Guantánamo, "gulag de nuestra época"; EU actúa con doble moral en tortura, dice
Washington minó el respeto en el mundo a los derechos humanos, acusa AI
"Ridículas e infundadas", las críticas de la organización humanitaria, según la Casa Blanca
Washington, 25 de mayo. La Casa Blanca calificó este miércoles de "ridículas e infundadas" las críticas de la organización Amnistía Internacional (AI), que acusa a Washington de haber minado el respeto a los derechos humanos en el mundo al manifestar una "doble moral" respecto de la tortura.
El grupo defensor de los derechos humanos centró la mayor parte de las críticas de su informe anual en Estados Unidos, resaltando los escándalos de torturas y malos tratos a prisioneros en centros de detención en Afganistán, Irak y en Guantánamo.
El reporte mundial de AI acusa a Estados Unidos de "fijar el tono" para los abusos de derechos humanos: "Existe fuerte evidencia de que la agenda de seguridad global aplicada desde el 11 de septiembre de 2001, la 'guerra contra el terrorismo' liderada por Estados Unidos y la desatención por (este país) al derecho internacional alentaron y alimentaron los abusos de gobiernos y otros en todas las regiones del mundo".
Irene Khan, secretaria general de AI, afirmó que no sólo Estados Unidos viola los derechos humanos sino que "pone el mal ejemplo" para el resto del mundo.
"Cuando el país más poderoso del mundo pisotea la ley y los derechos humanos, autoriza a otros a infringir las reglas sin vergüenza", acusó calificando a la base estadunidense en Cuba como el "gulag de nuestra época", al hacer referencia a los campos de prisioneros en la Unión Soviética.
La funcionaria fustigó especialmente las maniobras de funcionarios estadunidenses para "suavizar" la definición de tortura, para volverla aceptable y susceptible de aplicarse, en aras de la "seguridad".
Scott McClellan, vocero de la Casa Blanca, respondió airadamente a las acusaciones de AI: "Estimo que son ridículas y no están fundadas en hechos. Estados Unidos permite que se protejan los derechos humanos y la defensa de la dignidad humana".
"Hemos liberado a más de 50 millones de personas en Irak y en Afganistán, apoyamos la libertad y la democracia en el mundo para que las personas puedan ser gobernadas según el estado de derecho y que los derechos de las minorías y de las mujeres sean protegidos", destacó el portavoz.
El reporte de AI asegura que el respeto de los derechos humanos es el "mejor antídoto" contra el terrorismo, por lo que las tácticas utilizadas por los gobiernos contra el terrorismo son globalmente ineficaces.
"Cuatro años después de los ataques del 11 de septiembre" de 2001 contra Nueva York y Washington, "la promesa de hacer del mundo un lugar más seguro sigue incumplida", afirmó Khan.
Citando, entre otros actos terroristas, los atentados del 11 de marzo en Madrid y las decapitaciones de rehenes en Irak, difundidas por Internet, la secretaria de AI concluye que "en 2004 se asistió a una verdadera escalada del terrorismo".
Aunque los actos terroristas, que han empujado "los límites de la brutalidad" deben ser tajantemente condenados, el "deber de los estados" es llevar a la justicia a los "presuntos autores de esos actos de acuerdo con la legalidad y sin violar sus derechos humanos", señaló.
Pero agregó que, para luchar contra ese incremento del terrorismo, los gobiernos utilizan tácticas que han fracasado en evitar ataques horribles contra civiles, como durante la toma de mil 100 rehenes en una escuela de Beslán (Osetia del Norte, Cáucaso ruso), en septiembre, por un comando pro checheno.
Así, en los países "liberados" por Estados Unidos es donde ocurre la mayor incidencia de violencia, como es el caso de Afganistán. "Las mujeres siguen padeciendo una violencia sistemática y una discriminación pública y privada. Las violaciones, los matrimonios forzados y el intercambio de hijas como método de resolver los conflictos muchas veces no son considerados como delitos", añadió AI.
A todo esto, La Unión Americana de Libertades Civiles sostuvo que varios detenidos de Guantánamo se quejaron repetidamente de la actitud irrespetuosa de sus guardias hacia su libro sagrado, el Corán, llegando incluso a arrojarlo al inodoro.
La organización divulgó documentos que incluyen un resumen de entrevistas de agentes de la FBI con prisioneros entre 2002 y 2003 y que muestran que el tratamiento dado al Corán es un tema de enfrentamiento entre los detenidos y sus guaridas.
Según los documentos, algunos de los prisioneros de la base ubicada en Cuba llegaron inclusive a hacer huelga de hambre o a amenazar con suicidarse en masa.