Obras suspendidas, pese a la inversión de $386 millones
La Escalera Náutica, proyecto fantasma
El proyecto Mar de Cortés -antes Escalera Náutica- anunciado por el presidente Vicente Fox como "el nuevo icono del turismo mexicano y una ventana de esperanza para el futuro", es todavía una visión y se perfila como un nuevo fracaso de desarrollo de este gobierno.
En el plan turístico de este sexenio, previsto para explotar el "acuario del mundo", bosquejado para cinco estados con el fin de promover el turismo náutico y la inversión privada, se han invertido 386 millones de pesos, pero aún no se observan los resultados: las principales obras están suspendidas, las escalas náuticas siguen inutilizadas y el Fondo Nacional de Fomento al Turismo (Fonatur) no ha obtenido todos los permisos legales ambientales.
Aun así se prevé ejercer en 11 meses alrededor de 800 millones de pesos -en total serán mil 200 millones de 2001 a 2006- para dejar "los cimientos" del desarrollo, señaló la empresa pública. En visitas por Baja California, se ven como únicos vestigios de la inversión una olvidada y azolvada dársena en el pueblo de Santa Rosalillita, caminos inconclusos y un enorme anuncio institucional en esa zona.
"No hay absolutamente nada", reconoció el director de Impacto Ambiental de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), Ricardo Juárez Palacios, quien hace unas semanas hizo una visita a la región para verificar el estado de las cosas y tiene en evaluación 10 manifestaciones de impacto ambiental (MIA) de las denominadas escalas náuticas.
Pese a que se había anunciado que en 2004 daría principio la construcción de 17 escalas náuticas, aún no han comenzado los trabajos. Fonatur prevé que en noviembre estarán listas para operar las instalaciones de seis sitios: Puerto Peñasco, Santa Rosalía, Santa Rosalillita, Puerto Escondido, La Paz y Mazatlán, así como el primero de los circuitos turísticos integrales, sostuvo en entrevista el subdirector del proyecto, Eduardo Rincón Gallardo. Sin embargo, estos proyectos aún no han recibido la autorización de parte de la Semarnat.
Este ambicioso proyecto turístico se planeó para 21 por ciento del territorio nacional y se propone en 27 comunidades costeras para establecer 29 escalas náuticas, de las cuales 15 ya existen, aunque 11 se deben rehabilitar y las otras 14 se construirían. Estos sitios serían de tránsito y tendrían la función de proveer de servicios básicos a la navegación y ser la puerta de entrada a las regiones turísticas de Baja California, Baja California Sur, Sonora, Sinaloa y Nayarit, explicó.
Es la región que ocupa el cuarto lugar mundial en riqueza biológica, zona semivirgen donde se reproducen la ballena gris, el tiburón ballena y hábitat único de la vaquita marina, mamífero en riesgo de extinción. Aquí, con el proyecto, se busca desplegar el espacio a 50 mil embarcaciones privadas hasta 2014, acoger a alrededor de 5.3 millones de turistas y crear 29 mil empleos fijos.
La idea inicial de Fonatur en 2001 consideraba 20 aeropuertos, un número indefinido de gasolineras, hoteles, condominios, deportivos y campos de golf, pero la Semarnat lo rechazó. Después autorizó un estudio general con 18 condicionantes y pidió que para cada obra turística o de infraestructura se presenten estudios de impacto ambiental.
Apenas en los primeros días de mayo el fondo envió a la Semarnat siete manifestaciones de impacto ambiental para su aprobación, que se sumaron a las tres que tenía en evaluación la dependencia, y cuenta con 60 días hábiles para resolverlas. Las comunidades tienen 10 días para solicitar una consulta pública, a partir de que se publique el aviso del ingreso de los documentos en la página de Internet de la dirección de Impacto Ambiental.
Para abril de 2006 se prevé entregar 11 escalas náuticas, cinco circuitos turísticos en operación y cinco localidades costeras renovadas; aunque no se han comercializado las franquicias, la venta de éstas deberá concluir en 2007, señaló Rincón Gallardo.
Sin embargo las obras básicas no han concluido. Es el caso del puente terrestre que enlazará la península de Baja California con el territorio continental, que fue clausurado por la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) a la Secretaría de Comunicaciones y Transportes por carecer de estudios ambientales. Esta dependencia todavía no cubre la multa de 800 mil pesos que se le impuso, pero acordó hacer el pago por medio de campañas promocionales.
Obras en el aire
La escalera náutica es un viejo proyecto. Fue ideado hace un cuarto de siglo por Guillermo Rosell, titular de Turismo en el gobierno de José López Portillo, quien trató de llevarlo adelante y no lo logró. Durante la campaña presidencial de 2000 fue bandera de campaña del ex candidato del PRI a la Presidencia Francisco Labastida, y, una vez en el gobierno, Vicente Fox lo retomó por medio de Fonatur, con John McCarthy a la cabeza.
El 23 de enero de 2001, en La Paz, a pocas semanas de ocupar la Presidencia de la República, Fox anunció ante los gobernadores de Baja California, Baja California Sur, Sonora y Sinaloa, "el gran proyecto de la Escalera Náutica", que diversificaría las posibilidades de turismo y ampliaría la capacidad de desarrollo, para "evitar el congestionamiento de lo que ya está en marcha". Más adelante se anunciaría la incorporación de Nayarit y se cambiaría el nombre por la marca con la que se le promueve internacionalmente: Mar de Cortés.
Para este sexenio se consideró una inversión de alrededor de mil 200 millones de pesos, de los cuales hasta ahora se han gastado 386 millones. En los meses que restan a esta administración se ejercerá la mayor parte: en las obras de las escalas náuticas se invertirán 500 millones de pesos; para la promoción y difusión de los circuitos turísticos, 117 millones de pesos, y en la renovación urbana de cinco poblados, 250 millones de pesos, puntualizó Rincón Gallardo. Sostuvo que de esos recursos 308 millones de pesos son fiscales y el resto son de Fonatur.
Parte de este dinero, argumentó, se ha destinado a la elaboración de manifestaciones de impacto ambiental particulares de las escalas náuticas, pero la dirección de Impacto Ambiental de la Semarnat tan sólo ha recibido 10 de las 29 previstas, informó Juárez Palacios.
"En los próximos meses, terminando los procesos de construcción los recursos se van a ver. Los cimientos han sido la manifestación de impacto ambiental general, ya aprobada, que tardó dos años en concretarse. Consensuar el estudio ha sido largo y también los planes maestros; se ha invertido en tecnología y en presentar todo esto a las autoridades. Ahora viene la inversión física. Se verán las carreteras, los señalamientos", indicó Eduardo Rincón en entrevista.
Las escalas, detalló, son instalaciones sencillas, tienen un pequeño muelle y estacionamientos; los edificios serán del mismo tipo en todos los casos, con baños y oficinas. Agregó que también se han adquirido algunos terrenos, aunque otros los donaron los gobiernos.
Fonatur definió que para la etapa 2001-2006 se crearía la infraestructura básica para desplegar la actividad náutica e impulsar la inversión privada, y en 2015 comenzaría la estabilización del proyecto. Entre lo básico está el puente terrestre para el traslado de embarcaciones del Pacífico al Mar de Cortés; cuatro rutas de internación para embarcaciones remolcables; una red de aeropuertos y aeródromos de apoyo, y un sistema para la distribución y venta de combustible. De esto, poco se ha concretado.
Para mejores tiempos
El puerto de abrigo se comenzó a construir en 2001 en Santa Rosalillita, y las obras del puente terrestre están suspendidas "hasta que se regularice la situación que lo llevó a construirse sin la autorización inicial. No hay una sola obra que se esté realizando. Esperamos que este freno que se puso para que ambientalmente las cosas se hicieran mejor esté siendo aprovechado por las instancias promotoras y estén preparando sus manifestaciones para regularizar lo que habían iniciado mal", agregó el director de Impacto Ambiental. Destacó que lo único que se ha hecho es la apertura de la brecha de Santa Rosalillita hasta la carretera transpeninsular, vía que existe desde hace mucho, y la ampliación que se quería hacer está en suspenso.
Hasta ahora la SCT no ha actualizado la información de esas construcciones, y respecto a las 10 manifestaciones de impacto ambiental particulares de las escalas que se acaban de enviar a la Semarnat, todavía están en análisis, por lo que la conclusión de las construcciones en la fecha prevista por el organismo dependerá de si dispone de los recursos, consideró Juárez Palacios.
En cuestiones materiales es muy poco lo que se ha avanzado. De los estudios que Fonatur presentó para su aprobación hay varias escalas que son de rehabilitación, como el caso de Guaymas, Mazatlán, La Paz, Puerto Peñasco y Loreto, mientras que las nuevas son Santa Rosalía y Puerto Escondido, explicó el funcionario. Hasta el momento la dependencia no ha autorizado ninguno de estos proyectos.
De acuerdo con el libro que promueve el proyecto, es un plan prioritario para el gobierno federal y responde a las políticas públicas de la Presidencia; "representa una oportunidad de desarrollo para la población y para conservar el ecosistema de la región". Mar de Cortés requiere captar recursos para que a mediano y largo plazo se sostenga por sí misma, y también "crear un esquema de negocios que sea rentable para la participación privada".