Juárez, Cony Velarde, se negó a levantar un reporte de la desaparición, con el argumento de que las declaraciones de los niños no eran jurídicamente válidas.
Debido a ello, el procedimiento de las averiguaciones y la búsqueda de la menor siguieron líneas diferentes de investigación, por lo que 13 días después lo que se encontró fue el cadáver de Airis Estrella, dentro de un tambo, con la cabeza hacia abajo y enterrada en cemento. Inclusive su madre la reconoció por un par de arracadas y broqueles que llevaba al momento de su desaparición.
"En pocas palabras, el asesinato de Airis Estrella pudo haberse evitado si se hubiera iniciado de inmediato una búsqueda profesional y comprometida", se recalca en ese informe de la Comisión Especial para dar Seguimiento a las Investigaciones Relacionadas con los Feminicidios.
Un día después, el 16 de mayo pasado, se encontró en Ciudad Juárez el cadáver de otra menor, Anahí Orozco Lorenzo, de 10 años, quién fue atacada sexualmente y luego le prendieron fuego. Murió por las quemaduras que recibió de la cintura para abajo.
Anahí estudiaba el quinto grado en la escuela primaria y se hacía cargo de dos medias hermanas menores, mientras su madre laboraba en una maquiladora. Como probable responsable se detuvo a su padrastro, Antonio Ibáñez, aunque familiares de éste advierten que lo torturaron para que se declarara culpable. Se había informado, inclusive en la prensa, que las autoridades ministeriales investigaban a otros dos probables responsables, pero las versiones son encontradas.
Días después, Verónica Gómez Amézquita fue estrangulada, todo apunta a que la victimó su esposo, Roberto Ortiz, quien está prófugo.