Otegi recuperaría su libertad en las próximas horas
Estallan dos artefactos explosivos en estación de trenes de Euskadi
Madrid, viernes 27 de mayo. Al menos dos artefactos explosivos estallaron esta madrugada en la estación de trenes de la localidad de Barakaldo, en el País Vasco, acción que las autoridades españolas consideraron una respuesta del grupo armado ETA al encarcelamiento el miércoles del líder abertzale (nacionalista) vasco Arnaldo Otegi, quien en las próximas horas podría recuperar su libertad.
Al cierre de esta edición, radioemisoras reportaron que la estación de Renfe-Cercanías, de la localidad vizcaína de Barakaldo, sufrió considerables daños tras la explosión de dos artefactos; no se informó de víctimas.
Las autoridades consideraron en principio que el atentado sería una respuesta al encarcelamiento de Otegi, ex parlamentario de la coalición Batasuna, dispuesto por el juez de la Audiencia Nacional española Fernando Grande Marlaska.
La abogada Jone Goirizelaia indicó que se depositó un aval bancario por 200 mil euros, la mitad de la fianza fijada para Otegi, y manifestó su confianza en que este viernes se deposite el resto y pueda recuperar su libertad, aunque deberá acudir dos veces por semana a un juzgado y tendrá prohibido salir del país o cambiar de residencia sin comunicarlo a la justicia.
Horas antes, unas 300 personas se manifestaron en Bilbao y Elgoibar para protestar por el encarcelamiento del vocero de la ilegalizada coalición, considerada por Madrid el brazo político de ETA.
El acto en Elgoibar, localidad natal de Otegi, se realizó en la Plaza de los Fueros, desde donde un centenar de personas se manifestó tras una pancarta en la que se leía en euskera "Libertad para Arnaldo".
Otegi, a quien la Audiencia Nacional acusa de formar parte de la red de financiamiento de ETA, pasó su primera noche en una celda común que compartió con un traficante de estupefacientes, y durante la mañana de este jueves fue trasladado a un módulo de aislamiento para "garantizar su integridad física".
Esto significa que el vocero independentista está incomunicado, sin contacto con otros reos, y sólo puede salir al patio de la prisión por unas horas.
El auto de prisión sostiene que el dirigente vasco estaría implicado en un delito de integración con banda armada, al considerar que su cargo en Batasuna es motivo suficiente para probar su presunta pertenencia a ETA y de su implicación en una trama de financiación irregular mediante las herriko tabernas (clubes sociales) frecuentadas por sectores del nacionalismo vasco.
El encarcelamiento de Otegi ocurrió el mismo día en que ETA hizo estallar un coche bomba en Madrid que dejó 52 heridos leves, y poco después de que el gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero abrió la posibilidad de una negociación con el grupo armado vasco, a condición de que éste abandone la lucha armada.
Ante el encarcelamiento de Otegi, la vocera del gobierno vasco, Miren Azcarate, señaló que "las actuaciones de la Audiencia Nacional no se libran de la sospecha de estar motivadas por el impulso político".
Miembros de la antigua mesa nacional de Batasuna rechazaron lo que llamaron una decisión "política" que pone en riesgo el proceso de paz.
Joseba Permanch, vocero de la coalición abertzale, también procesado por este mismo sumario, señaló que el encarcelamiento de Otegi constituye "un portazo a las ansias de paz de la sociedad vasca".
Agregó que tanto la Audiencia Nacional como el Partido Socialista Obrero Español (PSOE), de Rodríguez Zapatero, "han cogido a la persona más referencial de Batasuna, al interlocutor más importante y lo han encarcelado, y es el PSOE el que tiene que dar respuesta de esta situación".
El líder de Izquierda Unida, Gaspar Llamazares, calificó de "innecesario" el encarcelamiento, al ser una decisión que "no acerca a la paz", por lo que instó al Estado a "no caer en las sobreactuaciones".