Censura que obispos critiquen y no colaboren
Nueva disputa entre el gobierno argentino y la Iglesia católica
Buenos Aires, 9 de mayo. El gobierno del presidente argentino, Néstor Kirchner, lamentó hoy que los obispos de la Iglesia católica, mayoritaria en el país, hagan diagnósticos críticos de la situación sin estar "decididos a colaborar" para paliar la pobreza.
En declaraciones a radio Continental, el ministro del Interior, Aníbal Fernández, criticó a los obispos que "se la pasan diagnosticando" pero "nunca agarran el remo" para buscar una salida a la crisis, al responder a duras críticas lanzadas por el presidente de la Comisión de Pastoral Social, obispo Carmelo Giaquinta, contra los gobiernos de Eduardo Duhalde (enero 2002-abril de 2003) y de Kirchner, ambos peronistas.
Giaquinta aseveró que "no se hicieron reformas importantes desde 2001", cuando empezó la peor crisis económica en la historia argentina.
Las relaciones entre el gobierno y la Iglesia están dañadas desde que el obispo Antonio Baseotto llamó a "tirar al mar" al ministro de Salud, Ginés González, por pregonar la despenalización del aborto, razón por la que fue destituido de su puesto de ordinario castrense.
Fernández acusó a algunos prelados de disputar "con otros obispos a ver quién es el más duro en sus expresiones, pero a la hora de colaborar no los veo muy decididos.
"Después (los obispos) se van a casa y seguramente cuando se acuestan piensan que ya cumplieron su deber, que es denunciar, pero el remo no se lo agarran a nadie, no se suben al bote y dicen 'dejame un rato a mí y yo también remo'", fustigó.
Giaquinta denunció además "la diferencia de sueldos en la Argentina grosera, abismal, y muchas veces fomentada por leyes, cuando no por casos de corrupción", al aludir al escándalo por el pago secreto de jugosos sobresueldos durante la presidencia de Carlos Menem, que se desató con las denuncias desde la cárcel de María Julia Alsogaray, la emblemática ex polifuncionaria del gobierno menemista.
Por su parte, la secretaria de Trabajo, Noemí Rial, consideró que "no es correcto" el diagnóstico de Giaquinta. "No podemos olvidar la situación que vivía Argentina en 2001 y 2002, y ver la situación en que nos encontramos ahora, cuando la tasa de desempleo ha bajado", aseveró.
Por otra parte, un jefe y un subjefe de la policía de la provincia argentina de Salta (norte) fueron arrestados junto con cuatro subordinados suyos, quienes al sufrir un accidente se les descubrió una carga de 116 kilos de cocaína en un vehículo oficial, informó el lunes el juez de la causa.