Usted está aquí: viernes 27 de mayo de 2005 Sociedad y Justicia Minera San Xavier, un negocio ''eminentemente especulativo''

La firma impulsora del proyecto nunca ha extraído metal; vive del lucro accionario

Minera San Xavier, un negocio ''eminentemente especulativo''

Sistemático acoso del gobernador De los Santos a las agrupaciones opuestas a sus planes

JAIME AVILES ENVIADO

Ampliar la imagen El ingeniero Mario Mart�z Ramos explica el proceso de lixiviaci�el oro y la plata, con el cerro y el templo de San Pedro al fondo FOTO Mauricio Palos Guti�ez

San Luis Potosí, SLP, 26 de mayo. Minera San Xavier, empresa que se ostenta como ciento por ciento "mexicana" -de lo que no existe evidencia alguna-, es subsidiaria de la firma canadiense Metallica Resources Inc., inscrita en las bolsas de valores de Toronto y de Nueva York, pero de acuerdo con la agencia Reuters, "desde que fue constituida, en 1977, jamás ha producido un solo gramo de mineral en ningún lugar del mundo".

Es un negocio ''eminentemente especulativo'', afirma el ambientalista Mario Martínez Ramos, integrante del Frente Amplio Opositor (FAO) que desde 1997 ha luchado para impedir la demolición del Cerro de San Pedro y la consiguiente catástrofe ecológica para el valle donde se asienta la capital de San Luis Potosí. ''El ejemplo más reciente (de que no se trata de un proyecto productivo) es que el 15 de octubre del año pasado, al rendir su primer informe de labores ante el Congreso del estado, (el gobernador) Marcelo de los Santos anunció que la Secretaría de la Defensa Nacional acababa de otorgarle el permiso de uso de explosivos a la empresa. Al día siguiente, las acciones de Metallica Resources en Toronto y Nueva York subieron 16 por ciento".

''De eso viven'', agrega el ingeniero Martínez. ''Suben las acciones, las venden carísimas, toman las utilidades y las desinflan para volver a comprarlas. En el caso que menciono, la Defensa efectivamente les concedió el permiso y la minera usó los explosivos para dinamitar un millón de metros cuadrados destruyendo miles de cactáceas protegidas. Pero cuando nosotros contratacamos jurídicamente, demandando por desacato al general Clemente Ricardo Vega García, quien firmó el permiso de explosivos, la Secretaría de la Defensa reaccionó cancelándolo el 24 de diciembre y con eso las acciones de Metallica Resources volvieron a caer."

Al igual que los abogados Carlos Covarrubias y Enrique Rivera, y muchos activistas más pertenecientes al FAO, el ingeniero Martínez Ramos, quien nació en Cerro de San Pedro y es descendiente de una familia de antiguo abolengo en esa población, está en la lista de "enemigos favoritos" del gobernador De los Santos, cuyo aparato de "procuración de justicia" se ha dedicado a crear las condiciones apropiadas para encarcelarlo.

''Aquí en San Luis Potosí, gritar consignas de protesta contra el gobernador se llama 'ultraje a la autoridad'. Si lo haces en compañía de otras personas se llama 'asociación delictuosa'. Y si a esto te agregan, basándose en puros rumores, la acusación de 'robo calificado', la represión política se disfraza de combate a la delincuencia", expone didácticamente el abogado Carlos Covarrubias Rendón, para ilustrar cómo han sido puestos detrás de las rejas los principales dirigentes del Frente Campesino de Lucha por la Tierra, el Frente Ciudadano Salvador Nava Martínez, el grupo La Concepción de Ciudad Valles y la Coordinadora del Movimiento Amplio Popular, que luchan por causas sociales.

Aporta el abogado Enrique Rivera:

"A las organizaciones agrarias, que se oponen a los grandes proyectos del gobernador, les tienen detenidos a los líderes para que las bases se concentren en defenderlos, perdiendo el tiempo en juicios interminables, con lo que se colocan a la defensiva. Pero en el caso del Cerro de San Pedro la represión que intentan lanzar contra nosotros parece más bien una venganza, porque hemos derrotado a la Minera San Xavier en todos los frentes jurídicos y confiamos en que esto no variará hasta que (la empresa) se vaya de San Luis, no sabemos cuándo".

La directora del colegio

Un grito parte en dos el silencio matutino de la Plaza de los Fundadores, en el centro de esta ciudad, hendido por los pregones de don Rodolfo Banda Cruz, decano de los voceadores potosinos, ex jefe de circulación del periódico El Ciudadano que dirigiera aquí José Alba, y máximo promotor callejero de la versión local de La Jornada:

-¡Marcelo de los Santos reprime a la prensa libre! ¡Mitin de protesta en la Plaza de Armas! ¡Lea el discurso de La Chaneca!

Se refiere, claro está, al acto público del martes 17 de mayo, en el que participaron Berta Maldonado, Bulmaro Castellanos Magú, Julio Hernández López y otros periodistas, así como Gabino Palomares, quien tres décadas después sigue siendo el cantor de nuestros días. Pero, acucioso e incansable, el voceador comenta ahora un artículo impreso en páginas interiores, relativo al diputado del PAN que formó parte de la sección instructora de la Cámara de Diputados y votó por el desafuero de Andrés Manuel López Obrador:

-Conozca quién es Alvaro Elías Loredo, ¡el potosino que vendió su alma al diablo!

El hombre recita las noticias a todo pulmón detrás del cuarteto que formamos don Carlos López, veterano activista de las luchas ciudadanas en la entidad; el ingeniero Martínez Ramos, la señora esposa del voceador y este reportero, caminando que vamos por la calle de San Francisco hasta el vehículo en que viajaremos hasta el Cerro de San Pedro. Cuando la camioneta sale de la ciudad, el pintoresco voceador alude a las dos puntas de su historia en este oficio.

-Llevo 50 años en el periodismo -asegura con sencillez-, pero nunca me había topado con un energúmeno como el presidente municipal de San Nicolás Tolentino, don José Asunción Pérez, del PAN, que me amenazó con golpearme por vocear que le echó a perder un pozo profundo a su cuñado por venganza.

La charla da un giro y toma el derrotero de las barbaridades panistas que ha habido en el gobierno de De los Santos, entre las cuales destaca, y por mucho, la que se anotó la esposa de Francisco Antonio Rubín de Celis, titular, nada menos, de la Secretaría de Educación local.

-La señora es dueña del exclusivo Colegio del Real y expulsó a una niña porque sus papás se divorciaron, dizque para que no diera mal ejemplo a sus compañeritas. Y no conforme con eso, la boletinó para que no la admitieran en otros colegios de riquillos, como el Motolinia, el Sagrado Corazón y el Potosino.

36 millones de años

Todo yacimiento mineral, rico en metales preciosos como el oro y la plata, fue en su juventud un cono volcánico. El Cerro de San Andrés ''hace 36 millones de años hizo erupción y la lava que no fue liberada se convirtió, a través de un proceso de siglos, en lo que dio origen a la riqueza de esta región'', cuenta el ingeniero Martínez Ramos.

Estamos en el atrio del templo de San Pedro Apóstol, que data del siglo XVII, y hacia arriba el horizonte es una mole de roca volcánica, tierra opaca y manchones grises, perforada por grandes agujeros, bocas que fueron de minas inmensas como La Victoria, 5 de Mayo, El Charape y otras. En 1590 este lugar era el escondite natural de las tribus chichimecas que llevaban 40 años guerreando con los españoles en el desierto entre Saltillo y Querétaro, a lo largo del famoso camino de la abundante plata que brotaba a chorros de las montañas de Zacatecas. Pero aquí, en el Cerro de San Pedro, que adquirió ese nombre porque lo descubrieron los españoles Pedro de Anda, Pedro Benito, Pedro Caldera y Pedro Arizmendi, se refugiaban los guachichiles (cabezas de pájaro rojo), una de cuyas mujeres era madre del capitán mestizo Miguel Caldera, que por su naturaleza bicultural y bilingüe estaba logrando la pacificación de estas comarcas.

En 1592, cuando terminaron las hostilidades, los conquistadores iniciaron la explotación de las cuevas, que se prolongaría hasta nuestros tiempos. En 1928, el cerro fue concesionado a la American Smelting Company, que exprimió las vetas hasta 1948, en que se "secaron" las minas, y los habitantes, que se quedaron a la espera de mejores tiempos, terminaron vendiendo los cables del teléfono y las tuberías del drenaje y el agua potable para subsistir, mientras 60 gambusinos arañaban las últimas migas de oro y de plata.

En ese olvido permanecía el pueblo fantasma cuando, en 1996, auspiciada por Ernesto Zedillo y la "ambientalista" oficial, Julia Carabias, irrumpió la Metallica Resources Inc, y detrás de ésta la Minera San Xavier, con el desquiciado propósito de dinamitar el cerro, borrarlo del mapa y separar sus componentes bajo una mezcla de agua y cianuro, un disparate sobre el cual una vez más regresará esta crónica.

 
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