Realizan en Casa Lamm el foro "AMLO, ¿qué sigue?"
Llaman a no bajar la guardia en apoyo a López Obrador
Pugnar por que en la futura campaña electoral de Andrés Manuel López Obrador (AMLO) los organismos sociales y los mexicanos sin partido tengan espacios de participación propios, no subordinados al PRD; insistir en la unidad "y no moverle el tapete" al precandidato; "trabajar fuerte" para lograr un gran acuerdo nacional que permita una transición pacífica entre "el desastre histórico" en que resultó la experiencia foxista y el proyecto de nación que ha esbozado el mandatario capitalino y que ha logrado una fuerza política mayoritaria sin precedentes en México.
Estas fueron algunas de las propuestas esbozadas en la velada del lunes pasado en Casa Lamm por los participantes en la mesa redonda "AMLO, ¿qué sigue?", la escritora Elena Poniatowska, la publicista Bertha La Chaneca Maldonado, el politólogo Luis Javier Garrido y el periodista Jaime Avilés.
Hace un mes, un puesto de tepache en medio del Zócalo exhibía en una pancarta: "Fox, esto no es una pesadilla; Fox, sí estamos aquí". Desde el templete los ojos de reportera de la laureada novelista de La piel del cielo registraba ésta y muchas otras consignas que recordó, en una especie de crónica oral, durante su participación -muy aplaudida- en Casa Lamm: "Impreso en un mandil -continuó-, leí: Fox, toma tu desafuero. Y una mano cerrada con el dedo del corazón extendido. Otra que me gustó mucho: No vengo por tortas ni por tamales; vengo por mis huevos. Y otra mas: Fox, ¿por qué no comes y te vas? Y otra: Vega Memije, la Facultad de Derecho te espera".
Pero más allá de revivir la megamarcha del 24 de abril y ponderar sus efectos en el tablero nacional, los ponentes abundaron en "lo que sigue", en la pelea ciudadana por llevar a López Obrador -calificado, según recordó Poniatowska, como el segundo mejor alcalde del mundo, según el observatorio británico conocido como City Majors (alcaldes del mundo)- a la Presidencia.
Jaime Avilés, cronista y columnista de La Jornada, lamentó que se haya puesto hasta ahora poca atención a una propuesta que fue central del discurso de López Obrador en el Zócalo, la de un gran acuerdo nacional. "Sin un pacto de ese tipo los mexicanos no podremos salir del actual desastre que significa la obra foxista y transitar a otra etapa diferente, sin que se nos pulverice la economía y nos agarremos a tiros unos contra otros", dijo.
Reconoció que será difícil que las preferencias electorales que hoy favorecen con amplio margen al jefe de gobierno se traduzcan en votos. "Son muchos los factores que pesan en contra de este objetivo. Uno de ellos es el propio PRD. Este, que ha disminuido su presencia en muchos estados, no es un partido nacional capaz de llevar a López Obrador a la Presidencia. Por eso es necesaria la creación de un frente amplio, como el Frente Democrático Nacional que en 1988 logró el triunfo electoral de Cuauhtémoc Cárdenas", propuso.
Explicó que el grupo del cual él es impulsor, el Lado Izquierdo Opositor, que a su vez reúne a microrganismos ciudadanos, trabaja intensamente por crear en todos los estados un Congreso de Ciudadanos Unidos en torno al proyecto lopezobradorista. "Solamente este esfuerzo podría aportar cerca de un millón de votos, una fracción en el caudal que López Obrador necesitará para ganar la Presidencia en los comicios que se realizarán dentro de poco más de 13 meses."
Bertha Maldonado, con décadas de trabajo creativo en las firmas publicitarias más importantes, relató con gracia cómo, cuando apenas se hacía a la idea de su vida en retiro, López Obrador la invitó a participar en la Coordinadora Nacional Ciudadana en Defensa de la Voluntad Popular. Esta es su versión de "los 20 días de resistencia pacífica" que le cambiaron la vida a ella, y en parte también al país.
"Lo primero que me dije fue: ¡documentación! Le hablé a mi amiga Jesusa (Rodríguez, la actriz) y le pregunté: ¿Qué es resistencia? Ella de inmediato me envió un libro de Mahatma Gandhi y otros más. Cuatro días con sus noches me la pasé leyendo. El día cuatro nos reunimos los de la coordinación: Elena Poniatowska, José Agustín Pinchetti y Martí Batres. El día 5 decidimos que necesitábamos una página web. La hija de una amiga me propuso un nombre: tq, te quiero en el lenguaje con el que se comunican los jóvenes. Así nació www.tqdesaforadamente.org. El 6 estaba la página web en la red. De inmediato empezaron a llover los mensajes. Ideas, consignas, documentos, alegatos, canciones, propuestas, parodias. A partir de ahí ya no necesité ningún libro. Son los ciudadanos los que nos están diciendo por donde ir."
Entre la creatividad y la lucidez populares que se expresaron en la marcha del 24, La Chaneca hizo las delicias del respetable relatando también los delirios y locuras de un movimiento así. Como el de un correo de una mujer que decía que ella y muchos otros estaban dispuestos a dar su sangre por López Obrador. Se trataba de una campaña de donación de sangre en los centros de salud dedicada a AMLO. Otra fue la de un encuestador -más mago que científico- que es capaz de medir la felicidad. El detectó mediante sus estudios de medición que después de la reversa que metió el gobierno en el proceso de inhabilitar políticamente al jefe de gobierno, "la felicidad de los mexicanos subió dos puntos durante la semana siguiente".
A su vez, Luis Javier Garrido, antes de iniciar su disertación, tomó el listón tricolor que llevaba y se lo prendió en la solapa como señal de que la movilización y la resistencia no deben bajar la guardia, sino mantenerse "muy alerta" y profundizar sus acciones. "Y esta resistencia va a seguir -vaticinó-, porque al margen de lo que decidan los partidos políticos, en la percepción de la gente las cosas siguen igual, la injusticia prevalece."
Señaló que a pesar del gran éxito de la marcha del 24, esta sociedad "tiene una tarea muy ardua por delante: lograr que el proyecto de López Obrador realmente se realice como se plantea." Advirtió que todas las experiencias de partidos de izquierda que han llevado en los años recientes a sus candidatos al gobierno en Europa y América Latina terminan por distanciarse de sus promesas de campaña y por ser funcionales a las políticas del Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial.
Para evitar ese acomodamiento, dijo, es necesario que los candidatos que enarbolan un proyecto de nación distinto vayan más allá de las estructuras de su partido y se respalden en la fuerza de la sociedad. En el caso mexicano, este movimiento social puede y debe evitar que fuerzas mediatizadoras coopten a su candidato. "No queremos la lulalización de López Obrador", en alusión al divorcio que se ha profundizado en Brasil entre el movimiento social y el proyecto del presidente Luiz Inacio Lula da Silva.