Tras dos fracasos en finales de torneo, ahora con Cruz Azul espera dar el gran salto
Sé qué jugadores están para los momentos importantes: Romano
El técnico de La Máquina, quien se naturalizará mexicano, dice que ningún rival lo impresiona
Advierte que le preocupa el arbitraje, factor que ha influido en los últimos malos resultados
Ampliar la imagen El cigarrillo es un vicio normal, hay peores, dice Rub�Omar Romano FOTO Mar�Luisa Severiano
Una constante cortinilla de humo de cigarro y la visera de la casi inamovible cachucha azul resguardan su mirada. Dice que fue un niño muy feliz en su natal barrio bonaerense, pero la balanza se inclina hacia México, donde nacieron sus hijas y vive desde hace un cuarto de siglo; por ello, Rubén Omar Romano, técnico del Cruz Azul, dentro de un mes, apenas termine el torneo, comenzará los trámites para naturalizarse mexicano.
Como técnico del Morelia dos veces acarició el título en forma consecutiva; perdió las finales ante Toluca (Invierno 2002) y Monterrey (Clausura 2003). Tras esas duras lecciones ahora alista el camino del Cruz Azul, que pese al declive de las últimas jornadas, fue el equipo más destacado a lo largo del torneo y es uno de los favoritos al cetro Clausura 2005. Incluso Romano sueña con guiar al plantel a una Copa Libertadores.
El técnico, que el día 18 podría celebrar su cumpleños número 47 en una semifinal, puso la etiqueta de "ensayos" a la serie de movimientos en su alineación para darle rotación al plantel celeste y asegura que las conclusiones son positivas, "ensayé lo que quería y ahora tengo más posiblidades para no equivocarme".
-¿La falta de victorias podría afectar al equipo?
-Para nada. A veces con tanto triunfo se dejan de ver errores, caes en exceso de confianza. En cambio, con esto que nos pasó, aunque igual siempre fuimos por la victoria, el equipo descubre que tiene que estar mucho más atento, más concentrado y unido. Sabedor de que puede perder contra cualquiera.
Reconocer la derrota
Romano reconoce que Toluca lo venció con claridad, Monterrey no tanto, y evoca esa serie: "Nadie se imagina que al arrancar una final en campo contrario al minuto de juego haya una desconcentración de tres jugadores a la vez, se deja una pelota ahí expuesta para que (Walter) Erviti haga el gol.
"Nosotros tuvimos opciones que no concretamos y al arranque del segundo tiempo otra desatención al minuto, un córner, medio falta medio no, y hay un gol de cabeza ante nuestro mejor defensa, (Guillermo) Franco se lo hizo a (Darío) Franco. Hubo un poco de desorden, después vino un penal inventado...
"Todo eso te puede pasar en una liguilla. Uno tiene que estar atento, por eso lo que ahora busqué y traté de lograr fue ensayar cosas, ver qué jugadores están para los momentos importantes y ya tengo una conclusión. El plantel está con muy buena disposición para esa etapa", indicó.
Durante ese torneo regular Morelia fue superlíder y agrega: "Acá de repente haces una gran campaña y eso sirve a la institución en lo económico, en lo porcentual. Pero luego sigue ese otro torneo de 15 días donde cualquiera le gana a cualquiera. Pasan un montón de circunstancias y si tienes una ventaja por terminar arriba en la tabla se te puede venir abajo. Entonces, más allá de que conocemos las reglas y sabemos de qué se trata, no siempre el mejor queda campeón".
-Entonces ¿cómo toma ese par de derrotas en una final?
-Yo creo que no fueron equivocaciones (mías) o pudo haber alguna, si uno revisa y analiza; no es para darla a conocer. También son cosas del destino. Hay días u ocasiones que el de arriba te dice hoy te va a tocar a vos, otras que no.
De cara al juego de cuartos de final, ante Rayados, admitió que le preocupa el arbitraje, factor que ha influido en los últimos malos resultados, "Monterrey es una cancha donde la gente aprieta mucho. Nuestra directiva ya se quejó dos veces y no pasó nada. No sé si sea consigna, pero estamos preparados para todo. Lo importante será no desquiciarnos".
Diálogo con los jugadores
Respecto de su plantel, confesó que debió hablar con Francisco Kikín Fonseca para pedirle que moderara su actividad extrafutbol. "Cuando alguien quiere ayudar a una persona que tiene un éxito muy relevante y de repente -por las entrevistas y muchas cosas más- deja de lado lo fundamental, que es el descanso y la alimentación, hay que hablar. Le pedí que estuviera más atento a lo suyo.
"Hoy está arriba, pero si no se cuida recibirá la factura... es un tipo que depende mucho de su fortaleza. Es un pibe ubicado, pero también es muy sencillo y cuando lo buscan jamás dice no, entonces eso le puede hacer mal."
-Es un plus tener a César Delgado.
-Siempre es importante tener a un jugador de sus características. Puede ser quien marque la diferencia con alguna genialidad. Pero no podemos estar esperando eso si los otros 10 no hacen lo que les corresponde... Lo visualizo en Europa, tiene mucho futuro.
Cuestionado sobre el resurgimiento de Miguel Zepeda y Federico Lussenhoff, señaló: "También con diálogo. Hablando los levanté. Primero fue comunicación individual y luego grupal, enseguida el trabajo. Posteriormente los resultados te van dando esa confianza, esa credibilidad hacia lo que uno busca y las cosas se fueron dando poco a poco".
-Ha dicho que se siente un técnico en plena madurez, pero ¿cuál es su punto fuerte?
-Tengo de todo un poco. El técnico es una pizza donde hay varias porciones, cada una tiene su valor. No me sirve de nada saber mucho de estrategia y táctica si después no sé dirigir a los jugadores, no hago cambios o motivo a tiempo, el manejo con la prensa. Todas esas porciones son muy especiales. -respondió el estratega con influencia principal de Ricardo LaVolpe, y que recibió su primera oportunidad en el Celaya.
-¿Le impresiona algo en equipos como América, Tecos, Morelia...?
-No me impresiona ninguno. Todos tienen buen plantel, con buen funcionamiento. Nos vamos a enfrentar en duelos de 180 minutos de gran concentración, de mentalidad, de llevar a cabo lo que se trabaja. El carácter resultará fundamental.
En otros tópicos, Romano se declara apolítico, pero informado de los sucesos del mundo. Su entorno se reduce a dos temas fundamentales: futbol y familia, aunque no al extremo del obsesivo Marcelo Bielsa, aclara, "sino que veo lo que tengo que ver, analizo lo referente a mi equipo, al que voy a enfrentar, y es suficiente".
Su playa favorita es Cancún, lee todo libro que llegue a sus manos relacionado con futbol, "novelas, muy pocas", hace muchos años lo impactó la película Expreso de medianoche, El Padrino también está entre sus favoritas. Le gusta el mariachi y el tango, "pero escucho de todo porque tengo hijas jóvenes", explica.
La pregunta incómoda, pero que no podía faltar: -El futbol es el deporte más popular en México entre los niños ¿no le preocupa dar mal ejemplo con el cigarrillo?
-Si me estuviera drogando sí, estaría dando un mal ejemplo. Hay vicios mucho más fuertes que hacen más daño. Vivimos en un país donde el alcoholismo es superior al tabaquismo y muchos padres de familia toman. Eso es un mal ejemplo.
"Yo no tomo, no salgo. Lo único que hago es fumar (dos cajetillas al día), es un vicio normal, es una necesidad que tengo por la presión o la tensión que mi trabajo me da. Pero no creo que sea un mal ejemplo."
El ex jugador de Huracán, América, Necaxa, Cruz Azul, León y Atlante, entre otros, no descarta dirigir en algún momento el Tri, también contempla una Libertadores con La Máquina ("me gustaría mucho, tengo que hacer los méritos suficientes"), pero hoy por hoy busca su consolidación con un título en el timón cementero, "para muchos uno de los tres mejores equipos del país. Puede ser la confirmación, el gran salto", concluye ilusionado.