De secretario de Estado en varias áreas pasó a defensor de implicados en Pemexgate
Murió Arsenio Farell, pieza clave en los últimos cinco sexenios priístas
Ampliar la imagen Arsenio Farell Cubillas, en octubre de 2002 FOTO Cristina Rodr�ez
Arsenio Farell Cubillas, ex titular de la desaparecida Secretaría de la Contraloría y Desarrollo Administrativo (Secodam), abogado de Carlos Salinas de Gortari y de los líderes petroleros involucrados en el Pemexgate, murió ayer a la edad de 84 años de edad. Su casa de Tecamachalco fue habilitada este domingo como capilla ardiente y sus restos serán cremados hoy en el panteón Español.
Al velorio se presentó anoche el ex presidente Luis Echeverría, y los ex mandatarios Carlos Calinas y Ernesto Zedillo llamaron a la familia para externar sus condolenencias. Al domicilio de Farell también se vio llegar al presidente de Grupo Carso, Carlos Slim, y al ex secretario de Hacienda Pedro Aspe, entre otros.
Abogado por la Universidad Nacional Autónoma de México, Farell formó parte del grupo conocido como Los Halcones, en el que se agruparon en su infancia él y otros priístas que, años después, integraron la denominada "familia feliz" que gobernó al país en los sexenios de Luis Echeverría, José López Portillo, Miguel de la Madrid Hurtado, Carlos Salinas de Gortari y Ernesto Zedillo. En los mandatos de todos ellos, Farell tuvo empleo.
Como contralor de la Federación, Farell recibió un homenaje de Zedillo en Los Pinos los últimos días de su sexenio, aun cuando a su paso por la desaparecida Secodam dejó pasar las denuncias por distintos fraudes en Petróleos Mexicanos, que después "contribuyó" a resolver entre las partes como abogado litigante, así como el traspaso de mil millones de pesos de la empresa al sindicato, de los cuales 500 millones se entregaron a la campaña presidencial de su viejo amigo de la infancia, Francisco Labastida.
"La tarea ha sido cumplida con pulcritud, de la manera más ordenada y profunda en la historia de la República", dijo Zedillo de él.
El 25 de enero de 2002, cinco días después de que La Jornada publicó los detalles del Pemexgate, el CEN del PRI -encabezado entonces por Dulce María Sauri Riancho- le pidió que asesorara legalmente al tricolor en la defensa jurídica por el desvío de recursos públicos a la campaña de ese año.
Ricardo Aldana Prieto, tesorero del sindicato petrolero, lo presentó como testigo de descargo como parte del juicio de procedencia que se le inició en la sección instructora de la Cámara de Diputados.
Durante su larga carrera en la administración pública, Farell Cubillas fue director de la Comisión Federal de Electricidad, de la Compañía de Luz y Fuerza del Centro, del Instituto Mexicano del Seguro Social y lo mismo fue secretario del Trabajo y encargado de la Coordinadora Nacional de Seguridad, a la que se transfirieron militares para investigar el secuestro del banquero Alfredo Harp Helú, durante el sexenio de Carlos Salinas, que secretario de la Contraloría con Zedillo.
El 23 de enero de 2003, en un debate de la Comisión Permanente sobre los cambios en el gabinetazo de Vicente Fox, el senador panista Federico Ling Altamirano se refirió a Farell para ejemplificar el ejercicio de la "todología" en los gobiernos priístas.
Desde la tribuna lanzó: "yo me admiré siempre del doctorado en todología que tenían muchos miembros de los gabinetes priístas. Recordemos a Arsenio Farell Cubillas, cuántos cargos ha tenido..."
Todavía en 2003 los diputados priístas salientes de la 58 legislatura cuestionaron que la mesa directiva contratara asesores con salarios superiores a los de un legislador. Entre los nombres de una lista que se ventiló en el PRI estaba el de Farell Cubillas. En 2004 el Instituto Federal de Acceso a la Información ordenó a la Secretaría de la Función Pública emitir una información sobre las declaraciones patrimoniales de un grupo de funcionarios, entre ellas las rendidas por Farell de 1970 a 2000.
En 1994, y después del secuestro de Harp Helú, Carlos Salinas constituyó la Coordinación Nacional de Seguridad Pública de la Nación, y al frente puso a Farell Cubillas. Al mando de las fuerzas de seguridad que siguió las huellas de los secuestradores quedó el general Mario Acosta Chaparro, sujeto a proceso por el asesinato de 22 campesinos y vínculos con el narcotráfico, junto con Francisco Quirós Hermosillo.
De las últimas veces que se le vio en público fue precisamente como testigo de la fiscalía en el proceso contra ambos militares, en octubre de 2003, cuando desmintió que Acosta Chaparro, Quirós Hermosillo y Miguel Nassar Haro fueran los comandantes operativos de la Coordinación Nacional de Seguridad.
En octubre de 2004 todavía participó como mediador entre la Secretaría del Trabajo y el sindicato minero para solucionar la huelga en el complejo minero de Sonora, y el 5 de mayo del mismo año, en un foro sobre el financiamiento de la seguridad social, Farell se refirió a la reforma a la Ley del IMSS y dijo: "a mí me preocupan las formas, la manera de proceder en este asunto, porque debe ser a partir de la paciencia y la audacia. Me preocupa también la manera de tratar al sector obrero, el cual es tolerante, pero no ignorante o indefenso".