Usted está aquí: domingo 22 de mayo de 2005 Política La PGR, ante nueva posibilidad de aclarar el crimen de Posadas: clero de Guadalajara

A 12 años del asesinato, consideran que la investigación puede hacerse a fondo

La PGR, ante nueva posibilidad de aclarar el crimen de Posadas: clero de Guadalajara

ALMA E. MUÑOZ

A unos días de cumplirse 12 años de la muerte del cardenal Juan Jesús Posadas Ocampo, la arquidiócesis de Guadalajara reiteró su inconformidad por la falta de resultado en el esclarecimiento del asesinato, cuyas líneas de investigación siguen abiertas. En un análisis, apuntó que con el nuevo procurador general de la República, Daniel Francisco Cabeza de Vaca, se abre otra oportunidad para alcanzar la verdad y la justicia, si es que existe "voluntad política". Por lo pronto, los integrantes de la Comisión Especial de Seguimiento del caso -creada el 29 de abril de 2004, a petición de la Conferencia del Episcopado Mexicano- esperan que la dependencia confirme una reunión con su nuevo titular, la próxima semana o a más tardar en 15 días.

En entrevista, el presidente de la instancia, el diputado Fernando Guzmán Pérez, indicó que la intención es revisar las indagatorias hasta hoy realizadas por tres procuradores porque existen inquietudes respecto a que hubo una manipulación oficial del expediente, y él está seguro de que este asesinato "es un crimen de Estado, producto de un complot".

Confió que con el cambio de procurador "la investigación pueda irse muy a fondo, pero no en base a conjeturas, deseos u opiniones, sino en hechos que están en el legajo", y que jurídicamente mantienen abierto el caso del crimen del cardenal y seis personas más, acribilladas en el aeropuerto de Guadalajara el 24 de mayo de 1993.

De acuerdo con la arquidiócesis, en estos 12 años ha habido tres grandes etapas en el curso de las investigaciones: con "versiones inverosímiles", dadas por el procurador Jorge Carpizo McGregor -primer encargado del asunto-, quien sostuvo que el religioso se interpuso en el enfrentamiento entre dos bandas de narcotraficantes. Sin embargo, la declaración del médico forense de Jalisco, Mario Rivas Souza, echó por tierra esta aseveración, al señalar que el cuerpo del jerarca católico tenía 14 disparos realizados a corta distancia, y que inclusive uno de ellos le dejó un tatuaje de pólvora en la barbilla, acción que sólo sucede cuando los tiros se realizan a una distancia de entre 50 y 80 centímetros. Además "el automóvil donde viajaba estaba detenido en el momento en que fue victimado".

La segunda tiene que ver con la creación del grupo interinstitucional conformado en mayo de 1998 por el gobierno de Jalisco, el cardenal Juan Sandoval Iñiguez, el obispo Luis Reynoso (ya fallecido) y el arzobispo de Chihuahua, José Luis Fernández Arteaga, y la misma PGR, presidida en aquel momento por Jorge Madrazo Cuéllar. Se concluyó que el asesinato fue premeditado, con alevosía y ventaja. Sin embargo, la Procuraduría determinó que a su juicio "si bien no hubo un fuego cruzado ni una confusión de personas, ni del automóvil, había sucedió una confusión debido a la inercia de los acontecimientos del aeropuerto".

Una tercera etapa en junio de 2001, cuando se presentaron pruebas del espionaje telefónico a la casa y oficinas del cardenal; las amenazas que sufrió y que le exigían silencio sobre el narcotráfico y la prostitución en la zona del occidente y del Pacífico, aunadas a las bitácoras de los vuelos del día 24 de mayo, "que señalan que hubo tres salidas de la ciudad de México para investigar un crimen que aún no se cometía; la presencia previa de personal de seguridad federal, de elementos del Cisen y la extradición del primer sujeto vinculado con el caso, Jesús Alberto Bayardo Robles (alias El Gori), quien declaró en las actas, donde sustenta su participación en la balacera, que ésta fue inducida por personal de la PGR".

Como la dependencia no concluyó las investigaciones el 30 de noviembre de 2004, fecha en que debió culminar la actuación de la comisión especial del caso, su existencia se prorrogó hasta el próximo 30 de mayo, tiempo que se fija como límite para que la instancia federal dé a conocer los avances y resultados.

Para el panista, Guzmán Pérez se trata de un crimen de Estado mediante un complot. "Las evidencias existen", y externó su confianza en que Cabeza de Vaca investigue a fondo para desechar las irregularidades del caso, luego de que se realizarán detenciones, como la de José Luis Tririón Muñoz, gente cercana a Fernando Gutiérrez Barrios (fallecido), y quien estuvo involucrado en la intervención de los teléfonos de Posadas, o sobre la denuncia de un amigo de la infancia del cardenal, a quien el religioso le confió, dos semanas antes de su muerte, que había sido amenazado por José Córdoba Montoya.

 
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