Cambiará la política del corto por el uso de tasas de interés de referencia, anuncia
Garantiza Ortiz que no habrá fuga de capitales por la elección presidencial
La situación de hoy es ''muy distinta'' a la de 1994, aseguró el gobernador del BdeM
Guillermo Ortiz Martínez, gobernador del Banco de México (BdeM), garantizó ante empresarios convocados a un foro privado por la revista Forbes que no habrá fuga de capitales financieros del país con motivo de la elección presidencial de 2006.
Mientras reportes del banco central muestran una salida de recursos de mexicanos a instituciones financieras foráneas y un aumento en la transferencia de divisas al extranjero, el gobernador Ortiz aseguró que entre los inversionistas que tienen recursos en instrumentos financieros mexicanos ''existe confianza en la fortaleza institucional del país, independientemente de la coyuntura política''.
Guillermo Ortiz aprovechó el encuentro organizado por Forbes, que se pretendió fuera sin la presencia de reporteros, pero en el que La Jornada estuvo presente, para informar que el Banco de México va ''a cambiar'' la actual política monetaria de recurrir a la restricción de liquidez para contener presiones inflacionarias, conocida como corto, por la utilización de tasas de interés de referencia, como hace el Banco de la Reserva Federal de Estados Unidos.
''Lo vamos a cambiar (el corto) por determinación de tasas'', dijo Ortiz cuando fue interrogado por la moderadora del panel en que participó acerca de la permanencia de la actual política monetaria. ''El banco central ya ha mandado señales al respecto en las últimas semanas con la fijación de los pisos de las tasas de interés. Pero la estrategia es gradual. Si algo funciona razonablemente bien no hay prisa por cambiarlo'', abundó.
Ortiz Martínez participó en un panel acerca del desarrollo del mercado de bonos de deuda en el país, en el que también estuvo Benito Solís, director general de Moody's en México, y Herbert Pérez, director general aquí de Bank of America.
En la sesión de preguntas y respuestas, uno de los participantes en el foro interrogó al gobernador del banco central sobre si advierte riesgos de que ''los capitales golondrinos salgan del país en 2006 y causen un daño como el que provocaron en 1994'', año en que la fuga de divisas fue el preámbulo a la mayor crisis económica de México en seis décadas.
Ortiz Martínez respondió que la situación de hoy es ''muy distinta'' a la que prevalecía en 1994, cuando él era subsecretario de Hacienda.
''Hay varias diferencias, pero la más importante para mí, respecto de 1994, es el tipo de cambio flexible, que ha mostrado ser una política exitosa'', añadió. ''Ahora, el Banco de México no busca defender ningún nivel de tipo de cambio y a pesar de tener las reservas de divisas más altas de su historia, en alrededor de 60 mil millones de dólares, no las usamos para defender el tipo de cambio'' del peso frente al dólar, que es determinado por la oferta y demanda en el mercado de divisas.
En ese sentido mencionó que ''el capital financiero que viene a México es importante, dado que en 2004 alcanzó unos 5 mil millones de dólares''. Actualmente, inversionistas foráneos tienen depositados recursos por 105 mil millones de pesos en bonos emitidos por el gobierno federal, cantidad que representa 10 por ciento del saldo en circulación de la deuda interna del sector público. También detentan una cuarta parte de los bonos de deuda privada emitidos en el mercado local, indicó.
''Los inversionistas extranjeros están muy conscientes en qué incurren en México, tanto en lo relacionado con el tipo de cambio como con las tasas de interés, y una de las razones por las cuales este capital entra es que hay un mercado de cobertura'' de sus inversiones. Añadió que el mercado financiero ofrece hoy bases más estables que en 1994.
Indicó: ''México es hoy un país que ya es parte del portafolio global de inversiones y existe confianza en la fortaleza institucional del país, independientemente de la coyuntura política''.
Según un informe del Banco de México enviado al Congreso el 30 de abril pasado, en 2004 ocurrió, por primera vez desde 2001, una salida neta de recursos para ser depositados en instituciones financieras del exterior. ''En 2004 el saldo de los activos en el exterior propiedad de residentes de México mostró un aumento, lo que significó una salida de recursos por 4 mil 588 millones de dólares'', indicó ese reporte del banco central.
La coyuntura política marcada por la elección presidencial de 2006 tampoco afectará el sostenido crecimiento de las colocaciones de deuda empresarial en México, según comentó en ese foro Benito Solís, director general de la calificadora Moody's en México.
Para dar cuenta de la relevancia del mercado de deuda privada en México -mecanismo mediante el cual las empresas obtienen recursos para financiar sus operaciones- Benito Solís comentó que en 2000 las emisiones fueron de mil 500 millones de dólares, cantidad que aumentó a 12 mil millones de dólares en 2004, variación que calificó como un ''crecimiento explosivo''.
''El crecimiento del mercado de bonos privados obedece a que las empresas requieren dinero para financiarse y esta necesidad de recursos va a seguir en aumento, sin importar quién gane la presidencia en 2006'', comentó.