Análisis de diputados critica que el esquema no cuente con un sistema de evaluación

Descalifica la ASF el Programa Escuelas de Calidad por ineficiente

Hubo entrega irregular de subsidios y nunca se devolvieron a la Tesorería fondos no ejercidos

ENRIQUE MENDEZ Y ROBERTO GARDUÑO

La Cámara de Diputados, por medio de la Comisión de Vigilancia de la Auditoría Superior de la Federación (ASF) y la Unidad de Evaluación y Control, revisaron la Cuenta Pública 2003, en la que descubrieron un desfase en el principal proyecto de educación básica del gobierno federal llamado Programa Escuelas de Calidad, el cual "no ha contribuido a elevar el aprovechamiento escolar y no cuenta con un sistema de evaluación para medir los resultados de la gestión y el desempeño de los alumnos".

El escrutinio de dicho programa arrojó que en tres años de operación, los resultados de los indicadores educativos y las pruebas aplicadas por la Secretaría de Educación Pública (SEP) en las escuelas inscritas "muestran que no se cumplió con el propósito de elevar el aprovechamiento escolar, y la dependencia no contó con el sistema de evaluación para medir los resultados de la gestión y el desempeño escolar, en los planteles del Programa Escuelas con Calidad, por lo que no fue posible evaluar en qué medida se consolidó el modelo de autogestión educativa".

Aunado a ese hecho, las acciones de las autoridades educativas no se ajustaron cabalmente a lo establecido en el Presupuesto de Egresos de la Federación (PEF) 2003 y a lo señalado en las reglas de operación del programa, ya que no se identificó a la población objetivo por entidad federativa o municipio, lo que propició desfases en el cumplimiento de la meta, e inadecuada canalización de recursos.

En la revisión se constató que los recursos no ejercidos por el fideicomiso Fondo Nacional para Escuelas de Calidad no se reintegraron a la Tesorería de la Federación, y que en 2003 se entregaron subsidios a 5 mil 967 escuelas que no reunían los requisitos para ser incorporadas al programa, dejando a un lado 4 mil 638 planteles previstos en la meta de mediano plazo.

La opinión de la ASF refiere que los objetivos del programa fueron congruentes con las prioridades establecidas en los documentos de mediano plazo, y se cumplieron los propósitos sectoriales relativos a apoyar escuelas públicas de educación básica en todo el país, con un gasto de mil 265 millones de pesos, superior en 1.3 por ciento del aprobado para el mismo año.

"No obstante, a tres años de operación del programa, los resultados de los indicadores educativos y las pruebas aplicadas por la SEP correspondientes a las escuelas inscritas muestran que no se cumplió con el propósito de elevar el aprovechamiento escolar y la dependencia (SEP) no contó con el sistema de evaluación para medir los resultados de la gestión y el desempeño escolar", explicó.

Por lo que toca a la Dirección General de Educación Tecnológica Agropecuaria, se descubrió que la dependencia no contó en su programa de mediano plazo con un indicador estratégico que permita medir el cumplimiento de su misión de formar técnicos comprometidos con el desarrollo sustentable, agropecuario y rural.

"Asimismo -agregó la auditoría-, en el PEF para el ejercicio fiscal 2003, la entidad omitió los indicadores estratégicos para medir el aprovechamiento de los alumnos; no logró disminuir la reprobación y deserción en uno por ciento, y la eficiencia terminal creció 50 por ciento por debajo de la meta; el índice de titulación de alumnos de 9 por ciento, comprometido por la presente administración, no se cumplió y sólo fue de 4.4 por ciento, y se determinó que de cada 100 egresados sólo 12 y 31 deciden estudiar y/o trabajar, respectivamente, en áreas afines con el bachillerato que cursaron. Cabe señalar que no existen indicadores ni metas que correspondan directamente a la participación de los alumnos con los sectores productivo y social, ni se implementó un programa que diera seguimiento a sus egresados. Por último, se constató que no alcanzó la meta de disminuir el índice de deserción escolar ni el de reprobación de materias, ni tampoco se logró incrementar el nivel de eficiencia terminal de los estudiantes".

En el caso de la Comisión Nacional de Libros de Texto Gratuito (Conaliteg), la auditoría superior estableció que si bien cumplió con los ordenamientos jurídicos para la impresión de 150 mil ejemplares del libro Drogas. Las 100 preguntas más frecuentes, distribuido por la fundación Vamos México, "no ha cumplido con la distribución de 52 mil 394 ejemplares, y 70 mil 192 del título Cómo proteger a tus hijos contra las drogas.

Se observó un sobrejercicio de 88 millones de pesos, originado principalmente por comprometer recursos para el programa Bibliotecas de Aula, sin contar con la disponibilidad, y que fueron pagados con presupuesto del ejercicio 2004, sin la autorización de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público.

"Nuevamente, como ha ocurrido en años anteriores, la ASF detecta falta de control en los almacenes de la Conaliteg, que parece ser una práctica recurrente que no ha podido corregirse. Asimismo, llama la atención que se comprometan recursos de un ejercicio fiscal posterior sin la debida autorización de Hacienda y no exista algún tipo de sanción. Los elevados stock de libros existentes en los almacenes de la Conaliteg puede ser un indicador de mala planeación o que realmente no son necesarios".