En las composiciones "encontré la sencillez de siempre del autor", dijo el yucateco

Manzanero hizo arreglos a 12 temas inéditos de José Alfredo

Las piezas, realizadas entre 1942 y 1949, tenían marcados dentro de paréntesis el ritmo

"Me voy a romper el alma para que salga un disco inmensamente atractivo", expresa

ARTURO CRUZ BARCENAS

El compositor yucateco Armando Manzanero hizo los arreglos musicales a las letras de 12 canciones inéditas de José Alfredo Jiménez, las cuales tenían entre paréntesis el ritmo o el tenor en que fueron creadas, ya fuera huapango, bolero o ranchera, lo cual fue la base del trabajo, pues el autor de Camino de Guanajuato no sabía escribir música.

En entrevista, el compositor de Adoro expresó que la señora Yadira Moreno, de editorial Edim, "un día que estábamos comiendo me dijo que tenía tales letras. José Alfredo Jiménez chico fue quien le hizo saber de esas obras de su papá.

"Las composiciones están hechas entre 1942 y 1949. Encontré la sencillez que José Alfredo siempre manejó, tan bonita; es realmente agradable lo que hacía. Yo recuerdo que las primeras canciones de José Alfredo que escuché fueron en las voces de Pedro Infante y Miguel Aceves Mejía. Era yo adolescente, por los años 1952-1953.

"Las piezas que tenía en mis manos eran 10 años anteriores a la primera vez en que escuché a José Alfredo; no tienen música y para mí fue halagüeño, de mucho orgullo, poder decir que yo quería musicalizarlas. La admiración que tengo por José Alfredo creo que pocas personas la pueden sentir. Les gusta, lo aman, lo escuchan, pero no saben la grandeza de la forma como manejó un idioma tan sencillo y tan profundo", precisó el inspirado autor de Esta tarde vi llover.

Narró una anécdota: "Un día le pedí que me acompañara a Tenancingo, porque me comprometí con el pueblo a cantar en el Día de la Madre unas canciones. Me dijo 'sí, mano, cómo no', y a la hora de la hora resulta que mi camioneta se descompuso. Había que pasar por un camino de terracería. Nos fuimos en el coche de él, un Ford de esos grandes. Llegamos.

"Conviví con él en las caravanas del señor Vallejo, en las Caravanas Corona, y luego, con el paso de los años, se me ocurrió que debíamos hacer un disco a dueto. Lo hicimos en 1968, y en el disco él canta cuatro canciones mías y yo cuatro de él, más cuatro a dueto. Está grabado en RCA, en Ariola. Quizá por el desconocimiento de las personas que manejan las disqueras ese disco no ha tenido la trascendencia que debiera tener."

Para Manzanero, "José Alfredo es más grande que cuando se fue (cuando murió). Conviví mucho con él, sobre todo en esas cosas buenas, como en desayunos, con Rubén Fuentes, su compadre y mi productor. En cumpleaños, pero más que nada en las giras. Quiero decir que soy la persona que más lo admira".

La señora Yadira le dio un cuaderno engargolado. "Las letras tienen muchas correcciones. José Alfredo pensó la música en otra forma; yo las cuadré en la mía, pero garantizo que son 12 canciones de mucha calidad. Algunas son Amor asesino, El canto de los gallos, Tengo una pena, Por qué te fuiste, El tango de la pena, Prieta linda, Sentimiento y Aunque tú no me quieras."

-¿Cuáles fueron las más difíciles de ponerle música?

-Ninguna. Lo que es difícil en composición no se debe de hacer. Si una canción tiene dificultad para componerla, para recordarla y cantarla, no se debe de hacer porque significa que el público no la va a recordar nunca. Todas las que trabajé serán recordables, como todo lo de José Alfredo.

"Me apegué mucho a lo que él hacía. La medida es fácil porque hay tres por cuatro, hay huapangos, hay seis por ocho, hay corridos dos por cuatro. Hay dos o tres boleros. Como dato simpático, ni me di cuenta cuando la señora Yadira se llevó el cuaderno."

Rubén Fuentes, quien hizo los arreglos de numerosas canciones del autor de Camino de Guanajuato, no ayudó a Armando, "porque esas cosas no funcionan en trío, al menos conmigo no. Yo las canciones las voy a entregar con mi introducción y contrapunto. Ya sólo es cuestión de repartir".

Pedro Fernández le gusta de intérprete

Dijo que conoció a Jiménez "como la palma de mi mano, musicalmente hablando. Dios quiera que lo haga Pedro Fernández, con su voz. Son tantas las personas que tienen que verse. Los presupuestos están muy recortados. Quise hacer este proyecto en Los Angeles, con un mariachi que conozco que se llama Los Camperos, pero para que sea factible lo voy a hacer aquí, en México, con un mariachi estupendo.

"Los temas están grabados sólo con mi piano. Cuando hablo de un futuro de un disco lo que menos me interesa es saber cuánto va a vender. Me importa que sea muy bello, muy bonito, digno de esperarse. Hay quienes hablan de proyectos y no salen como lo anunciaron. Me voy a romper el alma para que salga un disco inmensamente atractivo. José Alfredo tenía un idioma que yo, lamentablemente, no sé manejar: podía meterse con el pueblo tranquilamente porque manejaba la misma forma de hablar, con una filosofía tan básica, como esa frase que dice: 'si yo te hubiera dicho no te vayas qué triste me esperaba el porvenir; cuántas luces dejaste encendidas. Yo no sé cómo voy a apagarlas'.

"No creo que vuelva a salir un señor con esa grandeza. Las letras que trabajé son preciosas, ¡preciosas! Lo que más admiro es esa sencillez suya y no tuvo dinero en las cantidades que se merecía", concluyó el maestro Manzanero.