Se espera severo coletazo, coinciden especialistas
Estancamiento preocupante y serio de la economía nacional
La economía mexicana comienza a mostrar desaceleración de sus exportaciones en algunos sectores, principalmente en el automotriz por el cambio en los patrones de consumo del mercado estadunidense, aseguraron catedráticos de la Facultad de Economía de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), quienes anticiparon que el presente sexenio terminará sin creación de empleos.
Por otro lado, adelantaron que las remesas de los connacionales en Estados Unidos, que han apuntalado a la economía mexicana, así como los ingresos petroleros, podrían empezar a reducirse en un futuro próximo debido a que las siguientes generaciones de inmigrantes que se establecerán en aquel país ya no tendrán necesidad de enviar dinero.
Entrevistados en exclusiva por La Jornada, Emilio Sacristán, Jorge Eduardo Navarrete, Guillermo Ramírez Hernández y Armando Labra Manjarrez, integrantes de la Academia Mexicana de Economía Política, consideraron que el estancamiento que vive la economía mexicana es ''preocupante y serio'' porque en lo que va de la presente administración todos los indicadores macroeconómicos están por debajo de los del año 2000.
Emilio Sacristán Roy, presidente de esta asociación, precisó que en la administración del presidente Vicente Fox, la economía ha registrado un crecimiento promedio anual de 1.7 por ciento, menor al de la población, mientras el Indice Global de la Actividad Económica (IGAE) para marzo confirmó el débil dinamismo con un crecimiento de sólo 0.3 por ciento en ese mes.
Por su parte, Armando Labra, catedrático y colaborador de La Jornada, aseveró que el actual comportamiento de la economía nacional es producto de una política aplicada desde hace 20 años y que está en evidente crisis. Adelantó que se espera un ''coletazo'' muy severo por el consumo en el mercado estadunidense de automóviles de procedencia europea y japonesa, lo que tendrá efectos negativos en nuestras exportaciones, principalmente del sector automotriz.
Labra Manjarrez aseguró que existe preocupación entre los diversos analistas porque en los últimos años se ha radicalizado la ausencia de una política económica. Consideró necesario trabajar en las opciones que puedan dinamizar el sector productivo del país, pero mencionó que de acuerdo con las actuales tendencias, lejos de mejorar la situación va a empeorar. El próximo gobierno, vaticinó, tendrá menores márgenes de acción, ''por lo que debemos evitar que en los próximos seis años tengamos una economía colapsada''.
Armando Labra aseveró que el saldo del empleo en México es negativo, al precisar que en 2000 se tenían 11 millones de empleos formales, mientras en la actualidad se redujeron a 10 millones 800 mil puestos. En el segmento de eventuales se ha observado una ligera creación de empleos, al pasar de un millón 700 mil a un millón 800 mil. Sin embargo, el resultado neto lleva a concluir que se perdieron más empleos permanentes que los que se han creado. Este comportamiento permite anticipar que el sexenio culminará sin creación de nuevos puestos de trabajo formales.
A su vez, Guillermo Ramírez Hernández, ex director de la Facultad de Economía de la UNAM, afirmó que ante el creciente flujo de remesas ha aumentado el interés de entender las prácticas de los inmigrantes mexicanos.
Entre ellos, los bancos, que las ven como un negocio creciente; los analistas observan que el flujo se ha convertido en una fuente de divisas que sobrepasa a otras fuentes tradicionales; los investigadores académicos tratan de explorar el impacto potencial de las remesas en los países receptores y los funcionarios tratan de controlar el lavado de dinero y procurar su canalización a través del sistema bancario.
De no ser por las remesas y los elevados precios del petróleo, la economía mexicana ya se hubiera colapsado y se habrían aplicado recortes al gasto público, aseguró Ramírez Hernández.
Finalmente, Jorge Eduardo Navarrete, economista y ex embajador de México, mencionó que es un error adjudicar el estancamiento de la economía a la falta de reformas estructurales. La reforma hacendaria es la más importante, porque existe un crecimiento incompatible con la gran carga tributaria para los causantes cautivos contra regímenes de excepción que no gravan las transacciones bursátiles y benefician a corporativos. Otro error, refirió, es tratar de cambiar el régimen de propiedad de Pemex, que constitucionalmente está acotado y es exclusivo para la inversión pública.