Sinaloa
Jefe de celadores recibía órdenes de El Chapo Guzmán
Culiacán, Sin., 15 de mayo. El ex comandante de celadores de la cárcel de Culiacán Uriel Sánchez fue levantado -secuestrado, sin intención de pedir rescate- a finales del año pasado por sujetos que lo llevaron en helicóptero a la sierra de Badiraguato para que recibiera órdenes del narcotraficante Joaquín El Chapo Guzmán Loera.
Lo anterior fue confirmado por custodios del Centro de Ejecución de las Consecuencias Jurídicas del Delito, quienes revelaron que el entonces jefe de seguridad del penal -del que recientemente se fugaron nueve peligrosos reos- recibió la "visita" en sus oficinas de varios sujetos, quienes lo obligaron a acompañarlos.
Uriel Sánchez fue llevado al aeropuerto de Culiacán y de ahí en helicóptero a la zona serrana de Badiraguato, donde se entrevistó con Guzmán Loera, quien le ordenó que cambiara de módulo a su compadre Sósimo Quintero Mariscal y lo sometieran a tratamiento contra el consumo de drogas.
El mismo jefe de seguridad comentó el suceso a algunos de sus empleados de confianza, pero un mes después, en diciembre, dejó el puesto con el cambio de funcionarios, derivado del inicio de la nueva administración estatal.
De ese mismo penal la madrugada del pasado 5 de mayo se fugaron nueve reos, quienes estaban siendo procesados por narcotráfico, homicidio, secuestro y portación ilegal de armas de fuego.
Versiones extraoficiales indican que algunos de los nueve reclusos ya no se encontraban esa madrugada en la penitenciaría y que agentes de las policías Estatal Preventiva y Ministerial del Estado, apoyados por un grupo de cerca de 20 pistoleros, facilitaron la huida de los internos.
Custodios que pidieron el anonimato señalaron que había serias diferencias entre el director del penal, Alfredo López Reyna, y el jefe de custodios, Jorge Andrés Mariscal, ambos actualmente bajo arraigo por la pesquisa que realiza la Subprocuraduría de Investigación Especializada en Delincuencia Organizada (SIEDO). Estas diferencias provocaron descontrol en la seguridad del penal, lo cual propició el ingreso de mucha droga y dinero, revelaron.
Fuentes cercanas a la SIEDO señalan que no se descarta que la fuga haya tenido relación con el nombramiento de nuevos funcionarios en la Policía Ministerial, incluido Miguel Angel Santacruz, jefe de Investigaciones, también detenido por este caso, de quien se revisan agendas y bitácora previas a la evasión de los internos.
Las llamadas telefónicas que llegaron hasta la Dirección de Prevención y Readaptación Social del gobierno estatal eran también parte de un plan trazado para facilitar esa fuga, señalan.
Versiones policiacas indican que la fuga fue financiada por el narcotraficante Joaquín Guzmán Loera y que la mayoría de los evadidos, entre ellos Sósimo Quintero Mariscal y Francisco Javier Flores Villarreal, forman parte de su grupo delictivo; Flores Villarreal fue uno de los gatilleros que participaron en el asesinato de Rodolfo Carrillo Fuentes.