Personal del INM les dijo que los llevarían a Veracruz, según testimonios
Los cubanos no salieron del país por voluntad propia, insiste la CNDH
La Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) reiteró que en el caso de los cuatro ciudadanos de origen cubano, deportados el pasado 7 de mayo, los testimonios recabados en las actuaciones realizadas, tras la denuncia presentada por los afectados, señalan "diversos hechos que hacen evidente que los citados extranjeros no abandonaron México por su propia voluntad".
Agregó que en los testimonios recabados en la estación del Instituto Nacional de Migración (INM) en Iztapalapa, "varias personas" manifestaron que funcionarios de ese organismo dijeron a los deportados que serían llevados a Veracruz.
La CNDH informó en un comunicado que el incumplimiento de la obligación de informar con "veracidad y precisión" a los interesados acerca de su situación jurídica, corresponde con la "reiterada actitud dilatoria" mostrada por personal del INM al obstaculizar las funciones de los visitadores hasta que la deportación de los quejosos se realizó por la vía de los hechos.
Señaló que estas "actitudes" son contrarias al espíritu de una relación responsable y directa que favorezca la atención de quejas por presuntas violaciones a los derechos humanos dirigidas contra servidores públicos del INM.
Asimismo, agregó, contraviene el compromiso manifestado en reiteradas ocasiones por el presidente Vicente Fox de "escuchar y atender con diligencia" los casos y señalamientos realizados por la CNDH en el cumplimiento de sus funciones.
Destacó que a pesar de que los cuatro ciudadanos cubanos tenían un permiso vigente de estancia legal en México y de haber obtenido una suspensión judicial para evitar su deportación, el pasado 7 de mayo se prohibió a los visitadores de la CNDH entrevistarse con los cuatro músicos cubanos, situación que se repitió en el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México, donde fueron traslados hasta su deportación.
La CNDH afirmó que personal del INM no realizó acción alguna al enterarse, por diversos funcionarios de la comisión nacional -antes de la salida del vuelo comercial 321 con destino a la Habana, Cuba-, de que existía una orden de suspención judicial contra su extradición. Sin embargo, "el INM hizo caso omiso de este aviso y declaró no haberla conocido sino hasta las 15:30 horas del 7 de mayo".