Detenido, líder de ONG uzbeka, denuncia HRW
Se suma la OTAN a condena por la represión en Uzbekistán
Bruselas, 24 de mayo. La Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) se sumó este martes a la condena hecha la víspera por la Unión Europea por la "fuerza excesiva y desproporcionada" a la que recurrieron las autoridades uzbekas en la manifestación de Andizhán, y reclamó igualmente una investigación internacional independiente.
La OTAN se dijo "profundamente conmocionada por los actos de violencia" por lo que apoyó el pedido de Naciones Unidas sobre la realización de una encuesta internacional independiente y llamó a las autoridades uzbekas a autorizarlas.
Uzbekistán, por su lado, canceló sin dar explicaciones su participación en la reunión de la OTAN sobre seguridad que se está realizando en Suecia.
La ministra del Exterior sueca, Laila Freivalds, lamentó la ausencia de Uzbekistán -que no pertenece a la alianza atlántica pero que al igual que otros países neutrales forma parte del bloque euroatlántico- porque representaba una oportunidad para que explicara las acusaciones de haber disparado contra los manifestantes.
De su lado, la organización Human Right Watch (HRW) expresó preocupación por la detención de Saidjahon Zainabitdinov, jefe de la organización no gubernamental defensora de los derechos humanos Apellatsia, una de las principales fuentes de información durante la represión de la manifestación del 13 de mayo, en la cual fueron detenidas unas 100 personas.
Zainabitdinov fue detenido el viernes, dijo Human Rights Watch, que citó a un abogado que el lunes visitó a su familia.
A su vez, el Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados expresó temor por la seguridad de los cerca de 500 uzbekos que huyeron de la represión y se instalaron en un campo de Kirguistán.
El fiscal de la región del este de Andizhán, Bajodir Dejanov, admitió hoy que 97 personas fueron arrestadas el 13 de mayo por haber participado en la revuelta.
Agregó que 52 siguen detenidos bajo sospecha de haber "organizado acciones terroristas y ataques criminales", y los otros 45 fueron liberados con la condición de informar regularmente de sus actividades.
El ejército disparó contra una multitudinaria manifestación en Andizhán que se saldó con 169 muertos, según las autoridades, y con entre 500 o mil muertos, de acuerdo con testigos y organizaciones defensoras de los derechos humanos.