Según cifras oficiales, alrededor de 11 millones de personas viven del ambulantaje
Cero creación de empleo formal en el gobierno de Vicente Fox
La economía de banqueta, válvula de escape y amenaza para México: Economist Intelligence Unit
Entre 2000 y 2003 el número de vendedores en vía pública aumentó 40 por ciento
Ampliar la imagen Retiro de m�de 2 mil puestos ambulantes en Tlalnepantla en marzo pasado FOTO Alfredo Dom�uez
En los primeros cuatro años del gobierno del presidente Vicente Fox la economía no logró crear un solo empleo formal en términos netos y por el contrario se perdieron plazas. En cambio, el empleo informal no dejó de crecer. Las calles de las ciudades mexicanas, saturadas de vendedores ambulantes que no encuentran otro tipo de ocupación, se han convertido en la válvula de escape a la frustración social por falta de oportunidades económicas, pero al mismo tiempo el fenómeno amenaza la viabilidad del aparato productivo, reveló una investigación de Economist Intelligence Unit (EIU).
El reporte, entregado en exclusiva a La Jornada, establece que en cuatro años el número de vendedores callejeros aumentó 40 por ciento, en más de 1.6 millones de personas. Esto ocurrió mientras, según cifras del Instituto Mexicano del Seguro Social, el número de personas aseguradas y por tanto con un empleo fijo decreció de 11 millones 26 mil 370 en diciembre de 2000 a 10 millones 881 mil 160 en marzo pasado. En ese periodo se incorporaron a la población económicamente activa al menos 6 millones de jóvenes.
Según cifras oficiales citadas por EIU, alrededor de 11 millones de mexicanos, una cuarta parte de la fuerza de trabajo del país, está en el sector informal; sin embargo, varios académicos coinciden en que es la mitad de la población económicamente activa (PEA), que es de 43 millones de personas.
Más de una década después de que el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) convirtiera a México en una potencia exportadora, la economía formal de empresas registradas legalmente y trabajadores que pagan impuestos está perdiendo terreno dramáticamente ante el avance del sector informal.
De 2000 a 2004, la economía subterránea fue la única donde creció el empleo, y se está haciendo cada vez más grande. Algunos economistas calculan que la mitad de los trabajadores del país subsisten como vendedores callejeros o trabajadores que sólo tienen seguro el pago de ese día porque la economía legal no tiene nada que ofrecerles y no existe una red social que proteja a los desempleados, dice el reporte.
"Para México, esta legión de emprendedores al margen de la legalidad es al mismo tiempo una bendición y una maldición".
La economía informal ofrece bienes y servicios baratos para millones de personas de bajos ingresos y al mismo tiempo le permite a México mostrar una tasa oficial de desempleo menor a la de Estados Unidos.
Andrés Manuel López Obrador, jefe del gobierno del Distrito Federal y aspirante a la Presidencia de la república, afirma que la economía informal aminora tensiones en un país cuyo sector formal crea muchos menos empleos que el millón 300 mil que se necesitan cada año sólo para ir a la par del crecimiento demográfico, añade el informe.
"¿Por qué no ha habido un estadllido social en México?", pregunta López Obrador en el libro que esboza su proyecto para recuperar el empleo y el crecimiento en México. "Las válvulas de escape han sido la economía informal, la migración y el narcotráfico. Es doloroso reconocerlo, pero es la realidad", agrega la investigación.
Sin embargo, dice EIU, los dirigentes empresariales se quejan de que industrias completas se han perdido ante el embate de la piratería y el ambulantaje, actividades que además tienen altos costos para México en términos de impuestos no recaudados y pérdida de empleos formales.
Otras áreas urbanas de México también han sentido los efectos del explosivo crecimiento del ambulantaje y han visto reducida su calidad de vida al toparse cada día con vendedores que intentan ganarse la vida en las calles.
"Las fricciones son más evidentes en la ciudad de México, donde alrededor de medio millón de personas vocean sus mercancías en la calle, venden tarjetas telefónicas en los semáforos, ofrecen discos piratas en los vagones del Metro o comida en las banquetas. Las calles que rodean la Plaza de la Constitución parecen un gran mercado; parte del bosque de Chapultepec era una romería hasta el otoño pasado, cuando la administración decidió cerrar una zona popular para darle mantenimiento".
Funcionarios de la delegación Miguel Hidalgo tratan de reubicar a cerca de 500 vendedores ambulantes que venden comida callejera cerca de tiendas de marcas tan lujosas como Louis Vuitton.
"Está fuera de control", dijo el delegado panista Fernando Aboitiz. El gobierno, explicó, se ha visto obligado a negociar con los ambulantes en lugar de simplemente retirarlos.
Esto se debe a que la economía informal en México es tan grande que grupos como vendedores y taxistas de sitio han formado organizaciones para defender sus territorios. Aunque las ciudades mexicanas tienen disposiciones sobre uso de suelo, la realidad es que, una vez establecidos, los comerciantes son sumamente difíciles de erradicar, pues sobornan autoridades o les hacen marchas, plantones o bloqueos.
Lo que parece un caos para el observador común es en realidad una industria altamente organizada. La mayoría de los vendedores de la capital pagan cuotas diarias a sus líderes, quienes reparten territorios y mantienen en paz a funcionarios y competidores.
Pero no siempre tienen éxito. Alejandra Barrios, lideresa de una de las principales agrupaciones de ambulantes, está presa en espera de juicio debido a un enfrentamiento por territorios. A Barrios se le acusa de haber planeado el asesinato del esposo de una lideresa rival.
Los organismos empresariales aseguran que los vendedores ambulantes se han convertido en el ejército de una red de delincuencia organizada que está desplazando a los negocios legítimos.
Por ejemplo, se calcula que dos tercios de los discos de música que se venden en México son copias piratas que se comercializan hasta en cinco pesos en las calles. Los vendedores son la red de distribuidores de este comercio que ha socavado a la industria fonográfica, ha obligado a cerrar a numerosas tiendas y le genera al fisco pérdidas de 100 millones de dólares al año, según la Asociación Mexicana de la Industria del Fonograma y el Videograma.
La economía informal "no es la solución al desempleo; es la causa", dijo el presidente de la Cámara de Comercio de la Ciudad de México, Manuel Tron.
Pero a los vendedores les da risa que se les considere delincuentes y corresponsables del desempleo en el país.
Elizabeth Tapia Alonso, madre soltera, mantiene a sus tres hijos vendiendo ropa de hombre en las calles de Tlalnepantla. Ella no cuenta con el gobierno, un jefe o su familia cuando sus hijos se enferman o tiene que pagar el recibo de la luz.
"Estoy sola", dice. "No hay trabajo, y aunque hubiera nadie contrataría a una persona como yo, sin educación".
Amenaza al desarrollo
La informalidad es una amenaza para el desarrollo de México. Muy pocos negocios del sector informal pagan impuesto sobre la renta o al valor agregado. Esta es una de las razones por las cuales México, clasificado como la decimocuarta economía mundial, sigue cayendo en las mediciones internacionales de competitividad y está en el mismo nivel que Sri Lanka en recaudación de impuestos para cubrir gastos de educación, infraestructura y servicios públicos, aseguró EIU, entidad parte del grupo inglés que publica la revista The Economist.
México no está solo. El empleo informal está creciendo en gran parte del mundo en desarrollo, América Latina incluida, donde 47 por ciento de los trabajadores en 2003 estaban en el sector informal, contra 43 por ciento en 1990, de acuerdo con la Organización Internacional del Trabajo (OIT).
Los analistas difieren sobre cuál es la tendencia de este fenómeno. Los defensores del libre mercado dicen que países como México no han hecho suficientes reformas en su economía a pesar de la desaparición de barreras comerciales en el hemisferio. Los críticos de la globalización, en cambio, señalan que los acuerdos comerciales han empobrecido aún más las zonas rurales de los países pobres y han provocado que millones de personas emigren a las ciudades a buscar trabajo en el sector informal.
(EIU/Infoestratégica. Redacción: David Zúñiga)