Nada...
La feria de San Isidro se inició el miércoles pasado en la monumental Plaza de las Ventas madrileña. Cambios en toros y toreros representan, de llegada, un cambio en la organización del ciclo más importante en el planeta de las corridas de toros.
Quedan fuera las ganaderías que fracasaron el año pasado y dan entrada a nuevos hierros; La Cardenilla, Martín Arranz, Fuente Ymbro, Garcigrande, El Pilar, Charro de Lien, Guardiola, Partido de Resina. Regresan al ruedo venteño; Escolar, Alcurrecen, Puerto de San Lorenzo, Atanasio Fernández, Núñez del Cubillo, Miura, Cuadri, Adolfo Martín, Victorino, Valdefresno y El Ventorillo.
Tomarán la alternativa; Fernando Cruz, César Jiménez, José María Manzanares, Eduardo Gallo, Luis Bolívar, Miguel Angel Perera. Con una novedad, tendrán una corrida más, aparte de la de alternativa. Lo que significa una real oportunidad y no salir a por todas en la tarde del doctorado. Llaman la atención César Jiménez, Manzanares y Bolívar.
Repetirán los de siempre, Enrique Ponce, El Juli, Matías Tejela, Salvador Vega y los veteranos Espla, Uceda Leal, César Rincón, y el triunfador de Sevilla y San Isidro, El Cid; además Fernando Cepeda, el orfebre del capote y nuestro Zotoluco, en el cartel estrella del ciclo.
Serán 18 corridas, tres novilladas y dos espectáculos de rejoneo. Quedarán fuera Morante de la Puebla, Abellan, Eugenio de Mura, Jesulín de Ubrique, Jesús Millán, y Javier Conde. Aparte del Zotoluco ningún mexicano.
Por lo pronto, han aparecido los toros de José Escolar, Fermín Bohorquez, Celestino Cuadri, La Cardenilla y lo de siempre: bien presentados, impresionantes, mansos, descastados y con peligro. Destaca López Chávez, un humilde que se jugó el físico en la primera corrida.