Tres meses de movilización
Universitarios chilenos rechazan privatizar el sector
Santiago, 22 de mayo. Miles de universitarios chilenos han convertido las principales ciudades del país en escenarios de protestas cotidianas en los últimos tres meses, en demanda de financiamiento a sus estudios y de repudio a las políticas privatizadoras de la educación superior que lleva a cabo el gobierno de Ricardo Lagos.
Se estima que unos 2 mil universitarios, de los principales centros urbanos del país, han pasado por los calabozos de la policía de Carabineros después de los enfrentamientos callejeros entre los agentes y los jóvenes de la Confederación de Estudiantes Chilenos (Confech), que agrupa a las federaciones estudiantiles de las universidades públicas y tradicionales, en una prolongada batalla por obtener financiamiento para quienes cursan una carrera.
Los estudiantes cuestionan que capitales privados entraron a los planes de financiamiento individuales, lo que hasta ahora había sido garantizado por el Estado, que alega que 80 por ciento de los beneficiados jamás pagó los créditos recibidos.
En Chile, una colegiatura en una universidad en promedio cuesta el equivalente a 400 dólares mensuales. Asimismo, unos 300 mil jóvenes concurren a medio centenar de casas de estudios superiores, a las que se unen como centros de educación posterior a la secundaria, institutos tecnológicos y centros de formación técnica.
El proyecto para una nueva ley de crédito universitario para financiar las carreras profesionales, y el cuerpo legal aprobado por el Congreso, desataron la movilización de los alumnos en todo el territorio.
Esperan el veto de Lagos
Las protestas se han multiplicado y ahora se exige que el presidente Ricardo Lagos vete la ley, lo que se descarta pues su ministro de Educación, Sergio Bitar, impulsó la iniciativa. No obstante, las 21 federaciones que componen la Confech están en movilización general.
"Al problema que tienen los estudiantes de la educación superior todos los años, como es el déficit del crédito -que es la falta de dinero para apoyar a los compañeros que no pueden pagar sus aranceles al contado- se suma este año un problema que es mucho más de fondo: la nueva ley de Crédito Privado con Garantía Estatal patrocinada por el Ministerio de Educación", dice Felipe Melo, líder de la Federación de Estudiantes de Chile (Fech).
Esto, explica, es lo mismo que se intentó hacer en 2001 con el Fondo Solidario: pasarles a los bancos y las financieras la atribución de prestar dinero a los estudiantes sin recursos. Una solución en la cual el Estado se retira aún más de sus responsabilidades de dar garantías en cuanto a la igualdad en el acceso y manutención de los estudiantes en educación superior.
Para Melo este es básicamente el punto que ha movilizado a los estudiantes. Estamos en contra de que se concrete este nuevo avance privatizador en el sector público, pero no estamos en contra de que se genere una alternativa de financiamiento para los compañeros del sector privado".