Usted está aquí: lunes 16 de mayo de 2005 Cultura Con Mozart y Wagner, la UNAM tributa a eminencias

Concierto en memoria de dos consejeros universitarios

Con Mozart y Wagner, la UNAM tributa a eminencias

Hoy se escucharán en la sala Nezahualcóyotl el Réquiem y la versión original para 13 instrumentos del Idilio de Sigfrido

PABLO ESPINOSA

Esta noche sonará la versión original para 13 instrumentos del Idilio de Sigfrido, de Richard Wagner, y el Réquiem, de Mozart, con la Orquesta de Cámara de Minería, en un concierto especial, en la sala de conciertos Nezahualcóyotl, en homenaje póstumo a los doctores Donato Alarcón Segovia y Roberto R. Kretschmer, integrantes del Consejo Universitario de la UNAM, recientemente fallecidos.

El doctor Donato Alarcón falleció el 21 de diciembre de 2004 y, con su muerte, la medicina y la cultura nacional sufren una gran pérdida, anotó en las notas al programa el doctor Roberto R. Kretschmer, quien murió el 22 de marzo de este año, a punto de cumplir sesenta y cinco.

Donato Alarcón pertenece a la estirpe de humanistas fundadores de las grandes instituciones médicas de México: Federico Gómez, Manuel Martínez Báez, Ignacio Chávez, Salvador Zubirán y Gustavo Baz.

''Ese entorno intelectual, ese multifacético caldo cultural -anotó el doctor Roberto Kretschmer- sin duda tuvo que haber conformado el proyecto de vida que el joven Donato Alarcón se propuso. Y lo cumplió con creces. Esa notable inquietud intelectual lo llevó inter alia a formar parte, por los años cincuenta, de la Asociación Cultural Antonio Caso". Es reconocido como el padre indiscutible de la inmunología clínica mexicana.

Para el homenaje de esta noche en la sala Nezahualcóyotl, otro científico humanista de entre la pléyade nacional, el doctor Ruy Pérez Tamayo, escribió las notas en homenaje al doctor Roberto Kretschmer:

"Este es mi Réquiem por Roberto -escribe Pérez Tamayo-. Es mi hijo intelectual, tan querido como si hubiera sido mi hijo biológico. Su recuerdo (que ahora empieza) será luminoso, estimulante, a veces nostálgico, pero nunca triste. Porque para mí su muerte no significa su desaparición. Roberto se fue de esta vida, pero su espíritu se quedó conmigo, yo lo conservo íntegro y seguirá viviendo en mí hasta que yo mismo desaparezca. Su entrega al trabajo, su honestidad, su bondad, su cultura desbordante, su don de gentes y su simpatía son de todos los que lo conocieron, en cambio su transformación de joven estudiante a gran científico y otros muchos aspectos de su vida personal y profesional son especialmente míos.''

Más allá de lo personal

El concierto de esta noche, con boletos disponibles en taquilla, será un acto de gratitud, coinciden Ruy Pérez Tamayo, Juan Ramón de la Fuente -rector de la UNAM- y Sergio Vela -director general de música de la máxima casa de estudios-, quien estará a la batuta en la primera parte del programa, dirigiendo una partitura de Wagner de especial significado musical y personal, como todo el homenaje así programado.

''Más allá de la parte estrictamente personal -dice a La Jornada Sergio Vela- (Roberto Kretschmer y Donato Alarcón fueron dos personas que el rector quiso mucho), hay un sentido institucional, no simplemente por cariño. Cualquiera de nuestros muertos merece un homenaje in memorian. En el caso de ellos dos estamos hablando de personalidades que van más allá de su propia actividad especializada, la medicina. Son personas que vivieron plenamente la armonía de las ciencias y las humanidades.''

Dentro de la melomanía de Roberto Kretschmer, relata Vela, los más cercanos a su corazón fueron, en orden cronológico, Bach, Mozart, Schubert, Wagner y Richard Strauss. ''De manera que para este concierto se eligió una de las obras emblemáticas de cualquier conmemoración luctuosa: el Réquiem, de Mozart, además del Idilio de Sigfrido, una obra camerística con el volumen desmesurado habitual en Wagner, cuya música fue un ingrediente fundamental en la vida de Roberto Kretschmer".

Después de algunos años, explica Sergio Vela, "vuelvo a una actividad que por azares del destino dejé muy soslayada: la dirección orquestal. Me siento profundamente honrado de conducir el Idilio de Sigfrido después de haber dirigido la ópera Sigfrido este año".

Luego de esta versión original, camerística, de la partitura wagneriana, sonará el Réquiem de Mozart, esta vez bajo la batuta del maestro José Areán, un músico también cercano a los científicos homenajeados. Los cantantes solistas serán la soprano Irasema Terrazas, la mezzosoprano Carla López Speziale, el tenor Oscar de la Torre, el barítono Armando Gama y el Coro Promúsica.

El concierto comenzará a las 20 horas en la sala de conciertos Nezahualcóyotl del Centro Cultural Universitario.

 
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