En esas condiciones pueden perder la vida embarazadas

Enfrentan desplazadas y migrantes limitada atención médica: UNFPA

Se estima que en el mundo 25 por ciento de la población de refugiados y desplazados por causa de conflictos armados, persecución, pobreza y desastres naturales son mujeres en edad de procrear. De ellas, una de cada cinco está embarazada, con lo que se incrementa el riesgo de muerte materna o infantil debido a la falta de atención médica y a las condiciones de vulnerabilidad a las que se ven expuestas, en particular como víctimas de la violencia de género.

El Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA, por sus siglas en inglés) destaca en su informe más reciente que las mujeres desplazadas o migrantes tienen un acceso "muy limitado" a la atención de su salud reproductiva, exponiéndose a "grandes riesgos sanitarios", pues para quienes habitan en comunidades en crisis, "un embarazo no planificado puede ser causa de muerte".

La violencia sexual y por motivos de género, señala el informe sobre el Estado de la población mundial 2004, se ha empleado sistemáticamente en los conflictos armados para "humillar o dominar" al enemigo.

En cuanto a mujeres migrantes y desplazadas, advierte sobre el riesgo del incremento en la violencia intrafamiliar, debido a que "muchos hombres que han perdido su empleo, su condición social y su estabilidad se desquitan de sus frustraciones atacando a sus compañeras".

Sobre los efectos de la violencia ejercida contra las mujeres, en particular la violación, la UNFPA afirma que sus consecuencias pueden ser "devastadoras". El daño físico puede ocasionar lesiones, embarazos no deseados, disfunción sexual y contagio de enfermedades como el VIH/sida. Por lo que respecta a los daños causados a la salud mental de las víctimas, menciona ansiedad, trastornos de estrés postraumáticos, depresión y suicidio, a lo que se suma el riesgo de ser excluidas de la vida familiar y sometidas a aislamiento social, por lo que muchas de las sobrevivientes no denuncian que han sido violadas.

Las acciones para prevenir la violencia sexual y de género en situaciones de crisis impulsadas por Naciones Unidas, incluye promover la condena social de estos delitos, que deben ser considerados como "una conculcación de los derechos humanos y una amenaza a la salud pública". La UNFPA recomienda generar las medidas de seguridad necesarias para que las mujeres que residen en campamentos de desplazados cuenten con patrullas de seguridad y garantía de que no deberán "aventurarse demasiado para conseguir los insumos necesarios para su vida diaria".

El informe destaca la necesidad de promover la aplicación de leyes y políticas contra la violencia sexual, así como impartir capacitación a jueces y cuerpos policiacos.