La celotipia, estado patológico, afirma Ricardo Colin
Los celos pueden causar problemas sicóticos y delirios
Típico que el paciente no admita que está enfermo, dice
Considerados como un sentimiento normal si se presentan con intensidad limitada y de forma ocasional, los celos son parte del desarrollo emocional de los seres humanos. Su incidencia está vinculada con la inseguridad e inmadurez de la personalidad, asociada, sobre todo, a la adolescencia y los primeros años de la juventud.
En general, afirman especialistas, los celos "nunca desaparecen de nuestra vida, ya que pueden surgir en cualquier momento como parte de nuestra naturaleza, aunque de forma moderada, sin afectar el equilibrio mental ni el contacto con la realidad".
Caracterizados por un estado ansioso y de inseguridad ante el temor de perder el afecto o la atención de seres queridos, suele ser transitorios y de menor intensidad en la medida en que se alcanza mayor madurez en la personalidad.
Sin embargo, este sentimiento también está vinculado con padecimientos mentales como los trastornos sicóticos, que generan manifestaciones delirantes conocidas como celotipia, es decir, los celos en un estado patológico.
Ricardo Colin Piana, investigador del Instituto Nacional de Neurología y Neurocirugía de la Secretaría de Salud y especialista en neurosiquiatría, afirma que las enfermedades mentales son en general "exageraciones de sentimientos y respuestas emocionales habituales en todos los seres humanos".
Destaca que la celotipia se presenta como un delirio, es decir, una sicopatología que tiene como eje una idea falsa, irreductible a la argumentación lógica, generada por un error "patológico" y persistente, producto de un juicio desviado que condiciona la conducta del enfermo.
Las ideas delirantes son manifestaciones obsesivas presentes en varias enfermedades mentales, como esquizofrenia, depresión mayor con síntomas sicóticos y trastornos paranoides, clasificados como un padecimiento monosintomático, es decir, presentan un solo síntoma, mientras el resto de la personalidad se mantiene inalterable.
En la celotipia, agrega Colin Piana, el individuo desarrolla sentimientos de celos tan intensos que engloban toda su sicología. Su vida cotidiana se explica mediante el delirio celotípico. "Saludarlo o ignorarlo cuando camina por la calle, perder el empleo, tener un mal día o padecer el tráfico de la ciudad, todo está relacionado con la infidelidad que afirma sufrir el paciente por su pareja sexual, lo que genera ideas delirantes tan persistentes que se rompe con la realidad."
Los enfermos con ideas celotípicas suelen discutir con su pareja al intentar comprobar la infidelidad imaginada, pueden incurrir en acciones como coartar la libertad de movimiento de la otra persona, seguirla, agredirla o investigar al supuesto amante.
Este padecimiento, afirma, implica la presencia de un síndrome monosintomático que permite que el resto de la personalidad se mantenga sin alteraciones, pues genera una idea delirante no extraña, es decir, implica acciones que ocurren en la vida real. Su sintomatología debe durar por lo menos un mes para diagnosticarla como celotipia y, aunque suele ser un trastorno crónico, sobre todo en el tipo persecutorio, a menudo se producen oscilaciones en la intensidad de las creencias delirantes, por lo que su curso es variable.
Origen biológico
Por lo que respecta al conocimiento del origen biológico de los trastornos delirantes, entre los que se incluye la celotipia, el especialista señala que "se sabe poco de este padecimiento por la falta de estudios sistemáticos en grandes grupos de enfermos, aunque algunas investigaciones apuntan a que existe mayor vulnerabilidad genética en familiares de personas con esquizofrenia. También existen datos que señalan que los trastornos paranoides de la personalidad pueden ser especialmente frecuentes en los familiares biológicos de primer grado de pacientes con trastornos delirantes".
Colin Piana destaca que a pesar de generar graves trastornos en la vida social, familiar y personal en quienes padecen celotipia, no se cuenta con datos epidemiológicos sobre su incidencia en la población mundial, aunque la estimación más alta que se conoce es de 0.03 por ciento de prevalencia, ya que el trastorno delirante es "relativamente raro en el marco clínico, se acude poco al médico por esta causa, principalmente porque el paciente no puede reconocer que padece una enfermedad".
No obstante, indicó que la mayoría de los estudios en la materia sugieren que este trastorno está vinculado con dos por ciento de los ingresos a hospitales siquiátricos en el mundo.
La clasificación actual de los trastornos sicóticos especifica que existen varios tipos de delirio: erotomaniaco, cuando el paciente genera ideas delirantes asociadas con sentimientos amorosos que dice generar en otro individuo; grandiosidad, vinculado con una percepción de exagerado valor, conocimiento, identidad o relación especial con personas famosas; celotípico, ideas delirantes sobre una supuesta infidelidad del compañero sexual, y persecutorio, cuando el paciente considera que él o alguien cercano está siendo dañado.
Deterioro de la calidad de vida
La Organización Mundial de la Salud (OMS), señala que las enfermedades mentales, ubicadas entre los principales padecimientos que afectan la calidad de vida de las personas, causan 33 por ciento de los años vividos con discapacidad en todo el mundo.
Investigaciones recientes de la OMS sobre la necesidad de invertir en la prevención de nuevos casos destacan que los individuos que padecerán trastornos mentales en los siguientes años "seguramente aumentarán ante el envejecimiento de la población y como resultado de un mayor número de conflictos sociales, lo que implicará un enorme costo en términos de sufrimiento, discapacidad y miseria".
Actualmente se estima que 90 millones de personas en el mundo padecen alguna enfermedad mental vinculada con el uso de alcohol o drogas, 38 millones más sufren epilepsia, 25 millones esquizofrenia y 150 millones se ven afectados por la depresión.