Celebran en Bellas Artes los 80 años del escritor

El teatro bien hecho es costeable: Carballido

El dramaturgo veracruzano pide como deseo de cumpleaños que se monten obras mexicanas ''antes que otras cosas''

MERRY MAC MASTERS

El dramaturgo Emilio Carballido cumplió 80 años. Aunque no hubo pastel ni se apagaron velas, el cordobés, autor de obras memorables como Te juro Juana que tengo ganas y Rosa de dos aromas, externó algunos deseos al término del festejo organizado por el Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA) y el Instituto Veracruzano de Cultura (Ivec).

En virtud de que encuentra el teatro actual de México "un poco pobre", por la "falta de dinero", Carballido expresó su deseo de que en este milenio se "tripliquen" los autores que hay ahora. También pidió que se monten obras mexicanas "antes que otras cosas". Si se hiciera bien, el teatro sería costeable. ''Siempre lo ha sido", aseguró.

Ante la revelación del rechazo de Carballido de que sus manuscritos originales salgan del país, el aludido dijo que, en efecto, dos universidades estadunidenses se interesan por comprarlos. Sin embargo, el también novelista y cuentista desea que el material permanezca en México. No quiso entrar en detalles sobre quién asumirá la responsabilidad.

Carballido también dijo preparar tres obras y anunció la publicación en julio de un libro de cuentos.

El acto, organizado en la sala Manuel M. Ponce del Palacio de Bellas Artes -donde Carballido debutó como dramaturgo en 1950-, incluyó la lectura de un fragmento de Conversación entre las ruinas, a cargo de Alberto Estrella, Zaíde Silvia Gutiérrez y Angeles Marín, obra que se llevará a escena ''muy pronto''.

Saúl Juárez, titular del INBA, recordó que hace 55 años estaba en marcha la Temporada de Teatro Universal: "Para cuando tocó el turno de exhibir el trabajo realizado por mexicanos, el telón se abrió con la obra de un joven dramaturgo cordobés al que Salvador Novo, mentor infalible y generoso, describía como 'un muchacho genial, flaco, nervioso, de ojos asustados'.

''La obra, dirigida por el mismo Novo, se titulaba Rosalba y los llaveros; su autor era un jovencísimo Emilio Carballido, quien poco antes había entregado al poeta -involucrado en ese entonces en un febril impulso al teatro- algunas muestras de su trabajo.

''El montaje tuvo una estupenda respuesta del público. Y Novo, quizá más entusiasmado que el propio Carballido, quien apenas calibraba la magnitud del golpe, se felicitaba por 'haber tenido la fortuna de descubrir a un autor verdaderamente mexicano, verdaderamente joven y verdaderamente valioso'.''

Al subirse al escenario para recibir un reconocimiento del gobierno de Veracruz, de manos de Esther Hernández Palacios, directora del Ivec, Carballido habló del hecho de arribar a los 80, pero al mismo tiempo de no sentir el peso de los años.

"Siento dentro de mí una persona neutra y tranquila mayor que yo, en un tiempo que ayudaba a crecer, a madurar, entender. Así me quedo entre dos puntos, así recuerdo décadas asombrosas; los años 40, los 30, los 60. Una historia universal que avanza más aprisa que nunca. En medio de eso yo tirando papeles con mis amigas, a veces pasándolos a otro idioma, dándoles vida en la escena. Fue el beneficio de una muerte que vi y sufrí y entendí. Volví al foro, volví a estar entre ustedes, y pasaron cosas asombrosas.''

Creador de inolvidables protagonistas femeninas, no es de extrañarse que tres mujeres fueron invitadas para hablar de la obra de Carballido: la investigadora teatral Selma Ancira, quien recreó la carta que León Tolstoi le hubiera escrito al dramaturgo veracruzano; la directora de teatro Alejandra Gutiérrez, y la traductora al inglés de Carballido, Margaret Sayers, para quien el homenajeado cambió la trayectoria del teatro mexicano por intercalar en sus piezas música, humor, poesía, innovación formal, y su mezcla muy personal de realismo y fantasía.