En el vórtice espiritual de todo lo ígneo
Entre los seres alados que en la historia de la humanidad han visitado la Tierra, el espíritu de Hildegaard von Bingen (1098-1179) permanece entre nosotros en armonía de sonidos que provienen del infinito y más allá. La obra de esta compositora fuera de serie y de toda clasificación se ha aposentado en México en una saga discográfica que empezó a fluir hace apenas unos lustros y la hemos reseñado en este Disquero con delectación y alelada, estupefacta contemplación auditiva.
A la larga lista de títulos une ahora el volumen The origin of fire. Music and Visions of Hildegaard von Bingen, bajo el sello discográfico Harmonia Mundi, en la interpretación del cuarteto vocal femenino Anonymous 4, maestrísimas especializadas en el amplio repertorio de esta monja benedictina. Así como los matemáticos no se explican el número de obras que escribió durante 25 años Wolfgang Amadeus Mozart, en tan poco lapso de vida que tuvo, una explicación plausible es que esa música le fue dictada por una fuerza superior y él, Wolfie, fue tan sólo un instrumento afortunado que tomó cuerpo durante 36 años en la Tierra y así podemos explicar la fuerza portentosa de la música de Hildegarda -una fuerza poderosa, evocativa, sanadora, una pulsión del alma que nos eleva- le fue también dictada, como ella misma dejó por escrito en sus numerosos ensayos filosóficos, de medicina herbolaria y en sus muchas y maravillosas partituras.
Desde que tuvo uso de razón, Hildegarda tenía visiones, como ella misma nombró a las voces, imágenes y momentos extáticos que le fueron otorgados durante su permanencia en este mundo. La naturaleza de esas visiones las dejó plasmadas en música, que es el único lenguaje -ni siquiera la poesía- capaz de transmitir en todo su esplendor tales estados del alma.
Las maestras de Anonymous 4 han desplegado en discos anteriores las distintas series de cantos y sinfonías canoras que ordenó Hildegarda y ahora, en este nuevo y esplendoroso disco compacto, les otorgan un ordenamiento estupefaciente en torno a distintas fuentes, en especial los salmos de la antigua Biblia alemana y sobre todo el universo inabarcable, sensual, erótico, espiritual en grado sumo, de El Cantar de los Cantares.
Quien conozca la magia y el encanto de la música de Hildegarda encontrará en este volumen nuevos caminos hacia el paraíso. Quien se aproxime por vez primera a este edén realizará uno de los descubrimientos capitales de su vida.
Pablo Espinosa