Usted está aquí: viernes 27 de mayo de 2005 Cultura El taller de gráfica La Siempre Habana celebra su quinto año

Abrió exposición retrospectiva en Casa Lamm

El taller de gráfica La Siempre Habana celebra su quinto año

El grabado mexicano está a la altura del mejor del mundo, a pesar de la falta de apoyo: Luis Miguel Valdés

ANGEL VARGAS

No obstante que el grabado es una técnica de gran arraigo y tradición en México, hoy día atraviesa por uno de sus momentos más difíciles en la historia a raíz de la falta de apoyo en el ámbito institucional, una comercialización muy pobre y el desconocimiento social, al considerársele expresión menor.

Tal es el análisis del artista cubano Luis Miguel Valdés, fundador y responsable, al lado del poeta mexicano Cuitláhuac Rangel, del taller La Siempre Habana, que en tan sólo cinco años de existencia se ha erigido en referente para la obra gráfica en México.

''La gráfica debe contar con más apoyo; es una de las grandes tradiciones del país. Sólo hay un recinto especializado, el Museo de la Estampa, y se carece de galerías dedicadas a este tipo de trabajo. Ejemplo de ello es que en la feria internacional de grabado Estampa 2003, en Madrid, nosotros fuimos la única representación mexicana", indicó.

''El mercado está muerto, en parte por problemas económicos, pero también por prejuicios de la gente. Es necesario que las personas entiendan y se sensibilicen de que es un tipo de obra importante, valiosa, limitada.

''Hay que ampliar el conocimiento en el ámbito cultural de lo que es el grabado, que se le respete y no se le confunda con el cartel."

Quinto aniversario

Entrevistado con motivo de la apertura de la exposición colectiva con la que el taller La Siempre Habana conmemora su quinto aniversario, acto efectuado la noche del miércoles en Casa Lamm, Valdés sostuvo que el grabado mexicano se encuentra a la altura del mejor del mundo.

Esa afirmación es avalada por la experiencia que el maestro tiene como fundador de talleres en diversos puntos del planeta, entre ellos Cuba, Nicaragua, Puerto Rico y diferente países de Europa del este.

Definió que la diferencia entre un taller de pintura y uno de grabado estriba en que el primero es de condición individual mientras que el segundo un espacio de participación colectiva.

En el caso de La Siempre Habana, ubicado en Coyoacán, subrayó que la apertura y la amistad entre artistas e impresores son sus principales cualidades, así como trabajar desde las técnicas más tradicionales hasta lo más novedoso de la tecnología, como la digitalización.

Esa apertura le ha valido atraer el quehacer de más de medio centenar de artistas, entre los que se encuentran importantes exponentes de la plástica nacional, como Raúl Anguiano, Vicente Rojo, José Luis Cuevas y Sergio Hernández, de quienes puede encontrarse obra en la colectiva exhibida en la galería Planta Alta de Casa Lamm (avenida Alvaro Obregón 99, colonia Roma), la cual concluirá el miércoles 1º de junio.

 
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