Alejandro Martínez Dueñas fue detenido desde junio de 2001 por la Policía Judicial Federal
Acusan a funcionario de Presidencia de ocultar datos sobre desaparecido
Benigno Aladro, coordinador de la Red Federal de Servicio a la Ciudadanía, exigió silencio a la familia a cambio de decir cómo y dónde estaba la persona que buscaban
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Alejandro Mart�z, desaparecido durante el gobierno de Vicente Fox FOTO La Jornada
Diana Martínez Dueñas lleva casi cuatro años de lucha por encontrar a su hermano, quien fue detenido el 30 de junio de 2001 en Colima por agentes de la Policía Judicial Federal y desde ese momento se encuentra desaparecido. Fortaleció su convicción de que Alejandro "está vivo y retenido contra su voluntad por la PGR" después de que se entrevistó con el coordinador de la Red Federal de Servicio a la Ciudadanía de la Presidencia de la República, Benigno Aladro Fernández.
Diana Martínez relata a La Jornada que el 8 de diciembre pasado sostuvo una reunión con Aladro Fernández, a la cual asistió su mamá, Marcelina Dueñas, y el funcionario les dijo: "Si les entregan a su familiar ustedes olvidan todo, ¿no es así?"
-Claro que sí, eso es lo que he estado pidiendo, que me lo entreguen, yo firmo lo que quieran y digo lo que quieran; yo me callo y no volverán a saber de nosotros -respondió Diana Martínez a Aladro Fernández y tuvo la sensación de que por fin, después de más de 40 meses de búsqueda, recuperaría a su hermano.
Diana Martínez ha recurrido al presidente Vicente Fox; al secretario de Gobernación, Santiago Creel; a la Procuraduría General de la República, a la CNDH y a varias organizaciones civiles.
-Es lo mismo que dice Santiago Pando -le dijo Benigno Aladro-, que si no hay evidencia en contra de su suegra, que se la entreguen y él se calla.
-Nosotros también -fue la respuesta de Martínez.
-Vamos a hablar en concreto. ¿Cómo cree que puedo ayudarla?
-Quiero que el presidente Fox Quesada ordene que me entreguen a Alejandro.
-No lo va a hacer -fue la respuesta de Aladro Fernández.
-Entonces que el procurador Rafael Macedo nombre un fiscal especial para el caso.
-Macedo la va a recibir, pero sólo le va a dar largas. ¿Usted cree que él esté metido en esto?
-Yo no podría asegurarlo, pero creo que sabe quién lo hizo y lo está solapando. No quiero pasar otra Navidad sin Alejandro -dijo Diana al funcionario-. Vamos poniéndole plazo al acuerdo.
-Sí, yo lo voy a ver, se lo aseguro, no voy a engañarla -obtuvo por respuesta.
Diana y su madre detallan a este diario el acuerdo al que llegaron con Aladro Fernández. "Inclusive me pidió ir a Colima con alguien de mi confianza para averiguar por qué la PGR había devuelto el caso al ámbito estatal, y qué estaban haciendo las autoridades locales."
Diana rememora, saca su libreta y verifica las fechas. "Sí, el 10 de diciembre de 2004 nuevamente Aladro Fernández me confirmó el trato. Yo le dije si había entendido bien que teníamos un trato. Eso quedó bien claro desde la primera vez que hablamos delante de mi mamá. 'Al buen entendedor pocas palabras', me respondió, y también me pidió que ya no hiciera más gestiones ante los senadores de la República porque él sabía que me había entrevistado con Sadot Sánchez Carreño y Orlando Paredes, del PRI, y también con la senadora del PRD Leticia Burgos. Para qué queremos más gente si podemos arreglarlo nosotros, me dijo el funcionario".
Días más tarde, refiere Diana, en Palacio Nacional, Aladro Fernández la recibió y durante la entrevista "trató de cambiar los términos del arreglo. Nos dijo a mi madre y a mí que Alejandro no estaba desaparecido, sino que debía ser testigo protegido de la PGR y que en esas condiciones no podría entregárnoslo, sólo decirnos dónde y cómo estaba e informar después al presidente Fox para que él decidiera qué hacer".
Diana Martínez recuerda que esta nueva posición de Aladro la hizo sentirse desilusionada y engañada; hubo una áspera discusión entre ambos. "El dijo que ya no sabía si seguir con el trato, porque yo era capaz de divulgarlo, y me advirtió que en caso de que lo difundiera lo negaría todo. Le aseguré que yo cumplo mi palabra. Seguí insistiendo para que cambiara de opinión y me dijo: 'yo voy a cumplir'."
Diana lamentó que "ya no íbamos a tener a Alejando para Navidad", pero días después Aladro la llamó y le prometió que en enero de 2005, cuando regresara de sus vacaciones, tendría respuesta.
Diana de nueva cuenta busca en su agenda y ahí señala que el 8 de febrero de este año se reunió en el Vips de Calzada Galván 120, cerca del Congreso de Colima, con Aladro Fernández, quien viajó especialmente a esa ciudad, y con Efraín Cortés Naranjo, abogado y presidente de la Comisión de Derechos Humanos No Gubernamental de Colima. También asistieron su mamá y uno de sus hermanos, y a Aladro lo acompañó su secretario particular, William Castillo.
"Ahí Aladro me dijo que yo tendría apoyo de la procuraduría estatal si quería aportar más pruebas para la investigación. Le recordé que teníamos un trato y que no iba a presentarme ya a ninguna procuraduría. Hubo un ríspido reclamo. El se hizo el ofendido y dijo que ahora, además de mentiroso, iba a salir crucificado. Se levantó, tomó su saco y salió."
Ella sabe que esta historia es su palabra contra de la Benigno Aladro. Pero dice que hay testigos de la reunión de Colima con el funcionario, de los encuentros que sostuvo en Los Pinos y en Palacio Nacional. Cuenta además con copias de los oficios entregados en la oficina de Aladro y sostiene que ahora más que nunca se fortalece su convicción de que Alejandro está vivo y lo retiene la PGR.