El silbante Marco Rodríguez se ganó el calificativo de ratero
Tecos y América empataron a un gol tras polémico penal
El argentino Diego Colotto había aventajado a los tapatíos al 59
Guadalajara, Jal., 26 de mayo. Cuando parecía que el América reprobaría el primer examen de la final vino una finta del árbitro Marco Antonio Rodríguez que confundió a todo mundo. Finalmente su decisión fue marcar un penal contra Tecos y al concretarlo Cuauhtémoc Blanco el encuentro en el Tres de Marzo terminó 1-1. Y con el grito de "¡Ratero Ratero!", el público le dio su calificación al silbante.
Al concluir el encuentro, el cuadro de la UAG se fue sobre el nazareno. El mismo presidente del club, Antonio Leaño, no creía que Rodríguez pudiera dormir tranquilo "porque fue un robo; le pesó la camiseta del América".
"¿Dónde está la gente de Tecos, que no se oye?", preguntaron los del Mariachi, que trataron de amenizar y despertar a los seguidores tapatíos antes del arranque del trámite.
Pero no eran los únicos que sufrían con el frío ambiente de la final. Emilio Azcárraga Jean, dueño de las Aguilas, también trató de animar a los aficionados amarillos antes de abandonar la cancha hacia la tribuna.
Pero nada. Además de la dividida afición en ese sector de la cabecera norte había gente que llegó a la fiesta sin ninguna inclinación. Una muchacha traía la bufanda de la selección de Holanda y otro aficionado llegó con su camiseta de Croacia.
La escasa inspiración y la imaginación de corto vuelo de Tecos y Aguilas tampoco pudieron calentar el ambiente.
Con los anfitriones saltaron a la cancha Jesús Corona, Andoni Hernández, Diego Colotto, Juan Carlos Leaño, Alejandro Villalobos, Said Godínez, Flavio Davino, Juan Pablo Rodríguez, Carlos María Morales y Eliomar Marcón, pero su concierto sólo fue de errores y de falta de contundencia.
El América, con Guillermo Ochoa, Duilio Davino, Ricardo Rojas, Raúl Rojas, José Antonio Castro, Germán Villa, Pavel Pardo, Oscar Rojas, Cuauhtémoc Blanco, Aarón Padilla (Jesús Mendoza, 55) y Claudio López tampoco salieron en su mejor noche.
Incapaces de regalar una sorpresa, los primeros 45 minutos sólo se alteraron cuando Pardo se animó a disparar desde fuera del área al 38 y el portero Corona mandó a tiro de esquina con cierto apuro. También, al salir lesionado, Oscar Rojas.
Pero no hubo necesidad de ofrecer el alma al diablo para que el rostro del encuentro cambiara en la segunda parte.
El gatillo de Diego Colotto funcionó como los buenos, al minuto 59. El defensa argentino paró con el pecho en el área un envío de Rodríguez y venció con tiro cruzado al portero Ochoa, para abrir el marcador.
El ritmo del partido se hizo entonces frenético. América respondió con un remate de Mendoza que atrapó bien Corona. Luego fue un tiro de Morales que terminó desviando Ochoa.
Los aficionados ya no necesitaban invitación para corear el "¡Tecos, Tecos!" o "¡Aguilas, Aguilas!". Inclusive hasta el "¡ole!" apareció. Esta sí era una final.
Y cuando parecía que los tapatíos ya tenía en el bolsillo la ventaja para su visita del domingo al Azteca, vino la jugada polémica al minuto 86. Mendoza cayó en el área ante la marca de los zagueros tecos; el árbitro hizo una seña primero de que no era falta, pero luego marcó la mancha del penal.
Blanco lo convirtió con potente disparo para el 1-1. Sin embargo, eso no fue lo peor para los anfitriones. En plena agonía Marcón perdió la cabeza y se fue encima del portero Ochoa. Se ganó la expulsión y la desilusión e indignación de los tapatíos era total.
A Marco Antonio Rodríguez lo protegieron los elementos de seguridad de alguna agresión de Tecos, pero no del repudio del público, que lo despidió con el grito de "Ratero, ratero".
Al abandonar el vestidor, Eliomar aseguró que el árbitro manejó el partido "para conseguir el empate". Agregó que el nazareno "quiere ser la estrella del partido" y que le adelantó que lo iba a echar del encuentro.
El zaguero americanista Ricardo Rojas, por su parte, dijo que Tecos debían "irse contra ellos mismos", porque el penal fue claro y la expulsión también. "Si están enojados, están enojados con ellos mismos".