Usted está aquí: miércoles 25 de mayo de 2005 Mundo La credibilidad de Bush, minada por la violencia sin freno en Irak: analistas

Mentiras del Pentágono sobre la muerte de soldados provoca la ira de estadunidenses

La credibilidad de Bush, minada por la violencia sin freno en Irak: analistas

Crece el costo político para el jefe de la Casa Blanca por los abusos cometidos en la guerra

DAVID BROOKS CORRESPONSAL

Ampliar la imagen En un camino cerca de la base militar de Rashid, a las afueras de Bagdad, una bomba estall�er al paso de un convoy estadunidense FOTO Afp

Nueva York, 24 de mayo. Más de 600 personas han muerto en menos de un mes desde que se instaló el nuevo gobierno de Irak, y sólo en los últimos tres días han muerto 16 soldados estadunidenses (siete de ellos hoy).

Estas estadísticas de violencia provocan dudas cada vez que Washington insiste en que las cosas van mejorando y la "democracia" avanza en Irak. De hecho, la credibilidad del gobierno de Bush en torno a la guerra sigue sufriendo al ser reveladas mentiras sobre las muertes de sus soldados, y eso provoca la ira creciente de familiares.

Sólo ayer los padres de uno de los soldados más famosos denunciaron que el ejército mintió sobre la muerte de su hijo. Pat Tillman era de los soldados más conocidos porque después de los atentados del 11 de septiembre, el jugador estrella de futbol americano profesional del equipo de la NFL, los Cardenales de Arizona, abandonó su millonaria carrera para sumarse a los Rangers, la tropa elite del ejército. Después de participar en la campaña bélica en Irak, fue enviado a Afganistán en 2004 para participar en la cacería de líderes talibanes y de Al Qaeda. Poco después de llegar al terreno, Tillman murió abatido a balazos en un operativo en las montañas de ese país.

La Casa Blanca lo llamó "una inspiración", fue presentado como héroe nacional y emblema patriótico, condecorado póstumamente con la Estrella de Plata y figura a la que se rendía tributo en los intermedios de los partidos profesionales. Había muerto en combate y sacrificó su vida y su carrera por el país.

El único problema es que la histórica oficial fue mentira. Tillman murió por balas de sus propios compañeros, en esos errores comunes de la guerra, cuando se confunden a los propios con el enemigo; lo que se llama "fuego amigo".

A principios de este mes -más de un año después de su muerte- se reveló la verdad, también que el ejército había ocultado los hechos de que murió por "fuego amigo", algo que los oficiales sabían casi después de la tragedia. La razón por la cual encubrieron la verdad, acusaron sus padres, fue para no estropear la gran propaganda que ofreció el caso de su soldado famoso.

Ayer, los padres (divorciados) denunciaron que el gobierno había mostrado una grave "falta de respeto" a la memoria de su hijo, sostuvo la madre, Mary Tillman. "Los militares lo decepcionaron (a Tillman). El gobierno de Bush lo decepcionó... el hecho de que vio cómo lo mataban sus propios hombres absolutamente (nos) rompe el corazón y es trágico. El hecho de que después mintieron sobre esto es detestable", dijo en entrevista con el Washington Post.

Sus padres creen que el gobierno elaboró este cuento heroico sobre cómo murió su hijo para promover una respuesta patriótica en el país. A la vez, sabían que si la verdad se conocía -sospechan los padres- tendría consecuencias graves para el reclutamiento militar y, por eso, dijo el padre, Patrick Tillman, abogado, los militares y el gobierno "encubrieron" todo.

Víctima de la historia oficial

El abogado de la soldado Jessica Lynch extendió sus simpatías a la familia Tillman a nombre de ambos, y recordó que su cliente también había sido víctima de una historia oficial ficticia sobre sus hazañas heroicas y patrióticas, algo que tuvo que desmentir tan pronto pudo.

En el caso de Lynch, quien fue capturada y "rescatada" en Irak en marzo de 2003, algo que se convirtió en libro y película para la televisión, la historia oficial fue que se defendió hasta agotar su última bala. Sólo después de su "rescate" videograbado y trasmitido repetidamente en los medios, y al recuperarse Lynch de sus heridas, la mujer desmintió la historia que, según ella y su abogado, había sido "totalmente fabricada".

Lynch nunca disparó y sus doctores en Irak intentaron entregarla a los militares estadunidenses antes de que éstos lanzaran un operativo de "rescate" en un hospital que no tenía ninguna guardia. El abogado recordó esta semana que "el ejército intentó convertir a Jessie (Lynch) en algún tipo de guerrera cuando no lo fue... algo así como una Rambo... pero ella lo desmintió de inmediato".

En tanto, cada día hay informes sobre más atentados, más bombas, más víctimas, y entre la propaganda oficial y la realidad es imposible detectar cuál es el estado de las cosas en Irak. Sin embargo, el costo político está creciendo como resultado de las constantes imágenes de la violencia, más informes sobre maltrato y tortura de civiles en Irak y Afganistán por integrantes de las las fuerzas armadas estadunidenses, y el hecho de que nadie de alto nivel ha sido responsabilizado y procesado por los escándalos de tortura en Abu Ghraib y en Guantánamo.

Con cada día hay más soldados agregados a las listas de heridos y de muertos, mientras algunos soldados de bajo rango son procesados por lo que ellos dicen fue cumplir órdenes o por "homicidio" (algo un poco irónico en zonas bélicas). Junto a ello, hay más malas noticias del deterioro de la situación regional. Por ejemplo ayer con la noticia de que Siria suspendió su cooperación con las fuerzas de seguridad de Estados Unidos, y a la vez con algunos halcones en el gobierno de Bush o asesores cercanos hablando abiertamente de tomar "medidas" contra Irán.

También minando la confianza popular hay noticias como la de hoy sobre el informe de auditores contratados por la Organización de Naciones Unidas donde señalan que oficiales en Irak no pueden explicar qué paso con un monto de petróleo combustible producido el año pasado con valor de 69 millones de dólares, manejado por autoridades bajo el control de Estados Unidos, ni han logrado obtener información sobre las cuentas de un contrato de 2.2 mil millones otorgado, sin competencia, a Halliburton, aunque fue pagado por fondos iraquíes.

Casi todo analista acepta que esto es una razón por la cual las últimas encuestas registran que la mayoría de estadunidenses desaprueba del manejo de la guerra por el gobierno de George W. Bush.

Pero no todo está mal. La seguridad nacional, y la lucha contra el terrorismo, está en buenas manos en Washington. Por ejemplo, uno de los expertos en asuntos de antiterrorismo empleado por el gobierno de Bush tiene una larga y distinguida carrera profesional... como músico de rock.

Antes de sumarse al negocio de la seguridad nacional, Jeff Baxter tocaba con la banda sicodélica Ultimate Sprinach, y después con la famosa banda Steely Dan y también con los Doobie Brothers. Con su carrera de rock con ocho discos de platino, ahora es asesor contratado por el Pentágono y la comunidad de inteligencia para intentar ayudar a comprender las maneras en que piensan los "terroristas", reportó el Wall Street Journal.

Baxter señaló que su aportación principal es pensar en cómo se pueden utilizar las tecnologías existentes para otros usos, por ejemplo, en manos de "terroristas". Este tipo de ejercicio, dijo Baxter, es el mismo que ocurre todo el tiempo en el mundo de la música.

Por lo menos ahora queda comprobado que todos los músicos de rock ya no son, por definición, rebeldes, sino algunos resultan ser sólo "otro ladrillo en la pared", como diría Pink Floyd.

Tal vez la próxima guerra podría ser un gran musical en Broadway y dejar en paz a todos los inocentes que no desean pagar los boletos para ver "shows" como los producidos por el gobierno en torno a soldados como Tillman y Lynch.

 
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