Sugiere ponerlos a la venta o convertirlos en paraestatales para poder auditarlos
Pide la ASF desaparecer fideicomisos que administran ingenios expropiados
Ante el cúmulo de irregularidades detectadas en la operación de los fideicomisos Promotora Azucarera SA (Proasa), Fideicomiso Comercializador (Fico) y Fondo de Empresas Expropiadas del Sector Azucarero (FEESA), constituidos para operar y administrar los ingenios expropiados por el gobierno de Vicente Fox, la Auditoría Superior de la Federación (ASF) propuso su desaparición y que se constituyan en entidades paraestatales, lo cual permitiría hacerlos sujeto de derecho público y auditarlos en su totalidad.
Para el órgano fiscalizador, una vez que se resuelvan los problemas jurídicos en las que están envueltos, los ingenios deberán ser desincorporados y puestos a la venta o bien convertirse en entidades paraestatales.
"Si no son transmitidos y afectados los derechos, los activos, las acciones y las unidades industriales expropiadas, conforme a su contrato constitutivo (los fideicomisos) no podrán cumplir sus fines. Y mientras no se resuelvan los juicios de amparo interpuestos por los propietarios de los ingenios expropiados, FEESA tampoco podrá cumplir sus fines", señaló.
Como parte de la revisión de la cuenta pública 2003, el órgano superior de fiscalización determinó que a cuatro años de suscrito el contrato del fideicomiso para operar las empresas expropiadas del sector azucarero, no se han transferido los activos, acciones y 23 de los 27 ingenios expropiados a Nacional Financiera, por lo cual no se ha podido cumplir con el objeto de la operación ni se han integrado al patrimonio del Fico los inventarios de azúcar y subproductos elaborados en los ingenios.
También se detectaron irregularidades en el FEESA, entre las cuales resalta que la vigilancia de litigios en que se vieron envueltos los ingenios fue atendida en su totalidad por despachos externos, de los que no se tenía un censo ni relación de pagos, así como tampoco el estado de los juicios ni un análisis de las contingencias económicas que implicaba cada caso.
"Por ello se determinó que FEESA no cumplió con los fines de su contrato constitutivo, establecidos en la cláusula cuarta Fines del Fideicomiso, incisos d, e y f, y en relación con los estados financieros al 31 de diciembre de 2003, se constató que, de los 27 ingenios expropiados, cuatro no han sido dictaminados", sostuvo la ASF.
Reportes de Nafin
En el informe de resultados se refiere que los cuatro ingenios no dictaminados fueron devueltos al Grupo Azucarero México y se constató que Nacional Financiera, en su carácter de fiduciaria del FEESA, no había formalizado en favor de Nafin banco la entrega y afectación de los activos, las acciones y 23 de las 27 unidades industriales incluidas dentro del decreto de expropiación, publicado en el Diario Oficial de la Federación el 3 y 10 de septiembre de 2001.
"Esta omisión infringe las cláusulas cuarta, inciso b, y sexta del Contrato del Fideicomiso del FEESA", expresó la ASF.
También informó a la Cámara de Diputados que Proasa no ha recibido los derechos que corresponden para cumplir con su objeto social de administrar y operar activos, acciones y unidades industriales objeto del decreto de expropiación, y por lo tanto, no ha transmitido ni afectado los bienes y derechos al patrimonio de Fico.
Por lo tanto, señaló, Fico no puede cumplir con la finalidad de fungir como mecanismo de carácter comercial, financiero y administrativo que facilite el eficaz funcionamiento de los ingenios expropiados por el gobierno foxista. Además resaltó que la dirección general de este fideicomiso no presentó a la fiduciaria (Nafin) ni al comité técnico de ese ente la información contable y financiera requerida para precisar la situación del fideicomiso, en incumplimiento de lo establecido en el contrato.
Al respecto, la Unidad de Evaluación y Control de la Cámara de Diputados recordó que como parte de la revisión de la Cuenta Pública 2003, los fideicomisos azucareros no pudieron ser revisados en su totalidad, pues Nacional Financiera argumentó que, debido al secreto fiduciario, no podía entregar a la ASF la información sobre la operación de esos entes.
"Por esa razón no pudieron llevarse a cabo todas las auditorías, y las que se realizaron arrojaron irregularidades importantes. Los resultados de esta nueva revisión (cuenta pública 2003) presentan otra vez irregularidades, al grado que la auditoría propone que Fico y Proasa se desincorporen o se conviertan en entidades paraestatales", señaló.